'Camellos' en la Biblia
Y {éste} trató bien a Abram por causa de ella. Le dio ovejas, vacas, asnos, siervos, siervas, asnas y camellos.
Entonces el siervo tomó diez camellos de entre los camellos de su señor, y partió con toda clase de bienes de su señor en su mano; se levantó y fue a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.
El siervo hizo que se arrodillaran los camellos fuera de la ciudad, junto al pozo de agua, al atardecer, a la hora en que las mujeres salen por agua,
"Que sea la joven a quien yo diga: `Por favor, baje su cántaro para que yo beba,' y que responda: `Beba, y también daré de beber a sus camellos,' la que Tú has designado para Tu siervo Isaac. Por ello sabré que has mostrado misericordia a mi señor."
Cuando había terminado de darle de beber, dijo: ``Sacaré también para sus camellos hasta que hayan terminado de beber."
Rápidamente vació el cántaro en el abrevadero, y corrió otra vez a la fuente para sacar {agua,} y sacó para todos sus camellos.
Cuando los camellos habían terminado de beber, el hombre tomó un anillo de oro que pesaba medio siclo (5.7 gramos), y dos brazaletes que pesaban diez siclos (114 gramos) de oro.
Cuando Labán vio el anillo y los brazaletes en las manos de su hermana, y oyó las palabras de su hermana Rebeca, que le contó: ``Esto es lo que el hombre me dijo," {Labán} fue al hombre, que estaba con los camellos junto a la fuente,
y le dijo: ``Entra, bendito del SEÑOR, ¿Por qué estás afuera? Yo he preparado la casa y un lugar para los camellos."
Entonces el hombre entró en la casa, y {Labán} descargó los camellos y les dio paja y forraje, y {trajo} agua para que se lavaran los pies, él y los hombres que estaban con él.
``Y el SEÑOR ha bendecido en gran manera a mi señor, que se ha enriquecido. Le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.
y ella me diga, ``Beba, y también sacaré para sus camellos," que sea ella la mujer que el SEÑOR ha designado para el hijo de mi señor.'
"Y ella enseguida bajó el cántaro de su {hombro,} y dijo: `Beba, y daré de beber también a sus camellos'; de modo que bebí, y ella dio de beber también a los camellos.
Rebeca se levantó con sus doncellas y, montadas en los camellos, siguieron al hombre. El siervo, pues, tomó a Rebeca y se fue.
Y por la tarde Isaac salió al campo a meditar. Alzó los ojos y vio que venían unos camellos.
Así prosperó el hombre en gran manera, y tuvo grandes rebaños, y siervas y siervos, y camellos y asnos.
Entonces Jacob se levantó, montó a sus hijos y a sus mujeres en los camellos,
Jacob tuvo mucho temor y se angustió. Dividió en dos campamentos la gente que estaba con él, y las ovejas, las vacas y los camellos,
Entonces se sentaron a comer, y cuando levantaron los ojos, vieron una caravana de Ismaelitas que venía de Galaad con sus camellos cargados de resina aromática, bálsamo y mirra, e iban bajando hacia Egipto.