'Decía' en la Biblia
Y hubo una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tomo contentamiento.
``El tiempo se ha cumplido," decía, ``y el reino de Dios se ha acercado; arrepiéntanse y crean en el evangelio."
Y El les decía: El día de reposo se hizo para el hombre, y no el hombre para el día de reposo.
Y habiéndolos llamado, les decía en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera á Satanás?
Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su doctrina:
Y El decía: El que tiene oídos para oír, que oiga.
Y les decía: A vosotros os ha sido dado el misterio del reino de Dios, pero los que están afuera reciben todo en parábolas;
Y les decía: ¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un almud o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero?
También les decía: Cuidaos de lo que oís. Con la medida con que midáis, se os medirá, y aun más se os dará.
Decía además: Así es el Reino de Dios, como si un hombre echa simiente en la tierra;
También decía: ¿A qué haremos semejante el Reino de Dios? ¿O con qué parábola le compararemos?
Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo.
Porque decía: Si tocare tan solamente su vestido, seré salva.
Mas luego Jesús, oyendo esta razón que se decía, dijo al príncipe de la sinagoga: No temas, cree solamente.
Pero Jesús les decía: No hay profeta deshonrado sino en su tierra, y entre sus parientes, y en su casa.
Y les decía: Dondequiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de allí.
El rey Herodes se enteró {de esto,} pues el nombre de Jesús se había hecho célebre, y la {gente} decía: Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos, por eso es que estos poderes milagrosos actúan en él.
Y al oír {esto} Herodes, decía: Juan, a quien yo decapité, ha resucitado.
Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano.
Les decía también: Bien; invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.
Y llamando de nuevo a la multitud, les decía: Escuchadme todos y entended:
Porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale á la secreta? Esto decía, haciendo limpias todas las viandas.
Pero decía, que lo que del hombre sale, aquello contamina al hombre.
Y El le decía: Deja que primero los hijos se sacien, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos.
Y claramente decía esta palabra. Entonces Pedro le tomó, y le comenzó a reprender.
Y les decía: En verdad os digo que hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios después de que haya venido con poder.
Y vino una nube que les hizo sombra, y una voz de la nube, que decía: Este es mi Hijo amado: A EL OID.
Porque iba enseñando a sus discípulos, y les decía: El Hijo del hombre es entregado en manos de hombres, y le matarán; mas muerto él, resucitará al tercer día.
Pero ellos no entendían lo que decía, y tenían miedo de preguntarle.
Y procuraban prenderle, mas temían a la multitud; porque entendían que decía contra ellos aquella parábola; y dejándole, se fueron.
Y respondiendo Jesús decía, enseñando en el Templo: ¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David?
Y les decía en su doctrina: Guardaos de los escribas, que quieren andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas,
Mas él con mayor porfía decía: Si me fuere menester morir contigo, no te negaré. También todos decían lo mismo.
Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son a ti posibles; traspasa de mí este vaso; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú.
Y Pilato, tomando de nuevo la palabra, les decía: ¿Qué haré, entonces, con el que llamáis el Rey de los judíos?
Mas Pilato les decía: ¿Pues qué mal ha hecho? Y ellos daban más voces: Cuélguenlo de un madero.
Y la inscripción de la acusación contra El decía: EL REY DE LOS JUDIOS.