49 Versículo de la Biblia sobre la educación

Y Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios, y era un hombre poderoso en palabras y en hechos.

Porque todo lo que fue escrito en tiempos pasados, para nuestra enseñanza se escribió, a fin de que por medio de la paciencia y del consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.

¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría cuando no tiene entendimiento?

Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia,

Pero además de esto, hijo mío, estate prevenido: el hacer muchos libros no tiene fin, y demasiada dedicación {a ellos} es fatiga del cuerpo.

Aférrate a la instrucción, no la sueltes; guárdala, porque ella es tu vida.

Al ver la confianza de Pedro y de Juan, y dándose cuenta de que eran hombres sin letras y sin preparación, se maravillaban, y reconocían que ellos habían estado con Jesús.

A estos cuatro jóvenes Dios les dio conocimiento e inteligencia en toda {clase de} literatura y sabiduría; además Daniel entendía toda {clase de} visiones y sueños.

Entretanto que llego, ocúpate en la lectura {de las Escrituras,} la exhortación y la enseñanza.

A El nosotros proclamamos, amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo.

Tengo más discernimiento que todos mis maestros, porque tus testimonios son mi meditación.

Entonces el libro será dado al que no sabe leer, diciéndole: Lee esto, por favor; y él dirá: No sé leer.

Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios. Pues escrito está: {El es} EL QUE PRENDE A LOS SABIOS EN SU {propia} ASTUCIA.

El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, y el conocimiento del Santo es inteligencia.

Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; te aconsejaré con mis ojos {puestos} en ti.

Porque la sabiduría protege {como} el dinero protege; pero la ventaja del conocimiento es que la sabiduría preserva la vida de sus poseedores.

Todos tus hijos {serán} enseñados por el SEÑOR, y grande {será} el bienestar de tus hijos.

El sabio oirá y crecerá en conocimiento, y el inteligente adquirirá habilidad,

y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.

Pues considerad, hermanos, vuestro llamamiento; no hubo muchos sabios conforme a la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;

Adquirir sabiduría, cuánto mejor que el oro, y adquirir inteligencia es preferible a la plata.

El temor del SEÑOR es instrucción de sabiduría, y antes de la gloria está la humildad.

Entonces los judíos se maravillaban, diciendo: ¿Cómo puede éste saber de letras sin haber estudiado?

Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, educado bajo Gamaliel en estricta conformidad a la ley de nuestros padres, siendo {tan} celoso de Dios como todos vosotros lo sois hoy.

Enseña al niño el camino en que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él.

Mientras {Pablo} decía esto en su defensa, Festo dijo* a gran voz: ¡Pablo, estás loco! ¡{Tu} mucho saber te está haciendo perder la cabeza!

Compra la verdad y no {la} vendas, {adquiere} sabiduría, instrucción e inteligencia.

El entendimiento es fuente de vida para el que lo posee, mas la instrucción de los necios es necedad.

Jesús entonces les respondió y dijo: Mi enseñanza no es mía, sino del que me envió.

Da {instrucción} al sabio, y será aún más sabio, enseña al justo, y aumentará {su} saber.

Estando reunidos los fariseos, Jesús les hizo una pregunta,

Así que procuremos lo que contribuye a la paz y a la edificación mutua.

El rey les asignó una ración diaria de los manjares del rey y del vino que él bebía, y {mandó} que los educaran por tres años, al cabo de los cuales entrarían al servicio del rey.

a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra.

Lo principal es la sabiduría; adquiere sabiduría, y con todo lo que obtengas adquiere inteligencia.

Pues ni lo recibí de hombre, ni me fue enseñado, sino {que lo recibí} por medio de una revelación de Jesucristo.

Y al que se le enseña la palabra, que comparta toda cosa buena con el que le enseña.

El que ama la instrucción ama el conocimiento, pero el que odia la reprensión es torpe.

porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus utilidades {mejor} que el oro fino.

Vi además que bajo el sol no es de los ligeros la carrera, ni de los valientes la batalla; y que tampoco de los sabios es el pan, ni de los entendidos las riquezas, ni de los hábiles el favor, sino que el tiempo y la suerte les llegan a todos.

jóvenes en quienes no hubiera defecto alguno, de buen parecer, inteligentes en toda {rama del} saber, dotados de entendimiento y habilidad para discernir y que tuvieran la capacidad para servir en el palacio del rey; y {le mandó} que les enseñara la escritura y la lengua de los caldeos.

El necio no se deleita en la prudencia, sino sólo en revelar su corazón.

Pero el SEÑOR me tomó cuando pastoreaba el rebaño, y me dijo: Ve, profetiza a mi pueblo Israel.

Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre;

Entonces el sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de sus enseñanzas.

En aquel tiempo, hablando Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios e inteligentes, y las revelaste a los niños.

siempre aprendiendo, pero que nunca pueden llegar al pleno conocimiento de la verdad.