24 Versículo de la Biblia sobre que todas las cosas le pertenecen a Dios
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He aquí, de Jehová tu Dios es el cielo, y el cielo de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella.
Tuyos los cielos, tuya también la tierra; el mundo y su plenitud, tú lo fundaste.
y le bendijo, y dijo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, poseedor de los cielos y de la tierra;
Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, poseedor de los cielos y de la tierra,
Y le respondió Moisés: Al salir yo de la ciudad extenderé mis manos a Jehová, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que de Jehová es la tierra.
Ahora pues, si obedeciereis mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
«Salmo de David» De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo y los que en él habitan.
Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud.
¡Cuán numerosas son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios.
Y la tierra no se venderá para siempre, porque la tierra es mía; pues vosotros peregrinos y extranjeros sois para conmigo.
¿Quién me ha dado a mí primero, para que yo se lo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío.
Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas.
Suyo también el mar, pues Él lo hizo; y sus manos formaron la tierra seca.
Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados.
Conozco todas las aves de los montes, y mías son las fieras del campo.
Pero el primogénito de los animales, que por la primogenitura es de Jehová, nadie lo santificará; sea buey u oveja, de Jehová es.
Y todos los diezmos de la tierra, así de la semilla de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová son; es cosa consagrada a Jehová.
Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.
Y el sacerdote quemará esto sobre el altar; es vianda de ofrenda que se quema en olor de suavidad a Jehová; toda la grosura es de Jehová.
Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú estableciste la luna y el sol.
Mas ese día será para Jehová, Dios de los ejércitos, día de venganza, para vengarse de sus enemigos; y la espada devorará y se saciará, y se embriagará de la sangre de ellos; porque matanza será para Jehová, Dios de los ejércitos, en la tierra del norte, junto al río Éufrates.
Y Daniel habló, y dijo: Sea bendito el nombre de Dios desde la eternidad hasta la eternidad; porque suya es la sabiduría y el poder.
Amados, no os venguéis vosotros mismos, antes, dad lugar a la ira; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.