43 Versículo de la Biblia sobre el amor familiar
Versículos Más Relevantes
Habiendo purificado vuestras almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, en amor hermanable sin fingimiento, amaos unos a otros entrañablemente de corazón puro,
El que ama padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama hijo o hija más que a mí, no es digno de mí.
(del cual es nombrada toda la familia en los cielos y en la tierra),
Así que, entre tanto que tenemos tiempo, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué gracias tendréis? Porque también los pecadores aman a los que los aman.
Honrad a todos. Amad la fraternidad. Temed a Dios. Honrad al rey.
En todo tiempo ama el amigo; mas el hermano para la angustia es nacido.
Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su vida, no puede ser mi discípulo.
He sido extrañado de mis hermanos, y extraño a los hijos de mi madre.
A causa de mis hermanos y mis compañeros hablaré ahora paz de ti.
amando el amor de la hermandad los unos con los otros; previniéndoos con honra los unos a los otros;
Y entró el rey David, y se sentó delante del SEÑOR, y dijo: Señor DIOS, ¿Quién soy yo, y qué es mi casa, para que tú me traigas hasta aquí?
Pero si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que el que no creyó.
cumplid mi gozo; que sintáis lo mismo, teniendo una misma caridad, unánimes, sintiendo una misma cosa.
Por esta causa doblo mis rodillas al Padre del Señor nuestro, Jesús el Cristo,
y que hago misericordia por millares de generaciones a los que me aman, y guardan mis mandamientos.
(porque el que no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará de la Iglesia de Dios?);
Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre, aun ellos se levantaron contra ti, aun ellos dieron voces en pos de ti, oh congregación. No les creas, cuando bien te hablaren.
Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; y olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;
Paz sea a los hermanos y caridad con fe, por Dios Padre y el Señor Jesús el Cristo.
Acrecentará el SEÑOR bendición sobre vosotros; sobre vosotros y sobre vuestros hijos.
Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el Reino de Dios,
Porque estarán de aquí adelante cinco en una casa divididos; tres contra dos, y dos contra tres.
Mirad cuál caridad nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoce a él.
Mas seréis entregados aun de vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros.
En aquel tiempo, dijo el SEÑOR, yo seré por Dios a todos los linajes de Israel, y ellos me serán a mí por pueblo.
A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, visitaré contra vosotros todas vuestras iniquidades.
El entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen mi palabra, y la hacen.
Sea con vosotros gracia, misericordia, y paz de Dios Padre, y del Señor Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y caridad.
Y será que, si él te dijere: No saldré de tu lado; porque te ama a ti y a tu casa, porque le va bien contigo;
Y esta es la caridad, que andemos según su mandamiento. Y el mandamiento es: Que andéis en él, como vosotros habéis oído desde el principio.
No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado, guarda, no abras tu boca.
Y sobre todas estas cosas vestíos de caridad, la cual es el vínculo de la perfección.
He aquí, heredad del SEÑOR son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.
Guímel Su simiente será valiente en la tierra; Dálet la generación de los rectos será bendita.
Y si abrazareis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los publicanos?
Y se escogerá la muerte antes que la vida todo el resto que quedare de esta mala generación, en todos los lugares a donde arrojaré yo a los que quedaren, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
Demandad la paz de Jerusalén; sean pacificados los que te aman.
Después miré, y me levanté, y dije a los principales y a los magistrados, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor grande y terrible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas.
que gobierne bien su casa, que tenga sus hijos en sujeción con toda integridad
Y hermano entregará a hermano a la muerte, y padre a hijo; y los hijos se levantarán contra sus padres, y los harán morir.
Tesauro de la Biblia
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