Parallel Verses
La Biblia de las Américas
Y los príncipes de los filisteos fueron a ella y le dijeron: Persuádelo, y ve dónde está su gran fuerza, y cómo podríamos dominarlo para atarlo y castigarlo. Entonces cada uno de nosotros te dará mil cien {piezas} de plata.
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
Y vinieron a ella los cardinales de los filisteos, y le dijeron: Engáñale y sabe en qué consiste su fuerza tan grande, y cómo lo podríamos vencer, para que le atemos y le atormentemos; y cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de plata.
Reina Valera 1909
Y vinieron á ella los príncipes de los Filisteos, y dijéronle: Engáñale y sabe en qué consiste su grande fuerza, y cómo lo podríamos vencer, para que lo atemos y lo atormentemos; y cada uno de nosotros te dará mil y cien siclos de plata.
La Nueva Biblia de los Hispanos
Los príncipes de los Filisteos fueron a ella y le dijeron: ``Persuádelo, y ve dónde está su gran fuerza, y cómo podríamos dominarlo para atarlo y castigarlo. Entonces cada uno de nosotros te dará 1,100 {monedas} de plata."
Spanish: Sagradas Escrituras 1569
Y vinieron a ella los príncipes de los filisteos, y le dijeron: Engáñale y sabe en qué consiste su fuerza tan grande, y cómo lo podríamos vencer, para que lo atemos y lo atormentemos; y cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de plata.
Spanish: Reina Valera Gómez
Y vinieron a ella los príncipes de los filisteos, y le dijeron: Engáñale y mira en qué consiste su gran fuerza, y cómo lo podríamos vencer, para que lo atemos y lo atormentemos; y cada uno de nosotros te dará mil cien piezas de plata.
New American Standard Bible
The lords of the Philistines came up to her and said to her, "Entice him, and see where his great strength lies and how we may overpower him that we may bind him to afflict him. Then we will each give you eleven hundred pieces of silver."
Referencias Cruzadas
Josué 13:3
desde el Sihor, que está al oriente de Egipto, hasta la frontera de Ecrón al norte (que se considera de los cananeos); los cinco príncipes de los filisteos: el gazeo, el asdodeo, el ascaloneo, el geteo, y el ecroneo; también los aveos,
Jueces 14:15
Y al cuarto día dijeron a la mujer de Sansón: Induce a tu marido a que nos declare el enigma, o te quemaremos a fuego a ti y a la casa de tu padre. Nos habéis invitado para empobrecernos. ¿No es {así?}
Génesis 33:16
Aquel mismo día regresó Esaú por su camino a Seir;
Números 22:17-18
porque en verdad te honraré en gran manera, y haré cualquier cosa que me digas. Ven, pues, te ruego, y maldíceme a este pueblo."
Jueces 3:3
los cinco príncipes de los filisteos, todos los cananeos, los sidonios y los heveos que habitaban en el monte Líbano, desde el monte de Baal-hermón hasta Lebo-hamat.
Jueces 17:2
Y él dijo a su madre: Las mil cien {piezas} de plata que te quitaron, acerca de las cuales proferiste una maldición a mis oídos, he aquí, la plata está en mi poder; yo la tomé. Y su madre dijo: Bendito sea mi hijo por el SEÑOR.
1 Samuel 29:6
Aquis llamó a David y le dijo: Vive el SEÑOR que tú {has sido} recto; tu salir y tu entrar en el ejército conmigo son agradables a mis ojos, pues no he hallado mal en ti desde el día en que te pasaste a mí hasta hoy. Sin embargo, no eres agradable a los ojos de los príncipes.
Proverbios 2:16-19
{Ella} te librará de la mujer extraña, de la desconocida que lisonjea con sus palabras,
Proverbios 5:3-11
Porque los labios de la extraña destilan miel, y su lengua es más suave que el aceite;
Proverbios 6:24-26
para librarte de la mujer mala, de la lengua suave de la desconocida.
Proverbios 7:21-27
Con sus palabras persuasivas lo atrae, lo seduce con sus labios lisonjeros.
Miqueas 7:3
Para el mal las dos manos son diestras. El príncipe pide, y {también} el juez, una recompensa; el grande habla de lo que desea su alma, y juntos lo traman.
Mateo 26:15
y dijo: ¿Qué estáis dispuestos a darme para que yo os lo entregue? Y ellos le pesaron treinta piezas de plata.
1 Corintios 6:15-18
¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Tomaré, acaso, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? ¡De ningún modo!
1 Timoteo 6:9-10
Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo y en muchos deseos necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición.
Información sobre el Versículo
Lecturas contextuales
4 Después de esto sucedió que se enamoró de una mujer del valle de Sorec, que se llamaba Dalila. 5 Y los príncipes de los filisteos fueron a ella y le dijeron: Persuádelo, y ve dónde está su gran fuerza, y cómo podríamos dominarlo para atarlo y castigarlo. Entonces cada uno de nosotros te dará mil cien {piezas} de plata. 6 Dijo, pues, Dalila a Sansón: Te ruego que me declares dónde está tu gran fuerza y cómo se te puede atar para castigarte.