110 Versículo de la Biblia sobre Las mujeres
Versículos Más Relevantes
Y el hombre puso nombre a todo ganado y a las aves del cielo y a toda bestia del campo, mas para Adán no se encontró una ayuda que fuera idónea para él. Entonces el SEÑOR Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre, y {éste} se durmió; y {Dios} tomó una de sus costillas, y cerró la carne en ese lugar. Y de la costilla que el SEÑOR Dios había tomado del hombre, formó una mujer y la trajo al hombre.Leer más.
Y el hombre dijo: Esta es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne; ella será llamada mujer, porque del hombre fue tomada. Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Este es el libro de las generaciones de Adán. El día que Dios creó al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. Varón y hembra los creó; y los bendijo, y los llamó Adán el día en que fueron creados.
Y Adán no {fue el} engañado, sino que la mujer, siendo engañada completamente, cayó en transgresión.
Y la serpiente era más astuta que cualquiera de los animales del campo que el SEÑOR Dios había hecho. Y dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: ``No comeréis de ningún árbol del huerto"? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto, ha dicho Dios: ``No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis."Leer más.
Y la serpiente dijo a la mujer: Ciertamente no moriréis. Pues Dios sabe que el día que de él comáis, serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conociendo el bien y el mal. Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido que estaba con ella, y él comió. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; y cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales. Y oyeron al SEÑOR Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del SEÑOR Dios entre los árboles del huerto. Y el SEÑOR Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás? Y él respondió: Te oí en el huerto, y tuve miedo porque estaba desnudo, y me escondí. Y {Dios le} dijo: ¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del cual te mandé que no comieras? Y el hombre respondió: La mujer que tú me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces el SEÑOR Dios dijo a la mujer: ¿Qué es esto que has hecho? Y la mujer respondió: La serpiente me engañó, y yo comí. Y el SEÑOR Dios dijo a la serpiente: Por cuanto has hecho esto, maldita serás más que todos los animales, y más que todas las bestias del campo; sobre tu vientre andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, y tú lo herirás en el calcañar. A la mujer dijo: En gran manera multiplicaré tu dolor en el parto, con dolor darás a luz los hijos; y con todo, tu deseo será para tu marido, y él tendrá dominio sobre ti.
Y muchas mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle, estaban allí, mirando de lejos; entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.
Había también unas mujeres mirando de lejos, entre las que {estaban} María Magdalena, María, la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé, las cuales cuando {Jesús} estaba en Galilea, le seguían y le servían; y {había} muchas otras que habían subido con El a Jerusalén.
Pero temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestras mentes sean desviadas de la sencillez y pureza {de la devoción} a Cristo.
Pero todos sus conocidos y las mujeres que le habían acompañado desde Galilea, estaban a cierta distancia viendo estas cosas.
Y hallándose Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, se le acercó una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso, y lo derramó sobre su cabeza cuando estaba sentado {a la mesa.} Pero al ver {esto,} los discípulos se indignaron, y decían: ¿Para qué este desperdicio?Leer más.
Porque este {perfume} podía haberse vendido a gran precio, y {el dinero} habérselo dado a los pobres. Pero Jesús, dándose cuenta, les dijo: ¿Por qué molestáis a la mujer? Pues buena obra ha hecho conmigo. Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. Pues al derramar ella este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. En verdad os digo: Dondequiera que este evangelio se predique, en el mundo entero, se hablará también de lo que ésta ha hecho, en memoria suya.
Pero Rut dijo: No insistas que te deje {o} que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, iré yo, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo {será} mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú mueras, {allí} moriré, y allí seré sepultada. Así haga el SEÑOR conmigo, y aún peor, si {algo, excepto} la muerte, nos separa.
Pero Ana se levantó después de haber comido y bebido en Silo, y {mientras} el sacerdote Elí estaba sentado en la silla junto al poste de la puerta del templo del SEÑOR, ella, muy angustiada, oraba al SEÑOR y lloraba amargamente. E hizo voto y dijo: Oh SEÑOR de los ejércitos, si tú te dignas mirar la aflicción de tu sierva, te acuerdas de mí y no te olvidas de tu sierva, sino que das un hijo a tu sierva, yo lo dedicaré al SEÑOR por todos los días de su vida y nunca pasará navaja sobre su cabeza.Leer más.
Y mientras ella continuaba en oración delante del SEÑOR, Elí le estaba observando la boca. Pero Ana hablaba en su corazón, sólo sus labios se movían y su voz no se oía. Elí, pues, pensó que estaba ebria. Entonces Elí le dijo: ¿Hasta cuándo estarás embriagada? Echa de ti tu vino. Pero Ana respondió y dijo: No, señor mío, soy una mujer angustiada en espíritu; no he bebido vino ni licor, sino que he derramado mi alma delante del SEÑOR. No tengas a tu sierva por mujer indigna; porque hasta ahora he orado a causa de mi gran congoja y aflicción. Respondió Elí y dijo: Ve en paz; y que el Dios de Israel te conceda la petición que le has hecho. Y ella dijo: Halle tu sierva gracia ante tus ojos. Y la mujer se puso en camino, comió y ya no estaba {triste} su semblante. Y se levantaron de mañana, adoraron delante del SEÑOR y regresaron de nuevo a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y el SEÑOR se acordó de ella. Y a su debido tiempo, después de haber concebido, Ana dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, {diciendo:} Porque se lo he pedido al SEÑOR. Subió el varón Elcana con toda su casa a ofrecer al SEÑOR el sacrificio anual y {a pagar} su voto, pero Ana no subió, pues dijo a su marido: {No subiré} hasta que el niño sea destetado; entonces lo llevaré para que se presente delante del SEÑOR y se quede allí para siempre. Y Elcana su marido le dijo: Haz lo que mejor te parezca. Quédate hasta que lo hayas destetado; solamente confirme el SEÑOR su palabra. La mujer se quedó y crió a su hijo hasta que lo destetó. Después de haberlo destetado, lo llevó consigo, con un novillo de tres años, un efa de harina y un odre de vino, y lo trajo a la casa del SEÑOR en Silo, aunque el niño era pequeño. Entonces sacrificaron el novillo, y trajeron el niño a Elí. Y ella dijo: ¡Oh señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti orando al SEÑOR. Por este niño oraba, y el SEÑOR me ha concedido la petición que le hice. Por lo cual yo también lo he dedicado al SEÑOR; todos los días de su vida estará dedicado al SEÑOR. Y adoró allí al SEÑOR.
Y estando El en Betania, sentado {a la mesa} en casa de Simón el leproso, vino una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso de nardo puro; {y} rompió el frasco y lo derramó sobre la cabeza de Jesús. Pero algunos estaban indignados {y se decían} unos a otros: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume? Porque este perfume podía haberse vendido por más de trescientos denarios, y dado {el dinero} a los pobres. Y la reprendían.Leer más.
Pero Jesús dijo: Dejadla; ¿por qué la molestáis? Buena obra ha hecho conmigo. Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros; y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis. Ella ha hecho lo que ha podido; se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. Y en verdad os digo: Dondequiera que el evangelio se predique en el mundo entero, también se hablará de lo que ésta ha hecho, para memoria suya.
Y {había} un hombre en Maón que tenía sus bienes en Carmel; el hombre era muy rico y tenía tres mil ovejas y mil cabras; y estaba en Carmel trasquilando sus ovejas. El hombre se llamaba Nabal, y su mujer se llamaba Abigail. Y la mujer {era} inteligente y de hermosa apariencia, pero el hombre {era} áspero y malo en {sus} tratos, y {era} calebita. Y oyó David en el desierto que Nabal estaba trasquilando sus ovejas.Leer más.
Entonces David envió diez jóvenes, y les dijo: Subid a Carmel, visitad a Nabal y saludadle en mi nombre; y {le} diréis así: ``Ten una larga vida, paz para ti, paz para tu casa y paz para todo lo que tienes. ``He oído que tienes esquiladores; ahora bien, tus pastores han estado con nosotros, y no los hemos maltratado, ni les ha faltado nada todos los días que estuvieron en Carmel. ``Pregunta a tus mozos, y ellos te {lo} dirán. Por tanto, permite que {mis} mozos hallen gracia ante tus ojos, porque hemos llegado en un día de fiesta. Te ruego que de lo que tengas a mano, des a tus siervos y a tu hijo David." Cuando llegaron los jóvenes de David, dijeron a Nabal todas estas palabras en nombre de David; entonces esperaron. Pero Nabal respondió a los siervos de David, y dijo: ¿Quién es David y quién es el hijo de Isaí? Hay muchos siervos hoy día que huyen de su señor. ¿He de tomar mi pan, mi agua y la carne que he preparado para mis esquiladores, y he de dárselos a hombres cuyo origen no conozco? Entonces los jóvenes de David se volvieron por su camino, y regresaron; y llegaron y le comunicaron todas estas palabras. Y David dijo a sus hombres: Cíñase cada uno su espada. Y cada hombre se ciñó su espada. David también se ciñó su espada, y unos cuatrocientos hombres subieron tras David, mientras que doscientos se quedaron con el bagaje. Mas uno de los mozos avisó a Abigail, mujer de Nabal, diciendo: He aquí, David envió mensajeros desde el desierto a saludar a nuestro señor, y él los desdeñó. Sin embargo, los hombres {fueron} muy buenos con nosotros; no nos maltrataron ni nos faltó nada cuando andábamos con ellos, mientras estábamos en el campo. Como muro fueron para nosotros tanto de noche como de día, todo el tiempo que estuvimos con ellos apacentando las ovejas. Ahora pues, reflexiona y mira lo que has de hacer, porque el mal {ya} está determinado contra nuestro señor y contra toda su casa, y él es un hombre tan indigno que nadie puede hablarle. Entonces Abigail se dio prisa y tomó doscientos panes, dos odres de vino, cinco ovejas ya preparadas, cinco medidas de grano tostado, cien racimos de uvas pasas, y doscientas tortas de higos, y {los} puso sobre asnos. Y dijo a sus mozos: Id delante de mí; he aquí, yo os seguiré. Pero nada dijo a su marido Nabal. Y sucedió que cuando ella cabalgaba en su asno y descendía por la parte encubierta del monte, he aquí que David y sus hombres venían bajando hacia ella, y se encontró con ellos. Y David había dicho: Ciertamente, en vano he guardado todo lo que este {hombre} tiene en el desierto, de modo que nada se perdió de todo lo suyo; y él me ha devuelto mal por bien. Así haga Dios a los enemigos de David, y aun más, si al {llegar} la mañana he dejado {tan sólo} un varón de los suyos. Cuando Abigail vio a David se dio prisa y bajó de su asno, y cayendo sobre su rostro delante de David, se postró en tierra. Y se echó a sus pies y dijo: Señor mío, sólo sobre mí sea la culpa. Te ruego que permitas que tu sierva te hable, y que escuches las palabras de tu sierva. Ruego a mi señor que no haga caso a este hombre indigno, Nabal, porque conforme a su nombre, así es. Se llama Nabal, y la insensatez está con él; mas yo tu sierva no vi a los jóvenes que tú, mi señor, enviaste. Ahora pues, señor mío, vive el SEÑOR y vive tu alma; puesto que el SEÑOR te ha impedido derramar sangre y vengarte por tu propia mano, sean pues como Nabal tus enemigos y los que buscan el mal contra mi señor. Y ahora permite que este presente que tu sierva ha traído para mi señor se dé a los jóvenes que acompañan a mi señor. Te ruego que perdones la ofensa de tu sierva, porque el SEÑOR ciertamente establecerá una casa duradera para mi señor, pues mi señor pelea las batallas del SEÑOR, y el mal no se hallará en ti en todos tus días. Y si alguno se levanta para perseguirte y buscar tu vida, entonces la vida de mi señor será ligada en el haz de los que viven con el SEÑOR tu Dios; pero El lanzará la vida de tus enemigos como de en medio de una honda. Y sucederá que cuando el SEÑOR haga por mi señor conforme a todo el bien que El ha hablado de ti, y te ponga por príncipe sobre Israel, esto no causará pesar ni remordimiento a mi señor, tanto por haber derramado sangre sin causa como por haberse vengado mi señor. Cuando el SEÑOR haya hecho bien a mi señor, entonces acuérdate de tu sierva. Entonces David dijo a Abigail: Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que te envió hoy a encontrarme, bendito sea tu razonamiento, y bendita seas tú, que me has impedido hoy derramar sangre y vengarme por mi propia mano. Sin embargo, vive el SEÑOR, Dios de Israel, que me ha impedido hacerte mal, que si tú no hubieras venido pronto a encontrarme, ciertamente, para la luz del alba, no le hubiera quedado a Nabal {ni} un varón. Recibió David de su mano lo que ella había traído y le dijo: Sube en paz a tu casa. Mira, te he escuchado y te he concedido tu petición.
Y he aquí, había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que {Jesús} estaba sentado {a la mesa} en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y poniéndose detrás {de El} a sus pies, llorando, comenzó a regar sus pies con lágrimas y {los} secaba con los cabellos de su cabeza, besaba sus pies y {los} ungía con el perfume.
Y aconteció que cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Por qué me ha acontecido esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?Leer más.
Porque he aquí, apenas la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre. Y bienaventurada la que creyó que tendrá cumplimiento lo que le fue dicho de parte del Señor.
Entonces Jesús, seis días antes de la Pascua, vino a Betania donde estaba Lázaro, al que Jesús había resucitado de entre los muertos. Y le hicieron una cena allí, y Marta servía; pero Lázaro era uno de los que estaban {a la mesa} con El. Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro que costaba mucho, ungió los pies de Jesús, y se los secó con los cabellos, y la casa se llenó con la fragancia del perfume.Leer más.
Y Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que le iba a entregar, dijo*: ¿Por qué no se vendió este perfume por trescientos denarios y se dio a los pobres? Pero dijo esto, no porque se preocupara por los pobres, sino porque era un ladrón, y como tenía la bolsa del dinero, sustraía de lo que se echaba en ella. Entonces Jesús dijo: Déjala, para que lo guarde para el día de mi sepultura. Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros; pero a mí no siempre me tendréis.
Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita (que traducido {al griego} es Dorcas); esta mujer era rica en obras buenas y de caridad que hacía continuamente. Y sucedió que en aquellos días se enfermó y murió; y lavado {su cuerpo,} lo pusieron en un aposento alto. Como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, al oír que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, rogándo{le:} No tardes en venir a nosotros.Leer más.
Entonces Pedro se levantó y fue con ellos. Cuando llegó, lo llevaron al aposento alto, y todas las viudas lo rodearon llorando, mostrando todas las túnicas y ropas que Dorcas solía hacer cuando estaba con ellas. Mas Pedro, haciendo salir a todos, se arrodilló y oró, y volviéndose al cadáver, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó. Y él le dio la mano y la levantó; y llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva. Y esto se supo en todo Jope, y muchos creyeron en el Señor.
Y María Magdalena estaba allí, y la otra María, sentadas frente al sepulcro.
Sucedió que cuando el arca del SEÑOR entraba a la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, miró desde la ventana y vio al rey David saltando y danzando delante del SEÑOR, y lo menospreció en su corazón. Metieron el arca del SEÑOR y la colocaron en su lugar dentro de la tienda que David había levantado para ella, y David ofreció holocaustos y ofrendas de paz delante del SEÑOR. Cuando David terminó de ofrecer el holocausto y las ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre del SEÑOR de los ejércitos.Leer más.
Después repartió a todo el pueblo, a toda la multitud de Israel, tanto a hombres como a mujeres, una torta de pan, una de dátiles y una de pasas a cada uno. Entonces todo el pueblo se fue, cada uno a su casa. Pero al regresar David para bendecir su casa, Mical, hija de Saúl, salió al encuentro de David, y {le} dijo: ¡Cómo se ha distinguido hoy el rey de Israel! Se descubrió hoy ante los ojos de las criadas de sus siervos, como se descubriría sin decoro un insensato. Y David dijo a Mical: {Eso fue} delante del SEÑOR que me escogió en preferencia a tu padre y a toda su casa para constituirme por príncipe sobre el pueblo del SEÑOR, sobre Israel. Por tanto, {lo} celebraré delante del SEÑOR. Y aún seré menos estimado que esto, y seré humillado ante mis propios ojos, pero con las criadas de quienes has hablado, ante ellas seré honrado. Y Mical, hija de Saúl, no tuvo hijos hasta el día de su muerte.
Y María Magdalena y María, la {madre} de José, miraban {para saber} dónde le ponían.
Y sucedió que después de estas cosas, Nabot de Jezreel tenía una viña que {estaba} en Jezreel, junto al palacio de Acab, rey de Samaria. Y Acab habló a Nabot, diciendo: Dame tu viña para que me sirva de huerta para hortaliza porque está cerca, al lado de mi casa, y yo te daré en su lugar una viña mejor; si prefieres, te daré su precio en dinero. Pero Nabot le dijo a Acab: No permita el SEÑOR que te dé la herencia de mis padres.Leer más.
Acab entonces se fue a su casa disgustado y molesto a causa de la palabra que Nabot de Jezreel le había dicho; pues dijo: No te daré la herencia de mis padres. Y se acostó en su cama, volvió su rostro y no comió. Pero Jezabel su mujer se acercó a él, y le dijo: ¿Por qué está tu espíritu tan decaído que no comes? Entonces él le respondió: Porque le hablé a Nabot de Jezreel, y le dije: ``Dame tu viña por dinero; o, si prefieres, te daré una viña en su lugar." Pero él dijo: ``No te daré mi viña." Su mujer Jezabel le dijo: ¿No reinas ahora sobre Israel? Levántate, come, y alégrese tu corazón. Yo te daré la viña de Nabot de Jezreel. Y ella escribió cartas en nombre de Acab, las selló con su sello y envió las cartas a los ancianos y a los nobles que vivían en la ciudad con Nabot. Y escribió en las cartas, diciendo: Proclamad ayuno y sentad a Nabot a la cabeza del pueblo. Sentad a dos hombres malvados delante de él que testifiquen contra él, diciendo: ``Tú has blasfemado a Dios y al rey." Entonces sacadlo y apedreadlo para que muera. Los hombres de su ciudad, los ancianos y los nobles que vivían en su ciudad, hicieron como Jezabel les había mandado, tal como estaba escrito en las cartas que ella les había enviado. Proclamaron ayuno y sentaron a Nabot a la cabeza del pueblo. Entonces entraron los dos hombres malvados y se sentaron delante de él; y los dos hombres malvados testificaron contra él, es decir, contra Nabot delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado a Dios y al rey. Y lo llevaron fuera de la ciudad, lo apedrearon y murió. Después enviaron {un mensaje} a Jezabel, diciendo: Nabot ha sido apedreado y ha muerto. Y cuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado y había muerto, Jezabel dijo a Acab: Levántate, toma posesión de la viña de Nabot de Jezreel, la cual él se negó a dártela por dinero, porque Nabot no está vivo, sino muerto. Y sucedió que cuando Acab oyó que Nabot había muerto, se levantó para descender a la viña de Nabot de Jezreel, para tomar posesión de ella. Entonces vino la palabra del SEÑOR a Elías tisbita, diciendo: Levántate, desciende al encuentro de Acab, rey de Israel, que está en Samaria; he aquí, él está en la viña de Nabot, adonde ha descendido a tomar posesión de ella. Le hablarás, diciendo: ``Así dice el SEÑOR: ` ¿Has asesinado, y además has tomado posesión {de la viña}?'" También le hablarás, diciendo: ``Así dice el SEÑOR: `En el lugar donde los perros lamieron la sangre de Nabot, los perros lamerán tu sangre, tu misma {sangre}.'" Y Acab dijo a Elías: ¿Me has encontrado, enemigo mío? Y él respondió: {Te} he encontrado, porque te has vendido para hacer el mal ante los ojos del SEÑOR. He aquí, traeré mal sobre ti, te barreré completamente y cortaré de Acab todo varón, tanto siervo como libre en Israel; haré tu casa como la casa de Jeroboam, hijo de Nabat, y como la casa de Baasa, hijo de Ahías, por la provocación con la que {me} has provocado a ira y {porque} has hecho pecar a Israel. También de Jezabel ha hablado el SEÑOR, diciendo: ``Los perros comerán a Jezabel en la parcela de Jezreel." Cualquiera de Acab que muera en la ciudad, lo comerán los perros, y el que muera en el campo, lo comerán las aves del cielo. Ciertamente no hubo ninguno como Acab que se vendiera para hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR, porque Jezabel su mujer lo había incitado.
Y las mujeres que habían venido con El desde Galilea siguieron detrás, y vieron el sepulcro y cómo fue colocado el cuerpo. Y cuando regresaron, prepararon especias aromáticas y perfumes. Y en el día de reposo descansaron según el mandamiento.
Hijo mío, presta atención a mi sabiduría, inclina tu oído a mi prudencia, para que guardes la discreción, y tus labios conserven el conocimiento. Porque los labios de la extraña destilan miel, y su lengua es más suave que el aceite;Leer más.
pero al final es amarga como el ajenjo, aguda como espada de dos filos. Sus pies descienden a la muerte, sus pasos {sólo} logran el Seol. No considera la senda de la vida; sus senderos son inestables, {y} no {lo} sabe.
Pasado el día de reposo, al amanecer del primer {día} de la semana, María Magdalena y la otra María vinieron a ver el sepulcro. Y he aquí, se produjo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendiendo del cielo, y acercándose, removió la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestidura blanca como la nieve;Leer más.
y de miedo a él los guardias temblaron y se quedaron como muertos. Y hablando el ángel, dijo a las mujeres: Vosotras, no temáis; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, porque ha resucitado, tal como dijo. Venid, ved el lugar donde yacía. E id pronto, y decid a sus discípulos que El ha resucitado de entre los muertos; y he aquí, El va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os {lo} he dicho. Y ellas, alejándose a toda prisa del sepulcro con temor y gran gozo, corrieron a dar las noticias a sus discípulos. Y he aquí que Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¿Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies y le adoraron. Entonces Jesús les dijo*: No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán.
Pasado el día de reposo, María Magdalena, María, la {madre} de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. Y muy de mañana, el primer día de la semana, llegaron* al sepulcro cuando el sol {ya} había salido. Y se decían unas a otras: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?Leer más.
Cuando levantaron los ojos, vieron* que la piedra, aunque era sumamente grande, había sido removida. Y entrando en el sepulcro, vieron a un joven sentado al {lado} derecho, vestido con ropaje blanco; y ellas se asustaron. Pero él les dijo*: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el crucificado. Ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar donde le pusieron. Pero id, decid a sus discípulos y a Pedro: ``El va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, tal como os dijo." Y saliendo ellas, huyeron del sepulcro, porque un {gran} temblor y espanto se había apoderado de ellas; y no dijeron nada a nadie porque tenían miedo. Y después de haber resucitado, muy temprano el primer día de la semana, {Jesús} se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado fuera siete demonios. {Y} ella fue y se lo comunicó a los que habían estado con El, que estaban lamentándose y llorando. Cuando ellos oyeron que El estaba vivo y que ella le había visto, se negaron a creerlo.
Y tú, hijo de hombre, pon tu rostro contra las hijas de tu pueblo que profetizan por su propia inspiración, profetiza contra ellas y di: ``Así dice el Señor DIOS": ` ¿Ay de las que cosen cintas {mágicas} para todas las coyunturas de la mano y hacen velos para las cabezas de {personas} de toda talla con el fin de cazar almas! ¿Cazaréis las vidas de mi pueblo y preservaréis vuestras vidas? `Me habéis profanado ante mi pueblo por puñados de cebada y por pedazos de pan, dando muerte a algunos que no debían morir y dejando con vida a otros que no debían vivir, mintiendo a mi pueblo que escucha la mentira.'"Leer más.
Por tanto, así dice el Señor DIOS: He aquí, yo estoy contra vuestras cintas {mágicas} con las que allí cazáis vidas como aves; las arrancaré de vuestros brazos y dejaré ir las vidas, las vidas que cazáis como aves. También rasgaré vuestros velos y libraré a mi pueblo de vuestras manos, y no serán más presa en vuestras manos; y sabréis que yo soy el SEÑOR. Porque habéis entristecido el corazón del justo con falsedad, cuando yo no lo he entristecido, y habéis fortalecido las manos del impío para que no se aparte de su mal camino a fin de preservar su vida, por tanto, no veréis más visiones falsas ni practicaréis más la adivinación, y libraré a mi pueblo de vuestra mano; y sabréis que yo soy el SEÑOR.
Pero el primer {día} de la semana, al rayar el alba, {las mujeres} vinieron al sepulcro trayendo las especias aromáticas que habían preparado. Y encontraron {que} la piedra {había sido} removida del sepulcro, y cuando entraron, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.Leer más.
Y aconteció que estando ellas perplejas por esto, de pronto se pusieron junto a ellas dos varones en vestiduras resplandecientes; y estando ellas aterrorizadas e inclinados sus rostros a tierra, ellos les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos cómo os habló cuando estaba aún en Galilea, diciendo que el Hijo del Hombre debía ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, y al tercer día resucitar. Entonces ellas se acordaron de sus palabras, y regresando del sepulcro, anunciaron todas estas cosas a los once y a todos los demás. Eran María Magdalena y Juana y María, la {madre} de Jacobo; también las demás {mujeres} con ellas referían estas cosas a los apóstoles. Y a ellos estas palabras les parecieron como disparates, y no las creyeron.
Y si {algunos} hombres luchan entre sí y golpean a una mujer encinta, y ella aborta, sin haber {otro} daño, ciertamente {el culpable} será multado según lo que el esposo de la mujer demande de él; y pagará según lo que los jueces decidan. Pero si hubiera {algún otro} daño, entonces pondrás {como castigo,} vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,Leer más.
quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.
Al día siguiente partimos y llegamos a Cesarea, y entrando en la casa de Felipe, el evangelista, que era uno de los siete, nos quedamos con él. Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban.
Y SUCEDERA EN LOS ULTIMOS DIAS --dice Dios-- QUE DERRAMARE DE MI ESPIRITU SOBRE TODA CARNE; Y VUESTROS HIJOS Y VUESTRAS HIJAS PROFETIZARAN, VUESTROS JOVENES VERAN VISIONES, Y VUESTROS ANCIANOS SOÑARAN SUEÑOS; Y AUN SOBRE MIS SIERVOS Y SOBRE MIS SIERVAS DERRAMARE DE MI ESPIRITU EN ESOS DIAS, y profetizarán.
Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: ``Cuando una mujer dé a luz y tenga varón, quedará impura por siete días; como en los días de su menstruación, será impura. ``Al octavo día la carne del prepucio {del niño} será circuncidada.Leer más.
``Y ella permanecerá en la sangre de su purificación por treinta y tres días; no tocará ninguna cosa consagrada ni entrará al santuario hasta que los días de su purificación sean cumplidos. ``Pero si da a luz una niña, quedará impura por dos semanas, como en {los días de} su menstruación; y permanecerá en la sangre de su purificación por sesenta y seis días. ``Cuando se cumplan los días de su purificación por un hijo o por una hija, traerá al sacerdote, a la entrada de la tienda de reunión, un cordero de un año como holocausto, y un pichón o una tórtola como ofrenda por el pecado. ``Entonces él los ofrecerá delante del SEÑOR y hará expiación por ella, y quedará limpia del flujo de su sangre. Esta es la ley para la que da a {luz, sea} hijo o hija. ``Pero si no le alcanzan los recursos para ofrecer un cordero, entonces tomará dos tórtolas o dos pichones, uno para el holocausto y el otro para la ofrenda por el pecado; y el sacerdote hará expiación por ella, y quedará limpia."
Y sucederá que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne; y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones. Y aun sobre los siervos y las siervas derramaré mi Espíritu en esos días.
``Cuando una mujer tenga flujo, {si} el flujo en su cuerpo es sangre, ella permanecerá en su impureza menstrual por siete días; y cualquiera que la toque quedará inmundo hasta el atardecer. ``También todo aquello sobre lo que ella se acueste durante su impureza menstrual quedará inmundo, y todo aquello sobre lo que ella se siente quedará inmundo. ``Cualquiera que toque su cama lavará su ropa, se bañará en agua y quedará inmundo hasta el atardecer.Leer más.
``Y todo el que toque cualquier cosa sobre la que ella se siente, lavará su ropa, se bañará en agua y quedará inmundo hasta el atardecer. ``Sea que esté sobre la cama o sobre aquello en lo cual ella se haya sentado, el que lo toque quedará inmundo hasta el atardecer. ``Y si un hombre se acuesta con ella y su impureza menstrual lo mancha, quedará inmundo por siete días, y toda cama sobre la que él se acueste quedará inmunda. ``Si una mujer tiene un flujo de sangre por muchos días, no en el período de su impureza menstrual, o si tiene un flujo después de ese período, todos los días de su flujo impuro continuará como en los días de su impureza menstrual; es inmunda. ``Toda cama sobre la cual ella se acueste durante los días de su flujo será para ella como la cama durante su menstruación, y todo sobre lo que ella se siente quedará inmundo, como la impureza de su impureza menstrual. ``Cualquiera que toque esas {cosas} quedará inmundo; lavará su ropa, se bañará en agua y quedará inmundo hasta el atardecer. ``Cuando ella quede limpia de su flujo, contará siete días; después quedará limpia. ``Al octavo día ella tomará consigo dos tórtolas o dos pichones, y los traerá al sacerdote a la entrada de la tienda de reunión. ``El sacerdote ofrecerá uno {de ellos} como ofrenda por el pecado y el otro como holocausto. Así hará expiación el sacerdote por ella delante del SEÑOR a causa de su flujo impuro."
Pero toda mujer que tiene la cabeza descubierta mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza; porque se hace una con la que está rapada.
La mujer no vestirá ropa de hombre, ni el hombre se pondrá ropa de mujer; porque cualquiera que hace esto es abominación al SEÑOR tu Dios.
Débora, profetisa, mujer de Lapidot, juzgaba a Israel en aquel tiempo; y se sentaba debajo de la palmera de Débora entre Ramá y Betel, en la región montañosa de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a {pedir} juicio.
Asimismo, las ancianas deben ser reverentes en {su} conducta: no calumniadoras ni esclavas de mucho vino, que enseñen lo bueno, que enseñen a las jóvenes a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, {a ser} prudentes, puras, hacendosas en el hogar, amables, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
Llegó entonces a Efeso un judío que se llamaba Apolos, natural de Alejandría, hombre elocuente, {y} que era poderoso en las Escrituras. Este había sido instruido en el camino del Señor, y siendo ferviente de espíritu, hablaba y enseñaba con exactitud las cosas referentes a Jesús, aunque sólo conocía el bautismo de Juan. Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga. Pero cuando Priscila y Aquila lo oyeron, lo llevaron aparte y le explicaron con mayor exactitud el camino de Dios.
Y Miriam la profetisa, hermana de Aarón, tomó en su mano el pandero, y todas las mujeres salieron tras ella con panderos y danzas. Y Miriam les respondía: Cantad al SEÑOR porque ha triunfado gloriosamente; al caballo y su jinete ha arrojado al mar.
Os recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia en Cencrea; que la recibáis en el Señor de una manera digna de los santos, y que la ayudéis en cualquier asunto en que ella necesite de vosotros, porque ella también ha ayudado a muchos y {aun} a mí mismo.
Débora, profetisa, mujer de Lapidot, juzgaba a Israel en aquel tiempo;
De igual manera, las mujeres {deben ser} dignas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.
Entonces el sacerdote Hilcías, y Ahicam, Acbor, Safán y Asaías fueron a la profetisa Hulda, mujer de Salum, hijo de Ticva, hijo de Harhas, encargado del vestuario; ella habitaba en Jerusalén en el segundo sector, y hablaron con ella. Y ella les dijo: Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: ``Decid al hombre que os ha enviado a mí: `Así dice el SEÑOR: ``He aquí, voy a traer mal sobre este lugar y sobre sus habitantes, {según} todas las palabras del libro que ha leído el rey de Judá.Leer más.
``Por cuanto me han abandonado y han quemado incienso a otros dioses para provocarme a ira con toda la obra de sus manos, por tanto mi ira arde contra este lugar y no se apagará."'" Pero al rey de Judá que os envió a consultar al SEÑOR, así le diréis: ``Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `{En cuanto} a las palabras que has oído, porque se enterneció tu corazón y te humillaste delante del SEÑOR cuando oíste lo que hablé contra este lugar y contra sus habitantes, que vendrían a ser desolación y maldición, y has rasgado tus vestidos y has llorado delante de mí, ciertamente te he oído' --declara el SEÑOR. `Por tanto, he aquí, te reuniré con tus padres y serás recogido en tu sepultura en paz, y tus ojos no verán todo el mal que yo voy a traer sobre este lugar.'" Y llevaron la respuesta al rey.
Me acerqué a la profetisa, y ella concibió y dio a luz un hijo. Y el SEÑOR me dijo: Ponle por nombre Maher-shalal-hash-baz;
Saludad a los hermanos que están en Laodicea, también a Ninfas y a la iglesia que está en su casa.
Cuando ella y su familia se bautizaron, {nos} rogó, diciendo: Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid a mi casa y quedaos {en ella.} Y nos persuadió {a ir.}
Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había muerto, se levantó y exterminó a toda la descendencia real. Pero Josaba, hija del rey Joram, hermana de Ocozías, tomó a Joás, hijo de Ocozías, y lo sacó furtivamente de entre los hijos del rey a quienes estaban dando muerte, y lo puso a él y a su nodriza en la alcoba. Así lo escondieron de Atalía, y no le dieron muerte. Y estuvo escondido con ella en la casa del SEÑOR seis años, mientras Atalía reinaba en el país.
Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, por causa del nombre del SEÑOR, vino a probarle con preguntas difíciles. Y vino a Jerusalén con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias, y gran cantidad de oro y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su corazón. Y Salomón contestó todas sus preguntas; no hubo nada tan oscuro que el rey no pudiera explicárselo.Leer más.
Cuando la reina de Sabá vio toda la sabiduría de Salomón, la casa que él había edificado, los manjares de su mesa, las habitaciones de sus siervos, el porte de sus ministros y sus vestiduras, sus coperos, y la escalinata por la cual él subía a la casa del SEÑOR, se quedó asombrada. Entonces dijo al rey: Era verdad lo que había oído en mi tierra acerca de tus palabras y de tu sabiduría. Pero yo no creía lo que me decían, hasta que he venido y mis ojos lo han visto. Y he aquí, no se me había contado ni la mitad. Tú superas {en} sabiduría y prosperidad la fama que había oído. Bienaventurados tus hombres, bienaventurados estos tus siervos que están delante de ti continuamente {y} oyen tu sabiduría. Bendito sea el SEÑOR tu Dios que se agradó de ti para ponerte sobre el trono de Israel; por el amor que el SEÑOR ha tenido siempre a Israel, te ha puesto por rey para hacer derecho y justicia. Entonces ella dio al rey ciento veinte talentos de oro, y gran cantidad de especias aromáticas y piedras preciosas. Nunca más entró tanta abundancia de especias aromáticas como las que la reina de Sabá dio al rey Salomón. También las naves de Hiram, que habían traído oro de Ofir, trajeron de allí gran cantidad de madera de sándalo y piedras preciosas. Con la madera de sándalo el rey hizo balaustres para la casa del SEÑOR y para el palacio del rey; también liras y arpas para los cantores; esa clase de madera de sándalo no ha entrado {más} ni se ha vuelto a ver hasta hoy. El rey Salomón dio a la reina de Sabá todo cuanto ella quiso pedirle, además de lo que le dio conforme a su real magnificencia. Después ella se volvió, y regresó a su tierra con sus siervos.
Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan muy afectuosamente en el Señor.
Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, vino a Jerusalén a probar a Salomón con preguntas difíciles. Ella tenía un séquito muy grande, con camellos cargados de especias y gran cantidad de oro y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su corazón. Y Salomón contestó todas sus preguntas; no hubo nada tan oscuro que Salomón no pudiera explicárselo. Cuando la reina de Sabá vio la sabiduría de Salomón, la casa que él había edificado,Leer más.
los manjares de su mesa, las habitaciones de sus siervos, el porte de sus ministros y sus vestiduras, sus coperos y sus vestiduras, y la escalinata por la cual él subía a la casa del SEÑOR, se quedó sin aliento. Entonces dijo al rey: Era verdad lo que había oído en mi tierra acerca de tus palabras y de tu sabiduría. Pero yo no creía lo que me decían, hasta que he venido y mis ojos lo han visto. Y he aquí, no se me había contado ni la mitad de la grandeza de tu sabiduría. Tú superas todo lo que había oído. Bienaventurados tus hombres, bienaventurados estos tus siervos que están delante de ti continuamente y oyen tu sabiduría. Bendito sea el SEÑOR tu Dios que se agradó en ti, poniéndote sobre su trono como rey para el SEÑOR tu Dios; porque tu Dios amó a Israel afirmándolo para siempre, por lo cual te ha puesto por rey sobre ellos para hacer derecho y justicia. Entonces ella dio al rey ciento veinte talentos de oro, y gran cantidad de especias aromáticas y piedras preciosas. Nunca hubo especias aromáticas como las que la reina de Sabá dio al rey Salomón. Y los siervos de Hiram y los siervos de Salomón que habían traído oro de Ofir, trajeron también madera de sándalo y piedras preciosas. Con la madera de sándalo el rey hizo gradas para la casa del SEÑOR y para el palacio del rey; también liras y arpas para los cantores; no se había visto en la tierra de Judá madera como ésa. El rey Salomón dio a la reina de Sabá todo cuanto ella quiso pedirle, más de lo que había traído al rey. Después ella se volvió y regresó a su tierra con sus siervos.
Saludad a Trifena y a Trifosa, obreras del Señor. Saludad a la querida {hermana} Pérsida, que ha trabajado mucho en el Señor.
La mujer virtuosa es corona de su marido, mas la que {lo} avergüenza es como podredumbre en sus huesos.
Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Ruego a Evodia y a Síntique, que vivan en armonía en el Señor. En verdad, fiel compañero, también te ruego que ayudes a estas {mujeres} que han compartido mis luchas en {la causa} del evangelio, junto con Clemente y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.
Y el asunto angustió a Abraham en gran manera por tratarse de su hijo. Mas Dios dijo a Abraham: No te angusties por el muchacho ni por tu sierva; presta atención a todo lo que Sara te diga, porque por Isaac será llamada tu descendencia.
Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y compañeros de prisión, que se destacan entre los apóstoles {y} quienes también vinieron a Cristo antes que yo.
El que halla esposa halla algo bueno y alcanza el favor del SEÑOR.
Pero toda mujer que tiene la cabeza descubierta mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza; porque se hace una con la que está rapada. Porque si la mujer no se cubre {la cabeza,} que también se corte {el cabello;} pero si es deshonroso para la mujer cortarse {el cabello,} o raparse, que se cubra. Pues el hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del hombre.Leer más.
Porque el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre; pues en verdad el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre. Por tanto, la mujer debe tener {un símbolo de} autoridad sobre la cabeza, por causa de los ángeles. Sin embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer. Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre {nace} de la mujer; y todas las cosas proceden de Dios. Juzgad vosotros mismos: ¿es propio que la mujer ore a Dios {con la cabeza} descubierta? ¿No os enseña la misma naturaleza que si el hombre tiene el cabello largo le es deshonra, pero que si la mujer tiene el cabello largo le es una gloria? Pues a ella el cabello le es dado por velo. Pero si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni {la tienen} las iglesias de Dios.
Mujer hacendosa, ¿quién {la} hallará? Su valor supera en mucho al de las joyas. En ella confía el corazón de su marido, y no carecerá de ganancias. Ella le trae bien y no mal todos los días de su vida.Leer más.
Busca lana y lino, y con agrado trabaja con sus manos. Es como las naves de mercader, trae su alimento de lejos. También se levanta cuando aún es de noche, y da alimento a los de su casa, y tarea a sus doncellas. Evalúa un campo y lo compra; con sus ganancias planta una viña. Ella se ciñe de fuerza, y fortalece sus brazos. Nota que su ganancia es buena, no se apaga de noche su lámpara. Extiende sus manos a la rueca, y sus manos toman el huso. Extiende su mano al pobre, y alarga sus manos al necesitado. No tiene temor de la nieve por los de su casa, porque todos los de su casa llevan ropa escarlata. Se hace mantos para sí; su ropa es de lino fino y de púrpura. Su marido es conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra. Hace telas de lino y {las} vende, y provee cinturones a los mercaderes. Fuerza y dignidad son su vestidura, y sonríe al futuro. Abre su boca con sabiduría, y hay enseñanza de bondad en su lengua. Ella vigila la marcha de su casa, y no come el pan de la ociosidad. Sus hijos se levantan y la llaman bienaventurada, {también} su marido, y la alaba {diciendo:} Muchas mujeres han obrado con nobleza, pero tú las superas a todas. Engañosa es la gracia y vana la belleza, {pero} la mujer que teme al SEÑOR, ésa será alabada. Dadle el fruto de sus manos, y que sus obras la alaben en las puertas.
porque Dios no es {Dios} de confusión, sino de paz, como en todas las iglesias de los santos. Las mujeres guarden silencio en las iglesias, porque no les es permitido hablar, antes bien, que se sujeten como dice también la ley. Y si quieren aprender algo, que pregunten a sus propios maridos en casa; porque no es correcto que la mujer hable en la iglesia.
Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el {ángel,} le dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo; bendita eres tú entre las mujeres.Leer más.
Pero ella se turbó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería éste. Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que soy virgen? Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo Niño que nacerá será llamado Hijo de Dios. Y he aquí, tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril. Porque ninguna cosa será imposible para Dios. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia. En esos días María se levantó y fue apresuradamente a la región montañosa, a una ciudad de Judá; y entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. Y aconteció que cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Por qué me ha acontecido esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? Porque he aquí, apenas la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre. Y bienaventurada la que creyó que tendrá cumplimiento lo que le fue dicho de parte del Señor. Entonces María dijo: Mi alma engrandece al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la humilde condición de {esta} su sierva; pues he aquí, desde ahora en adelante todas las generaciones me tendrán por bienaventurada. Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso; y santo es su nombre. Y DE GENERACION EN GENERACION ES SU MISERICORDIA PARA LOS QUE LE TEMEN. Ha hecho proezas con su brazo; ha esparcido a los soberbios en el pensamiento de sus corazones. Ha quitado a los poderosos de {sus} tronos; y ha exaltado a los humildes; A LOS HAMBRIENTOS HA COLMADO DE BIENES y ha despedido a los ricos con las manos vacías. Ha ayudado a Israel, su siervo, para recuerdo de su misericordia tal como dijo a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia para siempre. Y María se quedó con Elisabet como tres meses, y {después} regresó a su casa.
Que la mujer aprenda calladamente, con toda obediencia. Yo no permito que la mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada.
Fueron a toda prisa, y hallaron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre. Y cuando {lo} vieron, dieron a saber lo que se les había dicho acerca de este Niño. Y todos los que {lo} oyeron se maravillaron de las cosas que les fueron dichas por los pastores.Leer más.
Pero María atesoraba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón.
Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos; sino con buenas obras, como corresponde a las mujeres que profesan la piedad.
Y poco después, El comenzó a recorrer las ciudades y aldeas, proclamando y anunciando las buenas nuevas del reino de Dios; con El {iban} los doce, y {también} algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, y Juana, mujer de Chuza, mayordomo de Herodes, y Susana, y muchas otras que de sus bienes personales contribuían al sostenimiento de ellos.
Pero rehúsa {poner en la lista} a viudas más jóvenes, porque cuando sienten deseos sensuales, contrarios a Cristo, se quieren casar, incurriendo {así} en condenación, por haber abandonado su promesa anterior. Y además, aprenden {a estar} ociosas, yendo de casa en casa; y no sólo ociosas, sino también charlatanas y entremetidas, hablando de cosas que no {son} dignas.Leer más.
Por tanto, quiero que las {viudas} más jóvenes se casen, que tengan hijos, que cuiden {su} casa {y} no den al adversario ocasión de reproche. Pues algunas ya se han apartado para seguir a Satanás. Si alguna creyente tiene viudas {en la familia}, que las mantenga, y que la iglesia no lleve la carga para que pueda ayudar a las que en verdad son viudas.
Y he aquí, una mujer que había estado sufriendo de flujo de sangre por doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; pues decía para sí: Si tan sólo toco su manto, sanaré. Pero Jesús, volviéndose y viéndola, dijo: Hija, ten ánimo, tu fe te ha sanado. Y al instante la mujer quedó sana.
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos {de ellos} son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres al observar vuestra conducta casta y respetuosa. Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos,Leer más.
sino {que sea} el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios. Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos. Así obedeció Sara a Abraham, llamándolo señor, y vosotras habéis llegado a ser hijas de ella, si hacéis el bien y no estáis amedrentadas por ningún temor.
Y una mujer que había tenido flujo de sangre por doce años, y había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía sin provecho alguno, sino que al contrario, había empeorado; cuando oyó hablar de Jesús, se llegó {a El} por detrás entre la multitud y tocó su manto.Leer más.
Porque decía: Si tan sólo toco sus ropas, sanaré. Al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba curada de su aflicción. Y enseguida Jesús, dándose cuenta de que había salido poder de El, volviéndose entre la gente, dijo: ¿Quién ha tocado mi ropa? Y sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te oprime, y dices: `` ¿Quién me ha tocado?" Pero El miraba a su alrededor para ver a la {mujer} que le había tocado. Entonces la mujer, temerosa y temblando, dándose cuenta de lo que le había sucedido, vino y se postró delante de El y le dijo toda la verdad. Y {Jesús} le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz y queda sana de tu aflicción.
Por aquellos días, al multiplicarse {el número} {de} los discípulos, surgió una queja de parte de los {judíos} helenistas en contra de los judíos {nativos,} porque sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria {de los alimentos}.
No reprendas con dureza al anciano, sino, {más bien,} exhórta{lo} como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos, a las ancianas, como a madres; a las más jóvenes, como a hermanas, con toda pureza. Honra a las viudas que en verdad son viudas;Leer más.
pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, que aprendan {éstos} primero a mostrar piedad para con su propia familia y a recompensar a sus padres, porque esto es agradable delante de Dios. Pero la que en verdad es viuda y se ha quedado sola, tiene puesta su esperanza en Dios y continúa en súplicas y oraciones noche y día. Mas la que se entrega a los placeres desenfrenados, {aun} viviendo, está muerta. Ordena también estas cosas, para que sean irreprochables. Pero si alguno no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo. Que la viuda sea puesta en la lista sólo si no es menor de sesenta años, {habiendo sido} la esposa de un solo marido, que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos, si ha mostrado hospitalidad a extraños, si ha lavado los pies de los santos, si ha ayudado a los afligidos {y} si se ha consagrado a toda buena obra.
Y una mujer que había tenido un flujo de sangre por doce años y que había gastado en médicos todo cuanto tenía y no podía ser curada por nadie, se acercó {a Jesús} por detrás y tocó el borde de su manto, y al instante cesó el flujo de su sangre. Y Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Mientras todos lo negaban, Pedro dijo, y los que con él estaban: Maestro, las multitudes te aprietan y te oprimen.Leer más.
Pero Jesús dijo: Alguien me tocó, porque me di cuenta que de mí había salido poder. Al ver la mujer que ella no había pasado inadvertida, se acercó temblando, y cayendo delante de El, declaró en presencia de todo el pueblo la razón por la cual le había tocado, y cómo al instante había sido sanada. Y El le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz.
Saliendo Jesús de allí, se retiró a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí, una mujer cananea que había salido de aquella comarca, comenzó a gritar, diciendo: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada. Pero El no le respondió palabra. Y acercándose sus discípulos, le rogaban, diciendo: Atiéndela, pues viene gritando tras nosotros.Leer más.
Y respondiendo El, dijo: No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Pero acercándose ella, se postró ante El, diciendo: ¡Señor, socórreme! Y El respondió y dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echár{selo} a los perrillos. Pero ella dijo: Sí, Señor; pero también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas. Y su hija quedó sana desde aquel momento.
{Y} vosotros, maridos, igualmente, convivid de manera comprensiva {con vuestras mujeres,} como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas.
Levantándose de allí, se fue a la región de Tiro, y entrando en una casa, no quería que nadie {lo} supiera, pero no pudo pasar inadvertido; sino que enseguida, al oír {hablar} de El, una mujer cuya hijita tenía un espíritu inmundo, fue y se postró a sus pies. La mujer era gentil, sirofenicia de nacimiento; y le rogaba que echara fuera de su hija al demonio.Leer más.
Y El le decía: Deja que primero los hijos se sacien, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos. Pero ella respondió y le dijo*: Es cierto, Señor; {pero} aun los perrillos debajo de la mesa comen las migajas de los hijos. Y El le dijo: Por esta respuesta, vete; el demonio ha salido de tu hija. Cuando ella volvió a su casa, halló que la niña estaba acostada en la cama, y que el demonio había salido.
Porque Adán fue creado primero, después Eva. Y Adán no {fue el} engañado, sino que la mujer, siendo engañada completamente, cayó en transgresión.
pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús. Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido. No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús.Leer más.
Y si sois de Cristo, entonces sois descendencia de Abraham, herederos según la promesa.
{Jesús} se sentó frente al {arca del} tesoro, y observaba cómo la multitud echaba dinero en el {arca del} tesoro; y muchos ricos echaban grandes cantidades. Y llegó una viuda pobre y echó dos pequeñas monedas de cobre, o sea, un cuadrante. Y llamando a sus discípulos, les dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos los contribuyentes al tesoro;Leer más.
porque todos ellos echaron de lo que les sobra, pero ella, de su pobreza echó todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir.
Pues la mujer casada está ligada por la ley a su marido mientras él vive; pero si su marido muere, queda libre de la ley en cuanto al marido. Así que, mientras vive su marido, será llamada adúltera si ella se une a otro hombre; pero si su marido muere, está libre de la ley, de modo que no es adúltera aunque se una a otro hombre.
Levantando {Jesús} la vista, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el {arca del} tesoro. Y vio también a una viuda pobre que echaba allí dos pequeñas monedas de cobre; y dijo: En verdad os digo, que esta viuda {tan} pobre echó más que todos {ellos;}Leer más.
porque todos ellos echaron en la ofrenda de lo que les sobraba, pero ella, de su pobreza, echó todo lo que tenía para vivir.
En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno es para el hombre no tocar mujer. No obstante, por razón de las inmoralidades, que cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. Que el marido cumpla su deber para con su mujer, e igualmente la mujer {lo cumpla} con el marido.Leer más.
La mujer no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino el marido. Y asimismo el marido no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os privéis el uno del otro, excepto de común acuerdo {y} por cierto tiempo, para dedicaros a la oración; volved después a juntaros a fin de que Satanás no os tiente por causa de vuestra falta de dominio propio.
Mientras iban ellos de camino, El entró en cierta aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Y ella tenía una hermana que se llamaba María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Pero Marta se preocupaba con todos los preparativos; y acercándose {a El, le} dijo: Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.Leer más.
Respondiendo el Señor, le dijo: Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas; pero una sola cosa es necesaria, y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada.
Una mujer de Samaria vino* a sacar agua, {y} Jesús le dijo*: Dame de beber. Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos. Entonces la mujer samaritana le dijo*: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? (Porque los judíos no tienen tratos con los samaritanos.)Leer más.
Respondió Jesús y le dijo: Si tú conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: ``Dame de beber", tú le habrías pedido a El, y El te hubiera dado agua viva. Ella le dijo*: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva? ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo del cual bebió él mismo, y sus hijos, y sus ganados? Respondió Jesús y le dijo: Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna. La mujer le dijo*: Señor, dame esa agua, para que no tenga sed ni venga hasta aquí a sacar{la.} El le dijo*: Ve, llama a tu marido y ven acá. Respondió la mujer y le dijo: No tengo marido. Jesús le dijo*: Bien has dicho: ``No tengo marido", porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad. La mujer le dijo*: Señor, me parece que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén está el lugar donde se debe adorar. Jesús le dijo*: Mujer, créeme; la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren. Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad. La mujer le dijo*: Sé que el Mesías viene (el que es llamado Cristo); cuando El venga nos declarará todo. Jesús le dijo*: Yo soy, el que habla contigo. En esto llegaron sus discípulos y se admiraron de que hablara con una mujer, pero ninguno le preguntó: ¿Qué tratas de averiguar? o: ¿Por qué hablas con ella? Entonces la mujer dejó su cántaro, fue a la ciudad y dijo* a los hombres: Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo lo que yo he hecho. ¿No será éste el Cristo? Y salieron de la ciudad e iban a El.
Las mujeres {estén sometidas} a sus propios maridos como al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, {siendo} El mismo el Salvador del cuerpo. Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres {deben estarlo} a sus maridos en todo.
Llegó, pues, Jesús y halló que ya hacía cuatro días que estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a tres kilómetros; y muchos de los judíos habían venido a {casa de} Marta y María, para consolarlas por {la muerte de su} hermano.Leer más.
Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, fue a su encuentro, pero María se quedó sentada en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Aun ahora, yo sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá. Jesús le dijo*: Tu hermano resucitará. Marta le contestó*: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final. Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto? Ella le dijo*: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que viene al mundo. Y habiendo dicho esto, se fue y llamó a su hermana María, diciéndole en secreto: El Maestro está aquí, y te llama. Tan pronto como ella {lo} oyó, se levantó* rápidamente y fue hacia El. Pues Jesús aún no había entrado en la aldea, sino que todavía estaba en el lugar donde Marta le había encontrado. Entonces los judíos que estaban con ella en la casa consolándola, cuando vieron que María se levantó de prisa y salió, la siguieron, suponiendo que iba al sepulcro a llorar allí. Cuando María llegó adonde estaba Jesús, al verle, se arrojó entonces a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Y cuando Jesús la vio llorando, y a los judíos que vinieron con ella llorando también, se conmovió profundamente en el espíritu, y se entristeció, y dijo: ¿Dónde lo pusisteis? Le dijeron*: Señor, ven y ve. Jesús lloró. Por eso los judíos decían: Mirad, cómo lo amaba. Pero algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos del ciego, haber evitado también que {Lázaro} muriera? Entonces Jesús, de nuevo profundamente conmovido en su interior, fue* al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta sobre ella. Jesús dijo*: Quitad la piedra. Marta, hermana del que había muerto, le dijo*: Señor, ya hiede, porque hace cuatro días {que murió.} Jesús le dijo*: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios? Entonces quitaron la piedra. Jesús alzó los ojos a lo alto, y dijo: Padre, te doy gracias porque me has oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que {me} rodea, para que crean que tú me has enviado. Habiendo dicho esto, gritó con fuerte voz: ¿Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo*: Desatadlo, y dejadlo ir.
Mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
que enseñen a las jóvenes a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, {a ser} prudentes, puras, hacendosas en el hogar, amables, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.
Pues el hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del hombre. Porque el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre; pues en verdad el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre.Leer más.
Por tanto, la mujer debe tener {un símbolo de} autoridad sobre la cabeza, por causa de los ángeles. Sin embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer. Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre {nace} de la mujer; y todas las cosas proceden de Dios.
Sin embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer. Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre {nace} de la mujer; y todas las cosas proceden de Dios.
No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús.
Y Jefté hizo un voto al SEÑOR, y dijo: Si en verdad entregas en mis manos a los hijos de Amón, sucederá que cualquiera que salga de las puertas de mi casa a recibirme cuando yo vuelva en paz de los hijos de Amón, será del SEÑOR, o lo ofreceré como holocausto. Y Jefté cruzó adonde {estaban} los hijos de Amón para pelear contra ellos; y el SEÑOR los entregó en su mano.Leer más.
Y los hirió con una gran matanza desde Aroer hasta la entrada de Minit, veinte ciudades, hasta Abel-keramim. Y los hijos de Amón fueron sometidos delante de los hijos de Israel. Cuando Jefté llegó a su casa en Mizpa, he aquí, su hija salió a recibirlo con panderos y con danzas. Era ella su única hija; fuera de ella no tenía hijo ni hija. Y cuando la vio, él rasgó sus ropas y dijo: ¡Ay, hija mía! Me has abatido y estás entre los que me afligen; porque he dado mi palabra al SEÑOR, y no me puedo retractar. Entonces ella le dijo: Padre mío, has dado tu palabra al SEÑOR; haz conmigo conforme a lo que has dicho, ya que el SEÑOR te ha vengado de tus enemigos, los hijos de Amón. Y ella dijo a su padre: Que se haga esto por mí; déjame sola por dos meses, para que vaya yo a los montes y llore por mi virginidad, yo y mis compañeras. Y él dijo: Ve, y la dejó ir por dos meses; y ella se fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes. Al cabo de los dos meses ella regresó a su padre, que hizo con ella conforme al voto que había hecho; y ella no tuvo relaciones con ningún hombre. Y se hizo costumbre en Israel, que de año en año las hijas de Israel fueran cuatro días en el año a conmemorar a la hija de Jefté galaadita.
Mientras ellos se alegraban, he aquí, los hombres de la ciudad, hombres perversos, rodearon la casa; {y} golpeando la puerta, hablaron al dueño de la casa, al anciano, diciendo: Saca al hombre que entró en tu casa para que tengamos relaciones con él. Entonces el hombre, el dueño de la casa, salió a ellos y les dijo: No, hermanos míos, no os portéis tan vilmente; puesto que este hombre ha entrado en mi casa, no cometáis esta infamia. Aquí está mi hija virgen y la concubina de él. Permitidme que las saque para que abuséis de ellas y hagáis con ellas lo que queráis, pero no cometáis semejante infamia contra este hombre.Leer más.
Pero los hombres no quisieron escucharle, así que el levita tomó a su concubina y {la} trajo a ellos. Y ellos la ultrajaron y abusaron de ella toda la noche hasta la mañana; entonces la dejaron libre al amanecer. Cuando amanecía, la mujer vino y cayó a la entrada de la casa del hombre donde estaba su señor hasta {que se hizo} de día. Al levantarse su señor por la mañana, abrió las puertas de la casa y salió para seguir su camino, y he aquí que su concubina estaba tendida a la entrada de la casa, con sus manos en el umbral. Y él le dijo: Levántate y vámonos; pero ella no respondió. Entonces la recogió, y colocándola sobre el asno, el hombre se levantó y se fue a su casa. Cuando entró en su casa tomó un cuchillo, y tomando a su concubina, la cortó en doce pedazos, miembro por miembro, y la envió por todo el territorio de Israel. Y todos los que {lo} veían, decían: Nada como esto {jamás} ha sucedido ni se ha visto desde el día en que los hijos de Israel subieron de la tierra de Egipto hasta el día de hoy. Consideradlo, tomad consejo y hablad.
Después de esto aconteció que teniendo Absalón, hijo de David, una hermana {muy} hermosa que se llamaba Tamar, se enamoró de ella Amnón, hijo de David. Y Amnón estaba tan atormentado a causa de su hermana Tamar que se enfermó, porque ella era virgen, y le parecía difícil a Amnón hacerle cosa alguna. Pero Amnón tenía un amigo que se llamaba Jonadab, hijo de Simea, hermano de David; y Jonadab era un hombre muy astuto.Leer más.
Y {éste} le dijo: Hijo del rey, ¿por qué estás tan deprimido día tras día? ¿No me {lo} contarás? Y Amnón le dijo: Estoy enamorado de Tamar, hermana de mi hermano Absalón. Entonces Jonadab le dijo: Acuéstate en tu cama, y finge que estás enfermo; y cuando tu padre venga a verte, dile: ``Te ruego que dejes que mi hermana Tamar venga y me dé {algún} alimento para comer, y que prepare la comida delante de mí para que yo {la} vea y la coma de su mano." Amnón se acostó y se fingió enfermo. Cuando el rey vino a verlo, Amnón dijo al rey: Te ruego que venga mi hermana Tamar y haga dos tortas delante de mí para que yo coma de su mano. Y David envió {mensaje} a Tamar, a {su} casa, diciendo: Ve ahora a la casa de tu hermano Amnón, y prepárale la comida. Fue, pues, Tamar a la casa de su hermano Amnón, y él estaba acostado. Y ella tomó masa, {la} amasó, hizo tortas delante de él y las coció. Y tomando la sartén, {las} sirvió delante de él, pero él rehusó comer. Y Amnón dijo: Que salgan todos de aquí. Y todos salieron de allí. Entonces Amnón dijo a Tamar: Trae la comida a la alcoba para que yo coma de tu mano. Y Tamar tomó las tortas que había hecho y {las} llevó a su hermano Amnón a la alcoba. Cuando ella se {las} llevó para que comiera, él le echó mano, y le dijo: Ven, acuéstate conmigo, hermana mía. Pero ella le respondió: No, hermano mío, no abuses de mí, porque tal cosa no se hace en Israel; no cometas esta infamia. Pues, ¿adónde iría yo con mi deshonra? Y tú serías como uno de los insensatos de Israel. Ahora pues, te ruego que hables al rey, que él no me negará a ti. Pero él no quiso escucharla; como era más fuerte que ella, la forzó, y se acostó con ella. Entonces Amnón la aborreció con un odio muy grande; porque el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado. Y Amnón le dijo: Levántate, vete. Pero ella le respondió: No, porque esta injusticia {que me haces,} echándome fuera, es mayor que la otra que me has hecho. Mas él no quiso oírla. Llamó, pues, a su criado que le servía y {le} dijo: Echa a esta mujer fuera de aquí, y cierra la puerta tras ella. (Llevaba ella un vestido de manga larga, porque así se vestían con túnicas las hijas vírgenes del rey.) Su criado la echó fuera, y cerró la puerta tras ella. Entonces Tamar se puso ceniza sobre la cabeza, rasgó el vestido de manga larga que llevaba puesto, y se fue gritando con las manos sobre la cabeza. Su hermano Absalón le dijo: ¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Guarda silencio ahora, hermana mía; tu hermano es; no se angustie tu corazón por este asunto. Tamar, pues, se quedó desconsolada en casa de su hermano Absalón.
Y sucedió que mientras íbamos al lugar de oración, nos salió al encuentro una muchacha esclava que tenía espíritu de adivinación, la cual daba grandes ganancias a sus amos, adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os proclaman el camino de salvación. Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando {esto} a Pablo, se volvió y dijo al espíritu: ¡Te ordeno, en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella! Y salió en aquel mismo momento.Leer más.
Pero cuando sus amos vieron que se les había ido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y {los} arrastraron hasta la plaza, ante las autoridades; y después de haberlos presentado a los magistrados superiores, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad, y proclaman costumbres que no nos es lícito aceptar ni observar, puesto que somos romanos.
Y en el día de reposo salimos fuera de la puerta, a la orilla de un río, donde pensábamos que habría un lugar de oración; nos sentamos y comenzamos a hablar a las mujeres que se habían reunido. Y estaba escuchando cierta mujer llamada Lidia, de la ciudad de Tiatira, vendedora de telas de púrpura, que adoraba a Dios; y el Señor abrió su corazón para que recibiera lo que Pablo decía. Cuando ella y su familia se bautizaron, {nos} rogó, diciendo: Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid a mi casa y quedaos {en ella.} Y nos persuadió {a ir.}
Tópicos sobre Las mujeres
el amor de las mujeres
Génesis 2:23Y el hombre dijo: Esta es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne; ella será llamada mujer, porque del hombre fue tomada.
el rol de las mujeres en la Iglesia
Génesis 2:18Y el SEÑOR Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea.
hacer daño a las mujeres embarazadas
2 Reyes 8:12Y Hazael dijo: ¿Por qué llora mi señor? Entonces respondió: Porque sé el mal que harás a los hijos de Israel: incendiarás sus fortalezas, matarás a espada a sus jóvenes, estrellarás a sus niños y rasgarás {el vientre} a sus mujeres encinta.
la belleza de las mujeres
Proverbios 31:30Engañosa es la gracia y vana la belleza, {pero} la mujer que teme al SEÑOR, ésa será alabada.
la fortaleza de las mujeres
Proverbios 31:3No des tu vigor a las mujeres, ni tus caminos a lo que destruye a los reyes.
las mujeres
1 Corintios 11:9pues en verdad el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre.
las mujeres bellas
Job 42:15Y en toda la tierra no se encontraban mujeres tan hermosas como las hijas de Job; y su padre les dio herencia entre sus hermanos.
Las mujeres haciendo mal
Génesis 3:6Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido que estaba con ella, y él comió.
las mujeres que trabajan
Tito 2:5{a ser} prudentes, puras, hacendosas en el hogar, amables, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
los hombres y las mujeres que amaron
Génesis 24:67Entonces Isaac la trajo a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca y ella fue su mujer, y la amó. Así se consoló Isaac después {de la muerte} de su madre.
los roles de las mujeres
1 Corintios 11:12Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre {nace} de la mujer; y todas las cosas proceden de Dios.