54 casos

'Mano' en la Biblia

Y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: Porque Jehová nos aborrecía, nos ha sacado de tierra de Egipto, para entregarnos en mano del Amorrheo para destruirnos.

Y también la mano de Jehová fué sobre ellos para destruirlos de en medio del campo, hasta acabarlos.

Levantaos, partid, y pasad el arroyo de Arnón: he aquí he dado en tu mano á Sehón rey de Hesbón, Amorrheo, y á su tierra: comienza á tomar posesión, y empéñate con él en guerra.

Mas Sehón rey de Hesbón no quiso que pasásemos por el territorio suyo; porque Jehová tu Dios había endurecido su espíritu, y obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como hoy.

Y díjome Jehová: No tengas temor de él, porque en tu mano he entregado á él y á todo su pueblo, y su tierra: y harás con él como hiciste con Sehón rey Amorrheo, que habitaba en Hesbón.

Y Jehová nuestro Dios entregó también en nuestra mano á Og rey de Basán, y á todo su pueblo, al cual herimos hasta no quedar de él ninguno.

También tomamos en aquel tiempo de mano de dos reyes Amorrheos que estaban de esta parte del Jordán, la tierra desde el arroyo de Arnón hasta el monte de Hermón:

Señor Jehová, tú has comenzado á mostrar á tu siervo tu grandeza, y tu mano fuerte: porque ¿qué dios hay en el cielo ni en la tierra que haga según tus obras, y según tus valentías?

¿O ha Dios probado á venir á tomar para sí gente de en medio de otra gente, con pruebas, con señales, con milagros, y con guerra, y mano fuerte, y brazo extendido, y grandes espantos, según todas las cosas que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egip

Y acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido: por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día del reposo.

Y has de atarlas por señal en tu mano, y estarán por frontales entre tus ojos:

Entonces dirás á tu hijo: Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte;

Sino porque Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró á vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano fuerte, y os ha rescatado de casa de siervos, de la mano de Faraón, rey de Egipto.

De las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales y milagros, y de la mano fuerte y brazo extendido con que Jehová tu Dios te sacó: así hará Jehová tu Dios con todos los pueblos de cuya presencia tú temieres.

Y él entregará sus reyes en tu mano, y tú destruirás el nombre de ellos de debajo del cielo: nadie te hará frente hasta que los destruyas.

E hice un arca de madera de Sittim, y labré dos tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano.

Y comprended hoy: porque no hablo con vuestros hijos que no han sabido ni visto el castigo de Jehová vuestro Dios, su grandeza, su mano fuerte, y su brazo extendido,

Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis por señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos.

Antes has de matarlo; tu mano será primero sobre él para matarle, y después la mano de todo el pueblo.

Y no se pegará algo á tu mano del anatema; porque Jehová se aparte del furor de su ira, y te dé mercedes, y tenga misericordia de ti, y te multiplique, como lo juró á tus padres,

Y esta es la manera de la remisión: perdonará á su deudor todo aquél que hizo empréstito de su mano, con que obligó á su prójimo: no lo demandará más á su prójimo, ó á su hermano; porque la remisión de Jehová es pregonada.

Del extranjero demandarás el reintegro: mas lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano;

Cuando hubiere en ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en tu tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano á tu hermano pobre:

Mas abrirás á él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que basta, lo que hubiere menester.

Sin falta le darás, y no sea tu corazón maligno cuando le dieres: que por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que pusieres mano.

Cada uno con el don de su mano, conforme á la bendición de Jehová tu Dios, que te hubiere dado.

La mano de los testigos será primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo: así quitarás el mal de en medio de ti.

Como el que fué con su prójimo al monte á cortar leña, y poniendo fuerza con su mano en el hacha para cortar algún leño, saltó el hierro del cabo, y encontró á su prójimo, y murió; aquél huirá á una de aquestas ciudades, y vivirá;

Entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de allí, y entregarlo han en mano del pariente del muerto, y morirá.

Luego que Jehová tu Dios la entregare en tu mano, herirás á todo varón suyo á filo de espada.

Cuando salieres á la guerra contra tus enemigos, y Jehová tu Dios los entregare en tu mano, y tomares de ellos cautivos,

Cuando entrares en la mies de tu prójimo, podrás cortar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz á la mies de tu prójimo.

Y si la aborreciere aqueste último, y le escribiere carta de repudio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; ó si muriere el postrer hombre que la tomó para sí por mujer,

Cuando algunos riñeren juntos el uno con el otro, y llegare la mujer del uno para librar á su marido de mano del que le hiere, y metiere su mano y le trabare de sus vergüenzas;

Y el sacerdote tomará el canastillo de tu mano, y pondrálo delante del altar de Jehová tu Dios.

Y sacónos Jehová de Egipto con mano fuerte, y con brazo extendido, y con grande espanto, y con señales y con milagros:

Maldito el hombre que hiciere escultura ó imagen de fundición, abominación á Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.

Enviará Jehová contigo la bendición en tus graneros, y en todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da.

Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano é hicieres, hasta que seas destruído, y perezcas presto á causa de la maldad de tus obras, por las cuales me habrás dejado.

Tus hijos y tus hijas serán entregados á otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día: y no habrá fuerza en tu mano.

Si no temiese la ira del enemigo, No sea que se envanezcan sus adversarios, No sea que digan: Nuestra mano alta Ha hecho todo esto, no Jehová.

Si afilare mi reluciente espada, Y mi mano arrebatare el juicio, Yo volveré la venganza á mis enemigos, Y daré el pago á los que me aborrecen.

Aun amó los pueblos; Todos sus santos en tu mano: Ellos también se llegaron á tus pies: Recibieron de tus dichos.

Y en toda aquella mano esforzada, y en todo el espanto grande que causó Moisés á ojos de todo Israel.

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