62 Versículo de la Biblia sobre la guerra

El adiestra mis manos para la batalla, y mis brazos para tensar el arco de bronce.

El SEÑOR es {fuerte} guerrero; el SEÑOR es su nombre.

{Salmo} de David.Bendito sea el SEÑOR, mi roca, que adiestra mis manos para la guerra, {y} mis dedos para la batalla.

¿Quién es este Rey de la gloria? El SEÑOR, fuerte y poderoso; el SEÑOR, poderoso en batalla.

Pues tú me has ceñido con fuerza para la batalla; has subyugado debajo de mí a los que contra mí se levantaron.

tiempo de amar, y tiempo de odiar; tiempo de guerra, y tiempo de paz.

¿O qué rey, cuando sale al encuentro de otro rey para la batalla, no se sienta primero y delibera si con diez mil {hombres} es {bastante} fuerte como para enfrentarse al que viene contra él con veinte mil?

Cuando vayáis a la guerra en vuestra tierra contra el adversario que os ataque, tocaréis alarma con las trompetas a fin de que el SEÑOR vuestro Dios se acuerde de vosotros, y seáis salvados de vuestros enemigos.

Proclamad esto entre las naciones: Preparaos para la guerra, despertad a los valientes; acérquense, suban todos los soldados.

Las palabras de su boca eran más blandas que la mantequilla, pero en su corazón {había} guerra; más suaves que el aceite eran sus palabras, sin embargo, eran espadas desnudas.

pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros.

El SEÑOR como guerrero saldrá, como hombre de guerra despertará {su} celo; gritará, sí, lanzará un grito de guerra, contra sus enemigos prevalecerá.

Todavía estoy tan fuerte como el día en que Moisés me envió; como era entonces mi fuerza, así es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.

Se prepara al caballo para el día de la batalla, pero la victoria es del SEÑOR.

Y aconteció que cuando todos los hombres de guerra habían ya perecido de entre el pueblo,

Esta comisión te confío, hijo Timoteo, conforme a las profecías que antes se hicieron en cuanto a ti, a fin de que por ellas pelees la buena batalla,

Yo {amo} la paz, mas cuando hablo, ellos están por la guerra.

Cuando salgas a la batalla contra tus enemigos y veas caballos y carros, {y} pueblo más numeroso que tú, no tengas temor de ellos; porque el SEÑOR tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto está contigo.

{El dice:} Eres mi mazo, {mi} arma de guerra; contigo destrozaré naciones, contigo destruiré reinos,

Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, unos cuatrocientos hombres, y les dijo: ¿Debo ir a pelear contra Ramot de Galaad o debo desistir? Y ellos respondieron: Sube porque el Señor {la} entregará en manos del rey.

y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro extremos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlas para la batalla; el número de ellas es como la arena del mar.

¿De dónde {vienen} las guerras y los conflictos entre vosotros? ¿No vienen de vuestras pasiones que combaten en vuestros miembros?

que he reservado para el tiempo de angustia, para el día de guerra y de batalla?

Hubo larga guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; pero David se iba fortaleciendo, mientras que la casa de Saúl se iba debilitando.

Y habréis de oír de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No os alarméis, porque es necesario que {todo esto} suceda; pero todavía no es el fin.

El SEÑOR peleará por vosotros mientras vosotros os quedáis callados.

¿Cómo han caído los valientes, y perecido las armas de guerra!

En el hambre te salvará de la muerte, y en la guerra del poder de la espada.

Buscarás a los que riñen contigo, pero no los hallarás; serán como nada, como si no existieran, los que te hacen guerra.

Y cuando oigáis de guerras y disturbios, no os aterroricéis; porque estas cosas tienen que suceder primero, pero el fin no {sucederá} inmediatamente.

Entonces saldrá el SEÑOR y peleará contra aquellas naciones, como cuando El peleó el día de la batalla.

y divide en mitades el botín entre los guerreros que salieron a la batalla y toda la congregación.

Y Saúl y todo el pueblo que {estaba} con él se agruparon y fueron a la batalla, y he aquí que la espada de cada hombre se volvía contra su compañero, {y había} gran confusión.

{Entonces} hubo guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles lucharon,

Cuando un hombre es recién casado, no saldrá con el ejército, ni se le impondrá ningún deber; quedará libre en su casa por un año para hacer feliz a la mujer que ha tomado.

Porque si la trompeta da un sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?

Así dice el SEÑOR acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, {los cuales} cuando tienen {algo} que morder, proclaman: Paz. Pero contra aquel que no les pone nada en la boca, declaran guerra santa.

Y cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os alarméis; es necesario que {todo esto} suceda, pero todavía no {es} el fin.

Hubo de nuevo guerra de los filisteos contra Israel. Descendió David con sus siervos, y mientras peleaban contra los filisteos, David se cansó.

El adiestra mis manos para la batalla, y mis brazos para tensar el arco de bronce.

¿No está el hombre obligado a trabajar sobre la tierra? ¿{No son} sus días como los días de un jornalero?

¿Alma mía, alma mía! Estoy angustiado, ¡oh corazón mío! Mi corazón se agita dentro de mí; no callaré, porque has oído, alma mía, el sonido de la trompeta, el pregón de guerra.

Y vi el cielo abierto, y he aquí, un caballo blanco; el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y hace la guerra.

que traman maldades en {su} corazón; que cada día provocan guerras.

Oh DIOS, Señor, poder de mi salvación, tú cubriste mi cabeza en el día de la batalla.

Y respondió uno de los mancebos y dijo: He aquí, he visto a un hijo de Isaí, el de Belén, que sabe tocar, es poderoso y valiente, un hombre de guerra, prudente en su hablar, hombre bien parecido y el SEÑOR está con él.

porque el SEÑOR vuestro Dios es el que va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros."

¿Has entrado en los depósitos de la nieve, o has visto los depósitos del granizo,

No hay hombre que tenga potestad para refrenar el viento con el viento, ni potestad sobre el día de la muerte; y no se da licencia en tiempo de guerra, ni la impiedad salvará a los que la practican.

Pero Dios me dijo: ``No edificarás casa a mi nombre, porque eres hombre de guerra y has derramado mucha sangre."