47 Versículo de la Biblia sobre El infierno, como una experiencia
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dando retribución a los que no conocen a Dios, y a los que no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesús. Estos sufrirán el castigo de eterna destrucción, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando El venga para ser glorificado en sus santos en aquel día y para ser admirado entre todos los que han creído; porque nuestro testimonio ha sido creído por vosotros.
Y entonces les declararé: ``Jamás os conocí; APARTAOS DE MI, LOS QUE PRACTICAIS LA INIQUIDAD."
Pero los hijos del reino serán arrojados a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes.
y serán reunidas delante de El todas las naciones; y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.
Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
Entonces dirá también a los de su izquierda: ``Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles. ``Porque tuve hambre, y no me disteis de comer, tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recibisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis."Leer más.
Entonces ellos también responderán, diciendo: ``Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o {como} forastero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?" El entonces les responderá, diciendo: ``En verdad os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de los más pequeños de éstos, tampoco a mí lo hicisteis." Y éstos irán al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna.
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.
porque fuego se ha encendido en mi ira, que quema hasta las profundidades del Seol, consume la tierra con su fruto, e incendia los fundamentos de los montes.
Ni su plata ni su oro podrán librarlos en el día de la ira del SEÑOR, cuando por el fuego de su celo toda la tierra sea consumida; porque El hará una destrucción total {y} terrible de todos los habitantes de la tierra.
Pero cuando vio que muchos de los fariseos y saduceos venían para el bautismo, les dijo: ¡Camada de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira que vendrá?
Mas por causa de tu terquedad y de {tu} corazón no arrepentido, estás acumulando ira para ti en el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,
y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de entre los muertos, {es decir,} a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
De su boca sale una espada afilada para herir con ella a las naciones, y las regirá con vara de hierro; y El pisa el lagar del vino del furor de la ira de Dios Todopoderoso. Y en su manto y en su muslo tiene un nombre escrito: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
En el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio* a Abraham a lo lejos, y a Lázaro en su seno. Y gritando, dijo: ``Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, pues estoy en agonía en esta llama."
Y gritaron, diciendo: ¿Qué tenemos que ver contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes del tiempo?
Y el humo de su tormento asciende por los siglos de los siglos; y no tienen reposo, ni de día ni de noche, los que adoran a la bestia y a su imagen, y cualquiera que reciba la marca de su nombre.
Y el diablo que los engañaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde también están la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
Pero tú, oh Dios, los harás caer al pozo de la destrucción; los hombres sanguinarios y engañadores no vivirán la mitad de sus días; mas yo en ti confiaré.
por medio de las cuales nos ha concedido sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de {la} naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo por {causa de la} concupiscencia.
Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
pero al que le odia, le da el pago en su misma cara, destruyéndolo; {y} no se tarda {en castigar} al que le odia, en su misma cara le dará el pago.
¿Se hablará de tu misericordia en el sepulcro, {y de} tu fidelidad en el Abadón?
Cuando estaba con ellos, los guardaba en tu nombre, el {nombre} que me diste; y los guardé y ninguno se perdió, excepto el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera.
¿Y qué, si Dios, aunque dispuesto a demostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia a los vasos de ira preparados para destrucción?
Porque muchos andan como os he dicho muchas veces, y ahora os lo digo aun llorando, {que son} enemigos de la cruz de Cristo, cuyo fin es perdición, cuyo dios es {su} apetito y {cuya} gloria está en su vergüenza, los cuales piensan sólo en las cosas terrenales.
Que nadie os engañe en ninguna manera, porque {no vendrá} sin que primero venga la apostasía y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición,
La bestia que viste, era y no es, y está para subir del abismo e ir a la destrucción. Y los moradores de la tierra, cuyos nombres no se han escrito en el libro de la vida desde la fundación del mundo, se asombrarán al ver la bestia que era y no es, y {que} vendrá.
Y cuando salgan, verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano no morirá, ni su fuego se apagará, y serán el horror de toda la humanidad.
El bieldo está en su mano y limpiará completamente su era; y recogerá su trigo en el granero, pero quemará la paja en fuego inextinguible.
Y si tu mano o tu pie te es ocasión de pecar, córtatelo y échalo de ti; te es mejor entrar en la vida manco o cojo, que teniendo dos manos y dos pies, ser echado en el fuego eterno. Y si tu ojo te es ocasión de pecar, arráncatelo y échalo de ti. Te es mejor entrar en la vida con un solo ojo, que teniendo dos ojos, ser echado en el infierno de fuego.
sino cierta horrenda expectación de juicio, y la furia de UN FUEGO QUE HA DE CONSUMIR A LOS ADVERSARIOS.
Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que hacía señales en su presencia, con las cuales engañaba a los que habían recibido la marca de la bestia y a los que adoraban su imagen; los dos fueron arrojados vivos al lago de fuego que arde con azufre.
Entonces el rey dijo a los sirvientes: ``Atadle las manos y los pies, y echadlo a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes."
Estos son manantiales sin agua, bruma impulsada por una tormenta, para quienes está reservada la oscuridad de las tinieblas.
Entonces les dijo de nuevo: Yo me voy, y me buscaréis, y moriréis en vuestro pecado; adonde yo voy, vosotros no podéis ir.
El Abadón y la muerte dicen: ``Con nuestros oídos hemos oído su fama."
El Seol y el Abadón están delante del SEÑOR, ¿cuánto más los corazones de los hombres!
Porque habéis dicho: Hemos hecho un pacto con la muerte, hemos hecho un convenio con el Seol; cuando pase el azote abrumador, no nos alcanzará, porque hemos hecho de la mentira nuestro refugio y en el engaño nos hemos escondido.
¿Los libraré del poder del Seol? ¿Los redimiré de la muerte? ¿Dónde están, oh muerte, tus espinas? ¿Dónde está, oh Seol, tu aguijón? La compasión estará oculta a mi vista.
Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Y la Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego. Y el que no se encontraba inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.
Bienaventurado y santo es el que tiene parte en la primera resurrección; la muerte segunda no tiene poder sobre éstos sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con El por mil años.
``Y además de todo esto, hay un gran abismo puesto entre nosotros y vosotros, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros no puedan, y tampoco nadie pueda cruzar de allá a nosotros."
Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, que gustaron la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, pero {después} cayeron, es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento, puesto que de nuevo crucifican para sí mismos al Hijo de Dios y le exponen a la ignominia pública.
Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados, sino cierta horrenda expectación de juicio, y la furia de UN FUEGO QUE HA DE CONSUMIR A LOS ADVERSARIOS.
Y blasfemaron contra el Dios del cielo por causa de sus dolores y de sus llagas, y no se arrepintieron de sus obras.