49 Versículo de la Biblia sobre La pureza de la naturaleza,
Versículos Más Relevantes
Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol,
Aunque me lave con aguas de nieve, y aunque limpie mis manos con la misma limpieza,
Las palabras del SEÑOR son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, colada siete veces.
y esto para poder discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio; y para enseñar a los hijos de Israel todos los estatutos que el SEÑOR les ha dicho por mano de Moisés.
Y habrá allí camino y calzada, y se llamará Camino de Santidad; no pasará por él hombre inmundo; y habrá para ellos en él quien los acompañe, de tal manera que los insensatos no yerren.
Despiértate, despiértate, vístete tu fortaleza, oh Sion; vístete tus ropas de hermosura, oh Jerusalén, ciudad santa, porque nunca más acontecerá, que venga en ti incircunciso, ni inmundo.
los cuales, viendo a algunos de sus discípulos comer pan con manos comunes, es a decir, no lavadas, los condenaban.
Habla a los hijos de Israel, diciendo: La mujer cuando concibiere y diere a luz varón, será inmunda siete días; conforme a los días que está separada por su menstruo, será inmunda.
Y si diere a luz hembra será inmunda dos semanas, conforme a su separación, y sesenta y seis días estará purificándose de su sangre.
Y cuando se cumplieron los días de su purificación, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor,
Y dijo al pueblo: Estad apercibidos para el tercer día; no lleguéis a mujer.
Y la mujer con quien el varón tuviere ayuntamiento de simiente, ambos se lavarán con agua, y serán inmundos hasta la tarde.
Y el sacerdote respondió a David, y dijo: No tengo pan común a la mano; solamente tengo pan sagrado; mas lo daré si los criados se han guardado a lo menos de mujeres.
Y el hombre, cuando de él saliere derramamiento de simiente, lavará en agua toda su carne, y será inmundo hasta la tarde. Y todo vestido, o toda piel sobre la cual hubiere el derramamiento de simiente, se lavará con agua, y será inmunda hasta la tarde.
Cuando hubiere en ti alguno que no fuere limpio por accidente de noche, saldrá del campamento, y no entrará en él. Y será que al declinar de la tarde se lavará con agua, y cuando fuere puesto el sol, entrará en el campamento.
Mas aquel día Saúl no dijo nada, porque se decía: Le habrá acontecido algo, por ventura no está limpio; no estará purificado.
Y cuando la mujer tuviere flujo de sangre, y su flujo fuere en su carne, siete días estará apartada; y cualquiera que la tocare, será inmundo hasta la tarde. Y todo aquello sobre lo que ella se acostare mientras su separación, será inmundo; y todo aquello sobre lo que se sentare, será inmundo.
Y acaeció que levantándose David de su cama a la hora de la tarde, se paseaba por el terrado de la casa real, cuando vio desde el terrado una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa. Y envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías el heteo. Y envió David mensajeros, y la tomó; y así que hubo entrado a él, él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa.
que no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la Casa de Israel, ni violare la mujer de su prójimo, ni se llegare a la mujer menstruosa,
Y habló el SEÑOR a Moisés y a Aarón, diciendo: Hablad a los hijos de Israel, y decidles: Cualquier varón, cuando su simiente manare de su carne, será inmundo.
Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre hacía doce años, acercándose por detrás, tocó la franja de su vestido,
Y una mujer, que tenía flujo de sangre hacía ya doce años, la cual había gastado en médicos toda su hacienda, y por ninguno había podido ser curada,
El que tocare cadáver de cualquier persona humana, siete días será inmundo. Este se removerá el pecado al tercer día con aquella agua, y al séptimo día será limpio; y si al tercer día no se remueve el pecado, no será limpio al séptimo día. Cualquiera que tocare cadáver; que tocare en persona de hombre que estuviere muerto, y no removiere el pecado, el tabernáculo del SEÑOR contaminó; y aquella persona será cortada de Israel; por cuanto el agua de la separación no fue rociada sobre él, inmundo será; y su inmundicia será sobre él.Leer más.
Esta es la ley cuando alguno muriere en la tienda: cualquiera que entrare en la tienda y todo lo que estuviere en ella, será inmundo siete días. Y todo vaso abierto, sobre el cual no hubiere tapadera bien ajustada, será inmundo. Y cualquiera que tocare un muerto a espada sobre la faz del campo, o un cadáver, o un hueso humano, o un sepulcro, siete días será inmundo.
De todo animal limpio te tomarás de siete pares, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, dos, macho y su hembra.
Y por estas cosas seréis inmundos: cualquiera que tocare sus cuerpos muertos, será inmundo hasta la tarde;
No quedarán en la tierra del SEÑOR, sino que volverá Efraín a Egipto, y a Asiria, donde comerán vianda inmunda.
Y el leproso en quien hubiere tal llaga, sus vestidos serán deshechos y su cabeza descubierta, y embozado pregonará: ¡Inmundo! ¡Inmundo!
Y he aquí un leproso vino, y le adoraba, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Y extendiendo Jesús su mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y luego su lepra fue limpiada. Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; mas ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece el presente que mandó Moisés, para que les conste.
Y un leproso vino a él, rogándole; e hincada la rodilla, le dice: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió su mano, y le tocó, y le dice: Quiero, sé limpio. Y así que hubo él hablado, la lepra se fue luego de aquel, y fue limpio.Leer más.
Entonces le apercibió, y le despidió luego, y le dice: Mira, no digas a nadie nada; sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos.
Y aconteció que estando en una ciudad, he aquí un hombre lleno de lepra, el cual viendo a Jesús, postrándose sobre el rostro, le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Entonces, extendiendo la mano, le tocó diciendo: Quiero; sé limpio. Y luego la lepra se fue de él. Y él le mandó que no lo dijera a nadie; mas ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza, como mandó Moisés, para que les conste.
Entonces mandará el sacerdote, y desocuparán la casa antes que el sacerdote entre a mirar la plaga, para que no sea contaminado todo lo que estuviere en la casa; y después el sacerdote entrará a reconocer la casa.
Y el que hubiere llevado el macho cabrío a Azazel, lavará sus vestidos, lavará también con agua su carne, y después entrará en el campamento.
Y el que se purifica lavará sus vestidos, y raerá todo su pelo, y se lavará con agua, y será limpio; y después entrará en el campamento, y morará fuera de su tienda siete días.
Y para el inmundo tomarán del polvo de la vaca que fue quemada como de pecado, y echarán sobre ella agua viva en un vaso; y tomará hisopo, y un varón limpio lo mojará en el agua, y rociará sobre la tienda, y sobre todas las alhajas, y sobre las personas que allí estuvieren, y sobre aquel que hubiere tocado el hueso, o el matado, o el muerto, o el sepulcro. Y el limpio rociará sobre el inmundo al tercer día y al séptimo día; y cuando haya removido el pecado al día séptimo, él lavará luego sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será limpio a la tarde.Leer más.
Y el varón que fuere inmundo, y no se hace remover el pecado, la tal persona será cortada de entre la congregación, por cuanto contaminó el tabernáculo del SEÑOR; no fue rociada sobre él el agua de separación, es inmundo. Y les será por estatuto perpetuo; también el que rociare el agua de la separación lavará sus vestidos; y el que tocare el agua de la separación, será inmundo hasta la tarde.
Ciertamente el oro, y la plata, el bronce, el hierro, el estaño, y el plomo, todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y será limpio, bien que en las aguas de separación habrá de remover el pecado; mas haréis pasar por agua todo lo que no aguanta el fuego.
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana, y laven sus vestidos;
Y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus vestidos. Y dijo al pueblo: Estad apercibidos para el tercer día; no lleguéis a mujer.
Harás también una fuente de bronce, con su basa de bronce, para lavarse; y la has de poner entre el tabernáculo del testimonio y el altar; y pondrás en ella agua. Y de ella se lavarán Aarón y sus hijos sus manos y sus pies. Cuando entraren en el tabernáculo del testimonio, se han de lavar con agua, para que no mueran; y cuando se acerquen al altar para ministrar, para encender al SEÑOR la ofrenda que se ha de consumir al fuego,Leer más.
también se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su simiente por sus generaciones.
lleguémonos con corazón verdadero, y con fe llena, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua limpia
No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.
Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; mas lo que sale de él, aquello es lo que contamina al hombre.
En el cual había de todos los animales cuadrúpedos de la tierra, y bestias fieras, y reptiles, y aves del cielo. Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come. Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común e inmunda he comido jamás.Leer más.
Y volvió la voz hacia él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo ensucies.
Entonces Pablo tomó consigo aquellos hombres, y al día siguiente, habiéndose purificado con ellos, entró en el Templo, para anunciar el cumplimiento de los días de la purificación, hasta ser ofrecida ofrenda por cada uno de ellos.
Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que por amor a él nada hay inmundo; mas a aquel que piensa de alguna cosa ser inmunda, para él es inmunda.
Pero viniendo Pedro a Antioquía, le resistí en la cara, porque era de condenar. Porque antes que vinieran unos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; mas después que vinieron, se retraía y apartaba, teniendo miedo de los que eran de la circuncisión.
Como vi que no andaban derechamente conforme a la verdad del Evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como gentil y no como judío, ¿por qué constriñes a los gentiles a judaizar? Nosotros que somos judíos por naturaleza, y no pecadores de los gentiles,
Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada hay que desechar, tomándose con acción de gracias;