49 Versículo de la Biblia sobre perder a un ser querido
Versículos Más Relevantes
Tened cuidado para que no perdáis lo que hemos logrado, sino que recibáis abundante recompensa.
Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos.
Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, porque no habrá pérdida de vida entre vosotros, sino {sólo} del barco.
El que ha hallado su vida, la perderá; y el que ha perdido su vida por mi causa, la hallará.
no partirán {el pan} en el duelo para ellos, a fin de consolarlos por el muerto, ni les darán a beber la copa de consolación por su padre o por su madre.
Pero no queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como lo hacen los demás que no tienen esperanza.
El justo perece, y no hay quien se preocupe; los hombres piadosos son arrebatados, sin que nadie comprenda que ante el mal es arrebatado el justo,
Pues un testamento es válido {sólo} en caso de muerte, puesto que no se pone en vigor mientras vive el testador.
`Pero tengo {esto} contra ti: que has dejado tu primer amor.
El que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo, la conservará para vida eterna.
Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia.
Entonces también los que han dormido en Cristo han perecido.
Porque donde hay un testamento, necesario es que ocurra la muerte del testador.
No lloréis por el muerto ni hagáis duelo por él, llorad amargamente por el que se va, porque jamás volverá ni verá su tierra natal.
Entonces dije: No os apacentaré {más.} La que ha de morir, que muera; y la que ha de ser destruida, que sea destruida; y las que queden, cómanse la carne unas a otras.
¿Acaso me complazco yo en la muerte del impío --declara el Señor DIOS-- y no en que se aparte de sus caminos y viva?
Pues yo no me complazco en la muerte de nadie --declara el Señor DIOS--. Arrepentíos y vivid.
y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
Cuando estaba con ellos, los guardaba en tu nombre, el {nombre} que me diste; y los guardé y ninguno se perdió, excepto el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera.
¿Qué hombre podrá vivir y no ver la muerte? ¿Podrá librar su alma del poder del Seol? (Selah)
Por tanto, ahora vosotros tenéis también aflicción; pero yo os veré otra vez, y vuestro corazón se alegrará, y nadie os quitará vuestro gozo.
Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que El me ha dado yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final.
Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo,
Muchos tropezarán entonces {y caerán}, y se traicionarán unos a otros, y unos a otros se odiarán.
Porque si hemos sido unidos {a El} en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también {en la semejanza} de su resurrección,
o ha encontrado lo que estaba perdido y ha mentido acerca de ello, y ha jurado falsamente, de manera que peca en cualquiera de las cosas que suele hacer el hombre,
Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo;
El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley;
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá con El a los que durmieron en Jesús.
Sucedió después de la muerte de Moisés, siervo del SEÑOR, que el SEÑOR habló a Josué, hijo de Nun, y ayudante de Moisés, diciendo:
Entonces Isaac la trajo a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca y ella fue su mujer, y la amó. Así se consoló Isaac después {de la muerte} de su madre.
Y oí una voz del cielo que decía: Escribe: ``Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor." Sí --dice el Espíritu-- para que descansen de sus trabajos, porque sus obras van con ellos.
¿O qué mujer, si tiene diez monedas de plata y pierde una moneda, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado hasta hallar{la?}
llevando siempre en el cuerpo por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte.
Y sucedió que cuando mencionó el arca de Dios, {Elí} cayó de su asiento hacia atrás, junto a la puerta, se rompió la nuca y murió, pues {era} entrado en años y pesaba mucho. Había juzgado a Israel cuarenta años.
Mas vosotros, esforzaos y no desmayéis, porque hay recompensa por vuestra obra.
Entonces Jesús, por eso, les dijo claramente: Lázaro ha muerto;
Si la obra de alguno es consumida {por el fuego,} sufrirá pérdida; sin embargo, él será salvo, aunque así como por fuego.
Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Sucedió que al séptimo día el niño murió; y los siervos de David temían informarle que el niño había muerto, pues se decían: He aquí, cuando el niño estaba {todavía} vivo, le hablábamos y no nos escuchaba. ¿Cómo, pues, vamos a decirle que el niño ha muerto? Puede hacer{se} daño.
Buscaré la perdida, haré volver la descarriada, vendaré la perniquebrada y fortaleceré la enferma; pero destruiré la engordada y la fuerte. Las apacentaré con justicia.
Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con El,
Cuando Jesús {lo} oyó, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio de ella.
¿Qué hombre de vosotros, si tiene cien ovejas y una de ellas se pierde, no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la que está perdida hasta que la halla?
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