20 Versículo de la Biblia sobre Evitar el mal
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Déjala, no pases por ella; apártate de ella, sigue adelante.
Y os ruego hermanos, que señaléis a aquellos que causan divisiones y escándalos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido; y que os apartéis de ellos.
Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas y vanas discusiones, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia;
Mas evita profanas y vanas palabrerías; porque irán en aumento para mayor impiedad.
Pero evita las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas.
Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho.
Huye también de las concupiscencias juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de corazón puro.
Huid de la fornicación. Todo pecado que el hombre comete, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
Mas el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.
Hijo mío, no andes en camino con ellos; aparta tu pie de sus veredas;
En cuanto a las obras de los hombres, por la palabra de tus labios yo me he guardado de las sendas de los violentos.
sino que les escribamos que se abstengan de las contaminaciones de los ídolos, y de fornicación, y de estrangulado y de sangre.
Que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, y de sangre, y de estrangulado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.
Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros hemos escrito y acordado que no guarden nada de esto; solamente que se abstengan de lo que fue sacrificado a los ídolos, y de sangre, y de estrangulado y de fornicación.
Mas desecha las fábulas profanas y de viejas, y ejercítate para la piedad;
Sean vuestras costumbres sin avaricia; contentos con lo que tenéis; porque Él dijo: No te dejaré ni te desampararé.
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de las concupiscencias carnales que batallan contra el alma;
