26 Versículo de la Biblia sobre Cuidado de los pies
Versículos Más Relevantes
Guarda tus pasos cuando vas a la casa de Dios, y acércate a escuchar en vez de ofrecer el sacrificio de los necios, porque éstos no saben que hacen el mal.
El hace mis pies como de ciervas, y me afirma en mis alturas.
Fíjate en el sendero de tus pies, y todos tus caminos serán establecidos.
Que se traiga ahora un poco de agua y lavaos los pies, y reposad bajo el árbol;
y dijo: He aquí ahora, señores míos, os ruego que entréis en la casa de vuestro siervo y paséis {en ella} la noche y lavéis vuestros pies; entonces os levantaréis temprano y continuaréis vuestro camino. Pero ellos dijeron: No, sino que pasaremos la noche en la plaza.
Entonces el hombre entró en la casa, y {Labán} descargó los camellos y les dio paja y forraje, y agua para lavar los pies de él y los pies de los hombres que estaban con él.
Luego echó* agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida.
Entonces llegó* a Simón Pedro. Este le dijo*: Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?
Pedro le contestó*: ¡Jamás me lavarás los pies! Jesús le respondió: Si no te lavo, no tienes parte conmigo.
Simón Pedro le dijo*: Señor, {entonces} no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.
Jesús le dijo*: El que se ha bañado no necesita lavarse, excepto los pies, pues está todo limpio; y vosotros estáis limpios, pero no todos.
Entonces, cuando acabó de lavarles los pies, tomó su manto, y sentándose {a la mesa} otra vez, les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?
Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros.
que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos, si ha mostrado hospitalidad a extraños, si ha lavado los pies de los santos, si ha ayudado a los afligidos {y} si se ha consagrado a toda buena obra.
y poniéndose detrás {de El} a sus pies, llorando, comenzó a regar sus pies con lágrimas y {los} secaba con los cabellos de su cabeza, besaba sus pies y {los} ungía con el perfume.
Y volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Yo entré a tu casa {y} no me diste agua para los pies, pero ella ha regado mis pies con sus lágrimas y {los} ha secado con sus cabellos.
No me diste beso, pero ella, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.
No ungiste mi cabeza con aceite, pero ella ungió mis pies con perfume.
Y de Aser, dijo: Más bendito que hijos es Aser; sea favorecido por sus hermanos, y moje su pie en aceite.
Y sucedió que cuando llevaron estos reyes a Josué, Josué llamó a todos los hombres de Israel, y dijo a los jefes de los hombres de guerra que habían ido con él: Acercaos, poned vuestro pie sobre el cuello de estos reyes. Ellos se acercaron y pusieron los pies sobre sus cuellos.
Entonces Séfora tomó un pedernal, cortó el prepucio de su hijo y lo echó a los pies de Moisés, y dijo: Tú eres, ciertamente, un esposo de sangre para mí.
Tu ropa no se gastó sobre ti, ni se hinchó tu pie {durante} estos cuarenta años.
y me dijo: Hijo de hombre, {este es} el lugar de mi trono, el lugar de las plantas de mis pies, donde habitaré entre los hijos de Israel para siempre. Y la casa de Israel no volverá a profanar mi santo nombre, ni ellos ni sus reyes, con sus prostituciones y con los cadáveres de sus reyes cuando mueran,
Y cualquiera que no os reciba ni oiga vuestras palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies.
Y si tu pie te es ocasión de pecar, córtalo; te es mejor entrar cojo a la vida, que teniendo los dos pies ser echado al infierno,
Y asiéndolo de la mano derecha, lo levantó; al instante sus pies y tobillos cobraron fuerza,