Digo, pues, a los por casar y a los viudos, que bueno les es si se quedaren como yo.

Hay diferencia entre la mujer casada y la virgen, La mujer no casada tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en el cuerpo como en el espíritu; mas la casada tiene cuidado de las cosas que son del mundo, cómo ha de agradar a su marido.

Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios; uno a la verdad así, y otro así.

Y si no tienen don de continencia, cásense; que mejor es casarse que quemarse.

Pero esto digo, hermanos, que el tiempo es corto; para los demás es, que los que tienen mujer sean como los que no la tienen,

Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas que son del Señor, cómo ha de agradar al Señor;

pero el que se casó tiene cuidado de las cosas que son del mundo, cómo ha de agradar a su mujer.

En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bien es al hombre no tocar mujer.

Mas ¿quién de vosotros podrá, acongojándose, añadir a su estatura un codo?

La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo será luminoso;

¿Y quién de vosotros podrá con su afán añadir a su estatura un codo?

¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estáis suelto de mujer? No procures mujer.

Mas también si tomares mujer, no pecaste; y si la virgen se casare, no pecó; pero aflicción de carne tendrán los tales; mas yo os dejo.

y si se apartare, que se quede sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no despida a su mujer.

Porque de la manera que es un cuerpo, y tiene muchos miembros, empero todos los miembros de este cuerpo, siendo muchos, son un cuerpo, así también el Cristo.

Mas a los que están juntos en matrimonio, denuncio, no yo, sino el Señor; Que la mujer no se aparte del marido;

Le dicen sus discípulos: Si así es el negocio del hombre con su mujer, no conviene casarse.

Y les daré un corazón, y un camino, para que me teman perpetuamente, para que tengan bien ellos, y sus hijos después de ellos.

Y dijo el SEÑOR Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda que esté delante de él.

Pero más bienaventurada será si se quedare así, según mi consejo; y pienso que también yo tengo el Espíritu de Dios.

Pero de las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como hombre que ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel.

La viuda sea puesta en lista, no menor de sesenta años, la cual haya sido mujer de un varón.

Porque hay castrados que nacieron así del vientre de su madre; y hay castrados, que son hechos por los hombres; y hay castrados que se castraron a sí mismos por causa del Reino de los cielos; el que pueda tomar eso , tómelo.

cumplid mi gozo; que sintáis lo mismo, teniendo una misma caridad, unánimes, sintiendo una misma cosa.

La lámpara del cuerpo es el ojo; pues si tu ojo fuere sincero, también todo tu cuerpo será resplandeciente; mas si fuere malo, también tu cuerpo será tenebroso.

las cuales se unirán por abajo, y asimismo se juntarán por su alto a un gozne; así será de las otras dos que estarán a las dos esquinas.

Porque, ¡en una hora han sido desoladas tantas riquezas! Y todo patrón, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se estuvieron lejos;

Tengo, pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia, por lo cual bueno es al hombre estarse así:

Esto, sin embargo, digo para vuestro provecho; no para echaros lazo, sino para lo honorable, y para que sin impedimento os sirváis al Señor.

Y les daré un corazón, y espíritu nuevo daré en sus entrañas; y quitaré el corazón de piedra de su carne, y les daré corazón de carne;

Mas un pelo de vuestra cabeza no perecerá.

Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amaras a tu projimo como a ti mismo.

Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, saldrá él y su mujer con él.

Y las doce puertas son doce perlas, en cada una, una; cada puerta era de una perla. Y la plaza de la Ciudad era de oro puro como vidrio muy resplandeciente.

el Dios que hace habitar en familia a los solos; que saca a los aprisionados con grillos; mas los rebeldes habitan en sequedad.

No valdrá un testigo contra ninguno en cualquier delito, o en cualquier pecado, en cualquier pecado que se cometiere. En el dicho de dos testigos, o en el dicho de tres testigos consistirá el negocio.

Y finalmente, sed todos de un consentimiento, de una afección, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;

Mas por evitar las fornicaciones, cada uno tenga su mujer, y cada una tenga su marido.

Conviene, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, vigilante, templado, de afectos mundanos mortificados, hospedador, apto para enseñar;

Entonces él les dijo: No todos pueden recibir esta palabra, sino aquellos a quienes es dado.

Discurrid por las plazas de Jerusalén, y mirad ahora, y sabed, y buscad en sus plazas si halláis hombre, si hay alguno que haga juicio, que busque verdad; y yo perdonaré a la ciudad.

Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;

Mejor es morar en tierra del desierto, que con la mujer rencillosa e iracunda.

Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.

No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las bestias del campo.