44 Versículo de la Biblia sobre Renacimiento, Personal
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Oh Señor, por estas cosas viven {los hombres}, y en todas ellas está la vida de mi espíritu. Restabléceme la salud y haz que viva.
Después sintió una gran sed, y clamando al SEÑOR, dijo: Tú has dado esta gran liberación por mano de tu siervo, y ahora, ¿moriré yo de sed y caeré en manos de los incircuncisos? Y abrió Dios la cuenca que está en Lehi y salió agua de ella. Cuando bebió, recobró sus fuerzas y se reanimó. Por eso llamó a aquel lugar En-hacore, el cual está en Lehi hasta el día de hoy.
Pero Jonatán no había oído cuando su padre puso al pueblo bajo juramento; por lo cual extendió la punta de la vara que {llevaba} en su mano, la metió en un panal de miel y se llevó la mano a la boca, y brillaron sus ojos.
Y hallaron en el campo a un egipcio y se lo llevaron a David; le dieron pan y comió, y le dieron a beber agua. {También} le dieron un pedazo de torta de higos y dos racimos de uvas pasas y comió, y su espíritu se reanimó; porque no había comido pan ni bebido agua en tres días y tres noches.
Y el ángel del SEÑOR volvió por segunda vez, lo tocó y {le} dijo: Levántate, come, porque es muy largo el camino para ti. Se levantó, pues, y comió y bebió, y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.
que su carne se vuelva más tierna que en su juventud, que regrese a los días de su vigor juvenil.
El SEÑOR lo sostendrá en su lecho de enfermo; en su enfermedad, restaurarás su salud.
Pues tú has rescatado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, mis pies de tropezar. Andaré delante del SEÑOR en la tierra de los vivientes.
Pero cuando ellos le contaron todas las cosas que José les había dicho, y cuando vio las carretas que José había enviado para llevarlo, el espíritu de su padre Jacob revivió.
Entonces las mujeres dijeron a Noemí: Bendito sea el SEÑOR que no te ha dejado hoy sin redentor; que su nombre sea célebre en Israel. Sea él también para ti restaurador de {tu} vida y sustentador de tu vejez; porque tu nuera, que te ama y es de más valor para ti que siete hijos, le ha dado a luz.
``Y en cuanto a la orden de dejar el tocón con las raíces del árbol, tu reino te será afirmado después que reconozcas que es el Cielo {el que} gobierna.
El restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.
Allí entró en una cueva y pasó en ella la noche; y he aquí, {vino} a él la palabra del SEÑOR, y El le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? Y él respondió: He tenido mucho celo por el SEÑOR, Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han abandonado tu pacto, han derribado tus altares y han matado a espada a tus profetas. He quedado yo solo y buscan mi vida para quitármela. Entonces El dijo: Sal y ponte en el monte delante del SEÑOR. Y he aquí que el SEÑOR pasaba. Y un grande y poderoso viento destrozaba los montes y quebraba las peñas delante del SEÑOR; {pero} el SEÑOR no {estaba} en el viento. Después del viento, un terremoto; {pero} el SEÑOR no {estaba} en el terremoto.Leer más.
Después del terremoto, un fuego; {pero} el SEÑOR no {estaba} en el fuego. Y después del fuego, el susurro de una brisa apacible. Y sucedió que cuando Elías {lo} oyó, se cubrió el rostro con su manto, y salió y se puso a la entrada de la cueva. Y he aquí, una voz {vino} a él y {le} dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? Y el SEÑOR le dijo: Ve, regresa por tu camino al desierto de Damasco y cuando hayas llegado, ungirás a Hazael por rey sobre Aram;
Entonces, cuando habían acabado de desayunar, Jesús dijo* a Simón Pedro: Simón, {hijo} de Juan, ¿me amas más que éstos? {Pedro} le dijo*: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. {Jesús} le dijo*: Apacienta mis corderos. Y volvió a decirle por segunda vez: Simón, {hijo} de Juan, ¿me amas? {Pedro} le dijo*: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. {Jesús} le dijo*: Pastorea mis ovejas. Le dijo* por tercera vez: Simón, {hijo} de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció porque la tercera vez le dijo: ¿Me quieres? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo*: Apacienta mis ovejas.Leer más.
En verdad, en verdad te digo: cuando eras más joven te vestías y andabas por donde querías; pero cuando seas viejo extenderás las manos y otro te vestirá, y te llevará adonde no quieras. Esto dijo, dando a entender la clase de muerte con que {Pedro} glorificaría a Dios. Y habiendo dicho esto, le dijo*: Sígueme.
Y {El os dio vida} a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo según la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.Leer más.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos en {nuestros} delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados),
El nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo, que El derramó sobre nosotros abundantemente por medio de Jesucristo nuestro Salvador,
Y cuando El venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio; de pecado, porque no creen en mí; de justicia, porque yo voy al Padre y no me veréis más;Leer más.
y de juicio, porque el príncipe de este mundo ha sido juzgado.
Al oír {esto,} compungidos de corazón, dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: Hermanos, ¿qué haremos?
pues nuestro evangelio no vino a vosotros solamente en palabras, sino también en poder y en el Espíritu Santo y con plena convicción; como sabéis qué clase de personas demostramos ser entre vosotros por amor a vosotros.
Sáname, oh SEÑOR, y seré sanado; sálvame y seré salvo, porque tú eres mi alabanza.
Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve. Hazme oír gozo y alegría; que se regocijen los huesos que has quebrantado. Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis iniquidades.Leer más.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de tu presencia, y no quites de mí tu santo Espíritu. Restitúyeme el gozo de tu salvación, y sostenme con un espíritu de poder.
Dame entendimiento para que guarde tu ley y la cumpla de todo corazón. Hazme andar por la senda de tus mandamientos, porque en ella me deleito. Inclina mi corazón a tus testimonios y no a la ganancia deshonesta.Leer más.
Aparta mis ojos de mirar la vanidad, y vivifícame en tus caminos.
Para el director del coro. Masquil de los hijos de Coré.Como el ciervo anhela las corrientes de agua, así suspira por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente; ¿cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?
Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.Oh Dios, tú eres mi Dios; te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela cual tierra seca y árida donde no hay agua.
Para el director del coro. Salmo de David, cuando después que se llegó a Betsabé, el profeta Natán lo visitó.Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a lo inmenso de tu compasión, borra mis transgresiones. Lávame por completo de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis transgresiones, y mi pecado está siempre delante de mí.Leer más.
Contra ti, contra ti sólo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos, de manera que eres justo cuando hablas, {y} sin reproche cuando juzgas.
Pero después Ezequías humilló el orgullo de su corazón, tanto él como los habitantes de Jerusalén, de modo que no vino sobre ellos la ira del SEÑOR en los días de Ezequías.
Por eso el SEÑOR hizo venir contra ellos a los comandantes del ejército del rey de Asiria, que capturaron a Manasés con garfios, lo ataron con {cadenas} de bronce y lo llevaron a Babilonia. Cuando estaba en angustia, imploró al SEÑOR su Dios, y se humilló grandemente delante del Dios de sus padres. Y cuando oró a El, {Dios} se conmovió por su ruego, oyó su súplica y lo trajo de nuevo a Jerusalén, a su reino. Entonces Manasés supo que el SEÑOR {era} Dios.
Si vuelves al Todopoderoso, serás restaurado. Si alejas de tu tienda la injusticia,
Entonces dijo así el SEÑOR: Si vuelves, yo te restauraré, en mi presencia estarás; si apartas lo precioso de lo vil, serás mi portavoz. Que se vuelvan ellos a ti, pero tú no te vuelvas a ellos.
Por lo cual te recuerdo que avives el {fuego del} don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos.
Porque así dice el Alto y Sublime que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: Habito {en} lo alto y santo, y {también} con el contrito y humilde de espíritu, para vivificar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los contritos.
Envía tu luz y tu verdad; que ellas me guíen, que me lleven a tu santo monte, y a tus moradas. Entonces llegaré al altar de Dios, a Dios, mi supremo gozo; y al son de la lira te alabaré, oh Dios, Dios mío.
pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; se remontarán {con} alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.
Y despertó el SEÑOR el espíritu de Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu del sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac, y el espíritu de todo el remanente del pueblo. Y vinieron y comenzaron la obra en la casa del SEÑOR de los ejércitos, su Dios,
La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; el testimonio del SEÑOR es seguro, que hace sabio al sencillo.
La exposición de tus palabras imparte luz; da entendimiento a los sencillos.
Puso en mi boca un cántico nuevo, un canto de alabanza a nuestro Dios; muchos verán {esto,} y temerán, y confiarán en el SEÑOR.
Por tanto, te alabaré, oh SEÑOR, entre las naciones, y cantaré alabanzas a tu nombre.
Por tanto, te alabaré, oh SEÑOR, entre las naciones, y cantaré alabanzas a tu nombre.
Abre mis labios, oh Señor, para que mi boca anuncie tu alabanza.
Pero yo cantaré de tu poder; sí, gozoso cantaré por la mañana tu misericordia; porque tú has sido mi baluarte, y un refugio en el día de mi angustia.
Así cantaré alabanzas a tu nombre para siempre, cumpliendo mis votos día tras día.
También quitó los dioses extranjeros y el ídolo de la casa del SEÑOR, así como todos los altares que había edificado en el monte de la casa del SEÑOR y en Jerusalén, y {los} arrojó fuera de la ciudad. Y reparó el altar del SEÑOR, y sacrificó sobre él ofrendas de paz y ofrendas de gratitud; y ordenó a Judá que sirviera al SEÑOR, Dios de Israel.
Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les declaró: Varones judíos y todos los que vivís en Jerusalén, sea esto de vuestro conocimiento y prestad atención a mis palabras,