37 Versículo de la Biblia sobre renacer
Versículos Más Relevantes
Por amor a tu nombre, SEÑOR, vivifícame; por tu justicia, saca mi alma de la angustia.
{También} le dieron un pedazo de torta de higos y dos racimos de uvas pasas y comió, y su espíritu se reanimó; porque no había comido pan ni bebido agua en tres días y tres noches.
Venid, volvamos al SEÑOR. Pues El {nos} ha desgarrado, y nos sanará; {nos} ha herido, y nos vendará.
Porque yo he de satisfacer al alma cansada y he de saciar a toda alma atribulada.
Postrada está mi alma en el polvo; vivifícame conforme a tu palabra.
Aunque yo ande en medio de la angustia, tú me vivificarás; extenderás tu mano contra la ira de mis enemigos, y tu diestra me salvará.
Y abrió Dios la cuenca que está en Lehi y salió agua de ella. Cuando bebió, recobró sus fuerzas y se reanimó. Por eso llamó a aquel lugar En-hacore, el cual está en Lehi hasta el día de hoy.
Por lo cual te recuerdo que avives el {fuego del} don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos.
Jamás me olvidaré de tus preceptos, porque por ellos me has vivificado.
He aquí, anhelo tus preceptos; vivifícame por tu justicia.
Muchas son, oh SEÑOR, tus misericordias; vivifícame conforme a tus ordenanzas.
Destilad, oh cielos, desde lo alto, y derramen justicia las nubes; ábrase la tierra y dé fruto la salvación, y brote la justicia con ella. Yo, el SEÑOR, {todo} lo he creado.
Estoy profundamente afligido; SEÑOR, vivifícame conforme a tu palabra.
Pero ahora, por un breve momento, ha habido misericordia de parte del SEÑOR nuestro Dios, para dejarnos un remanente {que ha} escapado y darnos un refugio en su lugar santo, para que nuestro Dios ilumine nuestros ojos y nos conceda un poco de vida en nuestra servidumbre.
Y cuando estaban sepultando a un hombre, he aquí, vieron una banda de merodeadores y arrojaron al hombre en la tumba de Eliseo. Y cuando el hombre cayó y tocó los huesos de Eliseo, revivió, y se puso en pie.
Porque siervos somos; mas en nuestra servidumbre, nuestro Dios no nos ha abandonado, sino que ha extendido {su} misericordia sobre nosotros ante los ojos de los reyes de Persia, dándonos ánimo para levantar la casa de nuestro Dios y para restaurar sus ruinas, y dándonos una muralla en Judá y en Jerusalén.
Pero si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el {mismo} que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a vuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu que habita en vosotros.
Porque así dice el Alto y Sublime que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: Habito {en} lo alto y santo, y {también} con el contrito y humilde de espíritu, para vivificar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los contritos.
Y en un tiempo yo vivía sin la ley, pero al venir el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí;
El SEÑOR escuchó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él y revivió.
Este es mi consuelo en la aflicción: que tu palabra me ha vivificado.
Vivifícame conforme a tu misericordia, para que guarde el testimonio de tu boca.
La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; el testimonio del SEÑOR es seguro, que hace sabio al sencillo.
Porque {es} tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si {comienza} por nosotros primero, ¿cuál {será} el fin de los que no obedecen al evangelio de Dios?
Defiende mi causa y redímeme; vivifícame conforme a tu palabra.
¿No volverás a darnos vida para que tu pueblo se regocije en ti?
Los que moran a su sombra, cultivarán de nuevo el trigo y florecerán como la vid. Su fama {será} como la del vino del Líbano.
Aparta mis ojos de mirar la vanidad, y vivifícame en tus caminos.
Tus muertos vivirán, sus cadáveres se levantarán. ¿Moradores del polvo, despertad y dad gritos de júbilo!, porque tu rocío es {como} el rocío del alba, y la tierra dará a luz a los espíritus.
Porque para esto Cristo murió y resucitó, para ser Señor tanto de los muertos como de los vivos.
Me alegré grandemente en el Señor de que ya al fin habéis reavivado vuestro cuidado para conmigo; en verdad, {antes} os preocupabais, pero os faltaba la oportunidad.
Pero cuando ellos le contaron todas las cosas que José les había dicho, y cuando vio las carretas que José había enviado para llevarlo, el espíritu de su padre Jacob revivió.
Tú que me has hecho ver muchas angustias y aflicciones, me volverás a dar vida, y me levantarás de nuevo de las profundidades de la tierra.
Entonces no nos apartaremos de ti; avívanos, e invocaremos tu nombre.
{Esto} han visto los humildes {y} se alegran. Viva vuestro corazón, los que buscáis a Dios.
Nos dará vida después de dos días, al tercer día nos levantará y viviremos delante de El.
Oh SEÑOR, he oído lo que se dice de ti {y} temí. Aviva, oh SEÑOR, tu obra en medio de los años, en medio de los años dala a conocer; en la ira, acuérdate de tener compasión.