49 Versículo de la Biblia sobre una mentalidad positiva
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no mirando cada uno a lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los demás.
Como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en mi corazón; y en mis prisiones, como en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois partícipes de mi gracia.
Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina a los huesos.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad.
Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor.
queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan, ni lo que afirman.
que son la sombra de lo por venir; mas el cuerpo es de Cristo.
El corazón alegre es buena medicina; mas el espíritu triste seca los huesos.
Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Decidme, los que queréis estar bajo la ley; ¿no habéis oído la ley?
Abominación es a Jehová todo altivo de corazón; aunque esté mano sobre mano, no quedará impune.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús;
que se alegran haciendo el mal, que se deleitan en las perversidades del vicio;
y los miembros del cuerpo que estimamos menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, son tratados con mucho más decoro.
¡Qué preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!
Recuérdales esto, y exhórtales delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, antes perjudica a los oyentes.
según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él, en amor,
Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo;
No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.
Si alguno quiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina, si es de Dios, o si yo hablo de mí mismo.
Porque los que duermen, de noche duermen; y los que se embriagan, de noche se embriagan.
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en el cielo es perfecto.
Para que andes por el camino de los buenos, y guardes las sendas de los justos.
pues yo ni lo recibí de hombre, ni tampoco me fue enseñado, sino por revelación de Jesucristo.
Pero el que está firme en su corazón, y no tiene necesidad, sino que tiene potestad sobre su propia voluntad, y determinó en su corazón el conservarla virgen, bien hace.
¿Eres llamado siendo siervo? No te dé cuidado; pero si puedes hacerte libre, procúralo más.
¿Dónde está entonces vuestra bienaventuranza? Porque yo os doy testimonio de que si hubiese sido posible, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos.
Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, no teniendo ley, son ley a sí mismos,
Gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración.
La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo estará lleno de luz.
Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones.
con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportándoos los unos a los otros en amor,
Salió entonces este dicho entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo: No morirá; sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga ¿qué a ti?
a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley a Dios, mas bajo la ley a Cristo), para ganar a los que están sin ley.
¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, y paciencia y longanimidad, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?
antes en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
Y éste es el mensaje que oímos de Él, y os anunciamos; que Dios es luz, y en Él no hay ningunas tinieblas.
y que procuréis tener quietud, y ocuparos en vuestros propios negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado;
Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? ¡En ninguna manera!
Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.
No puedo yo hacer nada de mí mismo; como oigo, juzgo; y mi juicio es justo; porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del Padre que me envió.