'Hueso' en la Biblia
Y dijo Adán: Ésta es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne; ella será llamada Varona, porque del varón fue tomada.
Y Labán le dijo: Ciertamente hueso mío y carne mía eres. Y estuvo con él el tiempo de un mes.
En una casa se comerá, y no llevarás de aquella carne fuera de casa, ni quebraréis hueso suyo.
No dejarán de él para la mañana, ni quebrarán hueso en él; conforme a todos los ritos de la pascua la harán.
Y cualquiera que en campo abierto tocare a alguno que ha sido muerto a espada, o un cuerpo muerto, o hueso humano, o sepulcro, siete días será inmundo.
Y un hombre limpio tomará hisopo, y lo mojará en el agua, y rociará sobre la tienda, y sobre todos los muebles, y sobre las personas que allí estuvieren, y sobre aquel que hubiere tocado el hueso, o el asesinado, o el muerto, o el sepulcro:
Yo os ruego que habléis a oídos de todos los de Siquem: ¿Qué os parece mejor, que todos los hijos de Jerobaal, setenta hombres, reinen sobre vosotros, o que reine sobre vosotros un solo hombre? Acordaos que yo soy hueso vuestro, y carne vuestra.
Entonces vinieron todas las tribus de Israel a David en Hebrón y hablaron, diciendo: He aquí nosotros hueso tuyo y carne tuya somos.
Asimismo diréis a Amasa: ¿No eres tú también hueso mío y carne mía? Así me haga Dios, y así me añada, si no has de ser general del ejército delante de mí para siempre, en lugar de Joab.
Entonces todo Israel se juntó a David en Hebrón, diciendo: He aquí nosotros somos tu hueso y tu carne.
Mas extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no te maldice en tu rostro.
Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor, y los huesos se juntaron cada hueso a su hueso.
Sus príncipes en medio de ella son leones rugientes; sus jueces, lobos nocturnos que no dejan hueso para la mañana.