'Corrió' en la Biblia
Cuando alzó los ojos y miró, he aquí, tres hombres estaban parados frente a él; y al ver{los} corrió de la puerta de la tienda a recibirlos, y se postró en tierra,
Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al joven, y éste se dio prisa a aderezarlo.
Entonces el siervo corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro.
Y se dio prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.
Y la doncella corrió, e hizo saber en casa de su madre estas cosas.
Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera al varón, a la fuente;
Y Jacob dijo a Raquel como él era hermano de su padre, y como era hijo de Rebeca; y ella corrió, y dio las nuevas a su padre.
Y así que oyó Labán las nuevas de Jacob, hijo de su hermana, corrió a recibirlo, y lo abrazó, y lo besó, y lo trajo a su casa; y él contó a Labán todas estas cosas.
Y Esaú corrió a su encuentro, y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.
Y corrió un joven, y dio aviso a Moisés, y dijo: Eldad y Medad profetizan en el campamento.
Entonces tomó Aarón su incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él puso incienso, y reconcilió el pueblo.
Y la mujer corrió prontamente, y lo contó a su marido, diciéndole: Mira que se me ha aparecido aquel varón que vino hoy a mí.
Entonces corrió a Elí y {le} dijo: Aquí estoy, pues me llamaste. Pero Elí {le} respondió: Yo no he llamado, vuelve a acostarte. Y él fue y se acostó.
Y un hombre de Benjamín corrió del campo de batalla, y llegó aquel mismo día a Silo, con sus vestidos rotos y polvo sobre su cabeza.
Y David dejó de sobre sí la carga en mano del que guardaba el bagaje, y corrió al escuadrón; y cuando llegó, preguntaba por sus hermanos, si estaban bien.
Y aconteció que, cuando el filisteo se levantó para venir y acercarse contra David, David se dio prisa, y corrió al combate contra el filisteo.
Entonces corrió David y se puso sobre el filisteo, y tomando la espada de él, sacándola de su vaina, lo mató, y le cortó con él la cabeza. Y cuando los filisteos vieron su gigante muerto, huyeron.
Y Joab dijo a Cusi: Ve tú, y di al rey lo que has visto. Y Cusi hizo reverencia a Joab, y corrió.
Y él respondió: Sea lo que fuere, yo correré. Entonces Joab le dijo: Corre. Corrió, pues, Ahimaas por el camino de la llanura, y pasó delante de Cusi.
Y la mano del SEÑOR estaba sobre Elías, el cual ciñó sus lomos y corrió delante de Acab hasta Jezreel.
Dejando él los bueyes, corrió tras Elías, y dijo: Permíteme besar a mi padre y a mi madre, entonces te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuélvete, pues, ¿qué te he hecho yo?
Mas la batalla había arreciado aquel día, y el rey estuvo en su carro delante de los sirios, y a la tarde murió; y la sangre de la herida corrió hasta el fondo del carro.
Asimismo derribó el rey los altares que estaban sobre la techumbre de la sala de Acaz, que los reyes de Judá habían hecho, y los altares que había hecho Manasés en los dos atrios de la Casa del SEÑOR; y de allí corrió y arrojó el polvo en el arroyo de Cedrón.
Me quebrantó de quebranto sobre quebranto; corrió contra mí como un gigante.
Y vino hasta el carnero que tenía los dos cuernos, al cual había yo visto que estaba delante del río, y corrió contra él con la ira de su fortaleza.
Y corrió su fama por toda Siria. Y le traían a todos los enfermos que eran tomados de diversas enfermedades y tormentos; los endemoniados, los lunáticos y los paralíticos; y los sanaba.
Y al instante, uno de ellos corrió, y tomando una esponja, la empapó en vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber.
Y pronto corrió su fama por toda la región alrededor de Galilea.
Y cuando vio a Jesús de lejos, corrió, y le adoró.
Y corrió uno, y empapando una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber, diciendo: Dejad, veamos si vendrá Elías a quitarle.
Y levantándose, vino a su padre. Y como aún estuviera lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio sólo los lienzos allí echados; y se fue maravillado entre sí de lo que había sucedido.
Entonces corrió, y vino a Simón Pedro, y al otro discípulo, al cual amaba Jesús, y les dice: Han llevado al Señor del sepulcro, y no sabemos dónde le han puesto.
Y corrían los dos juntos; mas el otro discípulo corrió más presto que Pedro, y llegó primero al sepulcro.
Y estando él asido de Pedro y de Juan, todo el pueblo, lleno de asombro, corrió al pórtico llamado de Salomón, donde ellos estaban.
Al reconocer la voz de Pedro, de alegría no abrió la puerta, sino que corrió adentro y anunció que Pedro estaba a la puerta.
el cual tomando luego soldados y centuriones, corrió a ellos. Y ellos como vieron al tribuno y a los soldados, cesaron de herir a Pablo.