'Está' en la Biblia
que parecía el arco del cielo que está en las nubes el día que llueve, así era el parecer del resplandor alrededor. Esta fue la visión de la semejanza de la gloria del SEÑOR. Y yo lo vi, y caí sobre mi rostro, y oí voz de uno que hablaba.
Y me dijo: Hijo de hombre, está sobre tus pies, y hablaré contigo.
Así dijo el Señor DIOS: Esta es Jerusalén: yo la puse en medio de los gentiles y de las tierras alrededor de ella.
La mañana viene para ti, oh morador de la tierra; el tiempo viene, cercano está el día; día del alboroto, y no será eco de los montes.
El tiempo es venido, se acercó el día; el que compra, no se alegre, y el que vende, no llore, porque la ira está sobre toda su multitud.
Tocarán trompeta, y aparejarán todas las cosas, y no habrá quien vaya a la batalla, porque mi ira está sobre toda su multitud.
Haz una cadena, porque la tierra está llena de juicios de sangre, y la ciudad está llena de violencia.
Y me llevó a la entrada de la puerta de la Casa del SEÑOR, que está al aquilón; y he aquí mujeres que estaban allí sentadas endechando a Tamuz.
Y he aquí que seis varones venían del camino de la puerta de arriba que está vuelta al aquilón, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir. Y entre ellos había un varón vestido de lienzos, el cual traía a su cintura un tintero de escribano; y entrados, se pararon junto al altar de bronce.
Y me dijo: La iniquidad de la Casa de Israel y de Judá es grande sobremanera, porque la tierra está llena de sangre, y la ciudad está llena de perversidad, porque han dicho: El SEÑOR ha dejado la tierra, y el SEÑOR no ve.
Y me dijo: Hijo de hombre, estos son los hombres que maquinan perversidad, y dan en esta ciudad mal consejo;
los cuales dicen: No será tan pronto; edifiquemos casas; ésta será la caldera, y nosotros la carne.
Habéis multiplicado vuestros muertos en esta ciudad, y habéis llenado de muertos sus calles.
Esta no os será por caldera, ni vosotros seréis en medio de ella la carne; en el término de Israel os tengo que juzgar.
Y la gloria del SEÑOR se fue de en medio de la ciudad, y paró sobre el monte que está al oriente de la ciudad.
Diles pues: Así dijo el Señor DIOS: Al príncipe en Jerusalén es esta carga, y a toda la Casa de Israel que está en medio de ellos.
Y al príncipe que está en medio de ellos llevarán a cuestas de noche, y saldrán; horadarán la pared para sacarle por ella; cubrirá su rostro para no ver con sus ojos la tierra.
Y he aquí, cuando la pared haya caído, no os dirán: ¿Dónde está la embarradura con que pañetasteis?
He aquí que ésta fue la iniquidad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvo ella y sus hijas; y no corroboró la mano del afligido y del menesteroso.
Y fue otra gran águila, de grandes alas y de muchas plumas; y he aquí que esta vid juntó cerca de ella sus raíces, y extendió hacia ella sus ramas, para ser regada por ella por los surcos de su plantío.
Y he aquí que plantada está ella, ¿será prosperada? ¿No se secará del todo cuando el viento solano la tocare? En los surcos de su verdor se secará.
Y tú levanta esta endecha sobre los príncipes de Israel.
Y ahora está plantada en el desierto, en tierra de sequedad y de aridez.
Y salió fuego de la vara de sus ramas, que consumió su fruto, y no quedó en ella vara fuerte, cetro para enseñorear. Endecha es ésta, y de endecha servirá.
Hijo de hombre, profetiza, y di: Así dijo el Señor DIOS: Di: La espada, la espada está afilada, y aun acicalada;
para degollar víctimas está afilada, acicalada está para que relumbre. ¿Hemos de alegrarnos? Viene menospreciando a la vara de mi hijo como a todo árbol.
Y lo dio a acicalar para tenerlo en la mano; la espada está afilada, y está acicalada, para entregarla en mano del matador.
Tú, pues, hijo de hombre, profetiza y bate una mano con otra, y dóblese la espada la tercera vez, la espada de muertos; ésta es espada de gran matanza que los penetrará,
Y tú, hijo de hombre, profetiza, y di: Así dijo el Señor DIOS sobre los hijos de Amón, y su oprobio. Dirás pues: La espada, la espada está desenvainada para degollar; acicalada para consumir con resplandor.
Porque cerca está el día, cerca está el día del Señor; día de nublado, tiempo de los gentiles será.
Esta es la endecha, y la cantarán; las hijas de los gentiles la cantarán; endecharán sobre Egipto, y sobre toda su multitud, dijo el Señor DIOS.
Sus sepulcros fueron puestos a los lados de la huesa, y su ayuntamiento está por los alrededores de su sepulcro; todos ellos cayeron muertos a espada, los cuales pusieron miedo en la tierra de los vivientes.
Por tanto, diles: Así dijo el Señor DIOS: ¿Con sangre comeréis, y a vuestros ídolos alzaréis vuestros ojos, y sangre derramaréis, y poseeréis vosotros esta tierra?
Les dirás así: Así dijo el Señor DIOS: Vivo yo, que los que están en aquellos asolamientos caerán a espada, y al que está sobre la faz del campo entregaré a las bestias que lo devoren; y los que están en las fortalezas y en las cuevas, de pestilencia morirán.
Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad.
los cuales dijeron: Esta tierra asolada fue como huerto del Edén; y estas ciudades desiertas y asoladas y arruinadas, fortalecidas estuvieron.
Diles: Así dijo el Señor DIOS: He aquí, yo tomo el palo de José que está en la mano de Efraín, y a las tribus de Israel sus compañeros, y yo los pondré con él, con el palo de Judá, y los haré un palo, y serán uno en mi mano.
Cuatro mesas de una parte, y otras cuatro mesas de la otra parte había a cada lado de esta puerta; ocho mesas, sobre las cuales degollarán.
Y me dijo: Esta cámara que mira hacia el mediodía será de los sacerdotes que tienen la guarda de la Casa.
La altura del altar de madera era de tres codos, y su longitud de dos codos; y sus esquinas, y su superficie, y sus paredes, eran de madera. Y me dijo: Esta es la mesa que está delante del SEÑOR.
Y conforme a las puertas de las cámaras que estaban hacia el mediodía, a la puerta que salía al principio del camino, del camino delante del muro que está hacia el oriente a los que entran.
Tú, hijo de hombre, muestra a la Casa de Israel esta Casa, y avergüéncense de sus iniquidades, y entiendan su diseño.
Esta es la ley de la Casa: Sobre la cumbre del monte será edificada, todo su término alrededor será santísimo; he aquí que ésta es la ley de la Casa.
Y me dijo el SEÑOR: Esta puerta estará cerrada; no se abrirá, ni entrará por ella hombre, porque el SEÑOR Dios de Israel entró por ella; y será cerrada.
Y de esta medida medirás en longitud veinticinco mil cañas, y en anchura diez mil, en lo cual estará el Santuario, el Lugar Santísimo.
Lo consagrado de esta tierra será para los sacerdotes ministros del Santuario, que son escogidos para ministrar al SEÑOR; y les será lugar para casas, y Lugar Santo para el Santuario.
Y la parte del Príncipe será junto al apartamiento del Santuario, de una parte y de la otra, y junto a la posesión de la ciudad, delante del apartamiento del Santuario, y delante de la posesión de la ciudad, desde el rincón occidental que está hacia el occidente, hasta el rincón oriental que está hacia el oriente; y la longitud será de una parte a la otra, desde el rincón del occidente hasta el rincón del oriente.
Esta tierra tendrá por posesión en Israel, y nunca más mis príncipes oprimirán a mi pueblo; mas darán la tierra a la Casa de Israel por sus tribus.
Esta será la ofrenda que ofreceréis: la sexta parte de un efa de homer del trigo, y la sexta parte de un efa de homer de la cebada.
Todo el pueblo de la tierra será obligado a esta ofrenda para el príncipe de Israel.
Y la heredaréis así los unos como los otros; por ella alcé mi mano que la había de dar a vuestros padres; por tanto, esta tierra os caerá en heredad.
Hamat, Berota, Sibraim, que está entre el término de Damasco y el término de Hamat; Hazar-haticón, que es el término de Haurán.
Partiréis, pues, esta tierra entre vosotros por las tribus de Israel.
Esta es la tierra que partiréis por suertes en heredad a las tribus de Israel, y éstas son sus partes, dijo el Señor DIOS.
En derredor tendrá dieciocho mil cañas. Y el nombre de la ciudad desde aquel día será EL SEÑOR ESTÁ AQUÍ.