51 casos

'Ni' en la Biblia

Entonces Moisés respondió, y dijo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No se te ha aparecido el SEÑOR.

Si aconteciere, que no te creyeren, ni oyeren la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera.

Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río, y las derramarás en tierra; y se volverán aquellas aguas que tomarás del río, se volverán sangre en la tierra.

Entonces dijo Moisés al SEÑOR: ¡Ruego Señor! Yo no soy hombre de palabras de ayer ni de anteayer, ni aun desde que tú hablas a tu siervo; porque soy pesado de boca y pesado de lengua.

Y azotaban a los gobernadores de los hijos de Israel, que los cuadrilleros del Faraón habían puesto sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no habéis cumplido vuestra tarea de ladrillo ni ayer ni hoy, como antes?

Y se llenarán tus casas, y las casas de todos tus siervos, y las casas de todos los egipcios, cual nunca vieron tus padres ni tus abuelos, desde que ellos fueron sobre la tierra hasta hoy. Y se volvió, y salió de la presencia del Faraón.

Y subió la langosta sobre toda la tierra de Egipto, y se asentó en todos los términos de Egipto, en gran manera grave; antes de ella no hubo langosta semejante, ni después de ella vendrá otra tal;

y cubrió la faz de toda la tierra, y se oscureció la tierra; y comió toda la hierba de la tierra, y todo el fruto de los árboles que había dejado el granizo; que no quedó cosa verde en los árboles ni en la hierba del campo, por toda la tierra de Egipto.

Y el SEÑOR volvió un viento occidental fortísimo, y quitó la langosta, y la arrojó en el mar Bermejo; ni una langosta quedó en todo el término de Egipto.

Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones.

Nuestros ganados irán también con nosotros; no quedará ni una uña; porque de ellos hemos de tomar para servir al SEÑOR nuestro Dios; y no sabemos con qué hemos de servir al SEÑOR, hasta que lleguemos allá.

Y habrá gran clamor por toda la tierra de Egipto, cual nunca fue, ni jamás será.

Mas entre todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia, ni un perro moverá su lengua: para que sepáis que hará diferencial el SEÑOR entre los egipcios y los israelitas.

Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus intestinos.

Y cocieron la masa, que habían sacado de Egipto, e hicieron tortas sin levadura, porque no había leudado, porque al echarlos fuera los egipcios, no habían podido detenerse, ni aun prepararse comida.

Por los siete días se comerán los panes sin levadura; y no se verá contigo nada leudado, ni levadura en todo tu término.

Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.

Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército del Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno.

Y lo medían por gomer, y no sobraba al que había recogido mucho, ni faltaba al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer.

Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según que Moisés había mandado, y no se pudrió, ni hubo en él gusano.

Y señalarás término al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis a su término; cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá.

No hagáis conmigo dioses de plata, ni dioses de oro os haréis.

Si dieres a mi pueblo dinero prestado, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura.

No sacrificarás sobre pan leudado la sangre de mi sacrificio, ni el sebo de mi cordero quedará de la noche hasta la mañana.

No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrantarás del todo sus imágenes.

No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo cumpliré el número de tus días.

Mas Moisés sólo se llegará al SEÑOR; y ellos no se lleguen cerca, ni suba con él el pueblo.

No ofreceréis sobre él sahumerio extraño, ni holocausto, ni presente; ni tampoco derramaréis sobre él libación.

Ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá de medio siclo, cuando dieren la ofrenda al SEÑOR para hacer expiación por vuestras personas.

Sobre carne de hombre no será untado, ni haréis otro semejante, conforme a su composición, santo es; por santo habéis de tenerlo vosotros.

Y él respondió: No es alarido de respuesta de fuertes, ni alarido de respuesta de flacos; alarido de cantar oigo yo.

Y no suba hombre contigo, ni aparezca alguno en todo el monte; ni ovejas ni bueyes pazcan delante del monte.

Y él dijo: He aquí, yo hago pacto delante de todo tu pueblo: haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna; y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra del SEÑOR; porque ha de ser cosa terrible la que yo haré contigo.

No ofrecerás sobre leudo la sangre de mi sacrificio; ni quedará de la noche para la mañana el sacrificio de la fiesta de la pascua.

Y él estuvo allí con el SEÑOR cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos.

Entonces Moisés mandó pregonar por el campo, diciendo: Ningún hombre ni mujer haga más obra para ofrecer para el santuario. Y así fue el pueblo detenido de ofrecer;

Sagradas Escrituras (1569)