'Gran' en la Biblia
y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.
Y he aquí, el ángel del Señor vino sobre ellos, y la gloria del Señor los cercó de resplandor; y tuvieron gran temor.
Mas el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
Pero en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, en que hubo una gran hambre en toda la tierra;
Y estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de un demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz,
Y levantándose, salió de la sinagoga, y entró en casa de Simón. Y la suegra de Simón estaba con una gran fiebre; y le rogaron por ella.
Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.
Y Leví le hizo un gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban sentados a la mesa con ellos.
Y descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente de toda Judea y de Jerusalén, y de la costa de Tiro y de Sidón, que habían venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades;
Y aconteció el siguiente día, que Él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con Él muchos de sus discípulos, y una gran multitud.
Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo.
Y cuando se juntó una gran multitud, y vinieron a Él de cada ciudad, les dijo por parábola:
Y otra parte cayó en buena tierra, y nació, y llevó fruto a ciento por uno. Y hablando estas cosas, dijo a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga.
Éste, cuando vio a Jesús, dio voces, y postrándose delante de Él, dijo a gran voz: ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes.
Entonces toda la multitud de la tierra de los gadarenos alrededor, le rogó que se fuese de ellos; porque tenían gran temor. Y Él, subiendo en la barca, se volvió.
Y aconteció que al día siguiente, cuando descendieron del monte, una gran multitud les salió al encuentro.
Y diciéndoles estas cosas, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarle en gran manera, para provocarle a que hablase de muchas cosas;
Él entonces le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos.
Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.
Y además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan, ni de allá pasar acá.
Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz;
Y cuando Él llegó ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzaron a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto,
Pero ¡ay de las que estén encintas, y de las que amamanten en aquellos días! porque habrá gran angustia sobre la tierra, e ira sobre este pueblo.
Y entonces verán al Hijo del Hombre, viniendo en una nube con poder y gran gloria.
Entonces él os mostrará un gran aposento alto, dispuesto; preparad allí.
Y estaban los príncipes de los sacerdotes y los escribas acusándole con gran vehemencia.
Y le seguía una gran multitud del pueblo, y de mujeres que le lloraban y lamentaban.
Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, entregó el espíritu.
Y ellos, habiéndole adorado, regresaron a Jerusalén con gran gozo;