'Lo' en la Biblia
- 1.Gé 1:9-Gé 37:10
- 2.Gé 37:14-Éx 9:4
- 3.Éx 9:12-Éx 29:34
- 4.Éx 29:36-Levítico 8:12
- 5.Levítico 8:13-Levítico 25:27
- 6.Levítico 25:28-Números 24:9
- 7.Números 24:12-Deuteronomio 17:3
- 8.Deuteronomio 17:10-Josué 10:30
- 9.Josué 10:32-Rut 2:11
- 10.Rut 2:17-1 Samuel 22:17
- 11.1 Samuel 22:22-2 Samuel 17:5
- 12.2 Samuel 17:9-1 Reyes 13:11
- 13.1 Reyes 13:25-2 Reyes 7:2
- 14.2 Reyes 7:8-2 Reyes 21:17
- 15.2 Reyes 21:20-2 Crónicas 18:2
- 16.2 Crónicas 18:13-Esdras 7:18
- 17.Esdras 7:20-Job 15:21
- 18.Job 15:26-Salmos 38:20
- 19.Salmos 39:2-Proverbios 4:25
- 20.Proverbios 7:13-Cantares 3:1
- 21.Cantares 3:2-Isaías 44:19
- 22.Isaías 44:23-Jeremías 18:4
- 23.Jeremías 18:10-Lamentaciones 3:20
- 24.Lamentaciones 3:28-Ezequiel 44:23
- 25.Ezequiel 44:24-Miqueas 2:12
- 26.Miqueas 3:2-Mateo 20:4
- 27.Mateo 20:5-Marcos 14:3
- 28.Marcos 14:8-Lucas 18:26
- 29.Lucas 18:27-Juan 13:33
- 30.Juan 14:2-Hechos 21:40
- 31.Hechos 22:10-1 Corintios 8:7
- 32.1 Corintios 8:10-Gálatas 3:17
- 33.Gálatas 5:17-2 Timoteo 3:9
- 34.2 Timoteo 3:14-1 Juan 3:23
- 35.1 Juan 4:19-Apocalipsis 22:9
Y cogió en el campo hasta la tarde, y desgranó lo que había cogido, y fue como un efa de cebada.
Y lo tomó, y se fue a la ciudad; y su suegra vio lo que había cogido. Sacó también luego lo que le había sobrado después de haber quedado saciada, y se lo dio.
Y le dijo su suegra: ¿Dónde has cogido hoy? ¿Y dónde has trabajado? Bendito sea el que te ha conocido. Y ella declaró a su suegra lo que le había acontecido con aquél, y dijo: El nombre del varón con quien hoy he trabajado es Booz.
Y cuando él se acostare, repara tú el lugar donde él se acostare, e irás, y descubrirás los pies, y te acostarás allí ; y él te dirá lo que hayas de hacer.
Y ella le respondió: Haré todo lo que tú me mandares.
Y descendiendo a la era, hizo todo lo que su suegra le había mandado.
Ahora pues, no temas, hija mía, yo haré contigo todo lo que tú dijeres, pues que toda la puerta de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa.
Así que vino a su suegra, ésta le dijo: ¿Qué pues, hija mía? Y le declaró ella todo lo que con aquel varón le había acontecido.
y yo decidí hacértelo saber, y decirte que las tomes delante de los que están aquí sentados, y delante de los ancianos de mi pueblo. Si hubieres de redimir, redime; y si no quisieres redimir, decláramelo para que yo lo sepa; porque no hay otro que redima sino tú, y yo después de ti. Y él otro respondió: Yo redimiré.
Había ya de largo tiempo esta costumbre en Israel en la redención o contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero; y éste era el testimonio en Israel.
Y Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros seréis hoy testigos de como tomo todas las cosas que fueron de Elimelec, y todo lo que fue de Quelión y de Mahlón, de mano de Noemí.
Y tomando Noemí el hijo, lo puso en su regazo, y fue su aya.
Y así hacía cada año; cuando subía a la Casa del SEÑOR, la otra la enojaba así; por lo cual ella lloraba, y no comía.
e hizo voto, diciendo: El SEÑOR de los ejércitos, si te dignares mirar la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, mas dieres a tu sierva simiente de varón, yo lo dedicaré al SEÑOR todos los días de su vida, y no subirá navaja sobre su cabeza.
Y fue que al pasar el tiempo, Ana concibió, y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel (demandado de Dios ), diciendo : Por cuanto lo demandé al SEÑOR.
Mas Ana no subió, sino dijo a su marido: Yo no subiré hasta que el niño sea destetado; para que lo lleve y sea presentado delante del SEÑOR, y se quede allá para siempre.
Y Elcana su marido le respondió: Haz lo que bien te pareciere; quédate hasta que lo destetes; solamente el SEÑOR cumpla su palabra. Y se quedó la mujer, y crió su hijo hasta que lo destetó.
Y después que lo hubo destetado, lo llevó consigo, con tres becerros, un efa de harina, y un odre de vino, y lo trajo a la Casa del SEÑOR en Silo; y el niño era aún pequeño.
Por este niño oraba, y el SEÑOR me dio lo que le pedí.
y hería con él en la caldera, o en la olla, o en el caldero, o en el pote; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían a todo israelita que venía a Silo.
Elí empero era muy viejo, y oía todo lo que sus hijos hacían a todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo del testimonio.
¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis presentes, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?
Y dijo: ¿Qué es la palabra que te habló el SEÑOR ? Te ruego que no me la encubras. Así te haga Dios y así te añada, si me encubrieres palabra de todo lo que habló contigo.
Y Samuel se lo manifestó todo, sin encubrirle nada. Entonces él dijo: El SEÑOR es; haga lo que bien le pareciere.
Y el siguiente día los de Asdod se levantaron de mañana, y he aquí Dagón postrado en tierra delante del arca del SEÑOR; y tomaron a Dagón, y lo volvieron a su lugar.
Y aquellos varones lo hicieron así; tomando dos vacas que criaban, las uncieron al carro, y encerraron en casa sus becerros.
Lo cual viendo los cinco príncipes de los filisteos, se volvieron a Ecrón el mismo día.
Y oyendo los filisteos que los hijos de Israel estaban reunidos en Mizpa, subieron los príncipes de los filisteos contra Israel. Lo cual cuando oyeron los hijos de Israel, tuvieron temor de los filisteos.
Y Samuel tomó un cordero de leche, y lo sacrificó entero al SEÑOR en holocausto; y clamó Samuel al SEÑOR por Israel, y el SEÑOR le oyó.
Y dijo el SEÑOR a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te dijeren; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos.
Y se habían perdido las asnas de Cis, padre de Saúl; por lo que dijo Cis a Saúl su hijo: Toma ahora contigo alguno de los criados, y levántate, y ve a buscar las asnas.
Y Samuel respondió a Saúl, y dijo: Yo soy el vidente; sube delante de mí al alto, y come hoy conmigo, y por la mañana te despacharé, y te descubriré todo lo que está en tu corazón.
Entonces alzó el cocinero una espaldilla, con lo que estaba sobre ella, y la puso delante de Saúl. Y Samuel dijo: He aquí lo que estaba reservado; ponlo delante de ti, y come; porque para este tiempo se guardó para ti, cuando dije: Yo he convidado al pueblo. Y Saúl comió aquel día con Samuel.
Y cuando hubieron descendido de lo alto a la ciudad, él habló con Saúl en el terrado.
Tomando entonces Samuel una ampolla de aceite, la derramó sobre su cabeza, y lo besó, y le dijo: ¿No te ha ungido el SEÑOR por capitán sobre su heredad?
Y cuando te hubieren sobrevenido estas señales, haz lo que te viniere a la mano, porque Dios es contigo.
Y bajarás delante de mí a Gilgal; y luego descenderé yo a ti para sacrificar holocaustos, e inmolar víctimas pacíficas. Tú me esperarás siete días, hasta que yo venga a ti, y te enseñe lo que has de hacer.
Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los profetas que venía a encontrarse con él, y el Espíritu de Dios lo arrebató, y profetizó entre ellos.
Entonces corrieron, y lo tomaron de allí, y puesto en medio del pueblo, desde el hombro arriba era más alto que todo el pueblo.
Samuel recitó luego al pueblo el derecho del reino, y lo escribió en un libro, el cual guardó delante del SEÑOR.
Y respondieron a los mensajeros que habían venido: Así diréis a los de Jabes de Galaad: Mañana al calentar el sol, tendréis salud. Y vinieron los mensajeros, y lo declararon a los de Jabes, los cuales se alegraron.
Y los de Jabes dijeron: Mañana saldremos a vosotros, para que hagáis con nosotros todo lo que bien os pareciere.
Y habiendo visto que Nahas rey de lo hijos de Amón venía contra vosotros, me dijisteis: No, sino rey reinará sobre nosotros; siendo vuestro Rey el SEÑOR vuestro Dios.
Y Jonatán hirió la guarnición de los filisteos que había en el collado, y lo oyeron los filisteos. E hizo Saúl tocar trompeta por toda la tierra, diciendo: Oigan los hebreos.
Y todo Israel oyó lo que se decía: Saúl ha herido la guarnición de los filisteos; y también que Israel olía mal a los filisteos. Y se juntó el pueblo en pos de Saúl en Gilgal.
Mas ahora tu reino no estará: El SEÑOR se ha buscado varón según su corazón, al cual el SEÑOR ha mandado que sea capitán sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que el SEÑOR te mandó.
Y un día aconteció, que Jonatán hijo de Saúl dijo a su criado que le traía las armas: Ven, y pasemos a la guarnición de los filisteos, que está a aquel lado. Y no lo hizo saber a su padre.
Y su paje de armas le respondió: Haz todo lo que tienes en tu corazón; ve, que aquí estoy contigo a tu voluntad.
Y dijo Saúl: Descendamos de noche contra los filisteos, y los saquearemos hasta la mañana, y no dejaremos de ellos ninguno. Y ellos dijeron: Haz lo que bien te pareciere. Dijo luego el sacerdote: Acerquémonos aquí a Dios.
Dijo luego a todo Israel: Vosotros estaréis a un lado, y yo y Jonatán mi hijo estaremos al otro lado. Y el pueblo respondió a Saúl: Haz lo que bien te pareciere.
Entonces Saúl dijo a Jonatán: Declárame qué has hecho. Y Jonatán se lo declaró, y dijo: Cierto que gusté con la punta de la vara que traía en mi mano, un poco de miel; ¿he de morir por eso?
Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Me acuerdo de lo que hizo Amalec a Israel; que se le opuso en el camino, cuando subía de Egipto.
Ve pues, y hiere a Amalec, y destruiréis en él todo lo que tuviere; y no tengas piedad de él; mata hombres y mujeres, niños y mamantes, vacas y ovejas, camellos y asnos.
Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas, y al ganado mayor, a los gruesos y a los carneros, y finalmente a todo lo bueno, que no lo quisieron destruir; mas todo lo que era vil y flaco destruyeron.
Y Saúl respondió: De Amalec los han traído; porque el pueblo perdonó a lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas al SEÑOR tu Dios; pero lo demás lo destruimos.
Entonces dijo Samuel a Saúl: Déjame declararte lo que el SEÑOR me ha dicho esta noche. Y él le respondió: Di.
¿Por qué, pues, no has oído la voz del SEÑOR? Antes vuelto al despojo, has hecho lo malo en los ojos del SEÑOR.
Entonces Samuel le dijo: el SEÑOR ha desgarrado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado a tu prójimo mejor que tú.
Y dijo Samuel: ¿Cómo iré? Si Saúl lo entendiere, me matará. El SEÑOR respondió: Toma contigo una becerra, y di: A sacrificar al SEÑOR he venido.
Y llama a Isaí al sacrificio, y yo te enseñaré lo que has de hacer; y me ungirás al que yo te dijere.
Y el SEÑOR respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a la altura de su estatura, porque yo lo desecho; porque no es lo que el hombre ve. Porque el hombre ve lo que está delante de sus ojos, mas el SEÑOR ve el corazón.
Envió, pues, por él, y lo introdujo; el cual era rojo, (de buen color) , de hermoso parecer y de bello aspecto. Entonces el SEÑOR dijo: Levántate y úngelo, que éste es.
Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió de entre sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu del SEÑOR tomó a David. Y levantándose Samuel, se volvió a Ramá.
Y tomó Isaí un asno cargado de pan, y un cántaro de vino y un cabrito, y lo envió a Saúl por mano de David su hijo.
Y viniendo David a Saúl, estuvo delante de él; y él lo amó mucho, y fue hecho su paje de armas.
Si él pudiere pelear conmigo, y me venciere, nosotros seremos vuestros siervos; y si yo pudiere más que él, y lo venciere, vosotros seréis nuestros siervos y nos serviréis.
Y el pueblo le respondió las mismas palabras, diciendo: Así se hará al tal varón que lo venciere.
Y apartándose de él hacia otros, habló lo mismo; y le respondieron los del pueblo como primero.
Y fueron oídas las palabras que David había dicho, las cuales fueron repetidas delante de Saúl, y él lo hizo venir.
y salía yo tras él, y lo hería, y le libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y mataba.
Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; pues este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha deshonrado al ejército del Dios viviente.
Y ciñó David la espada de Saúl sobre los vestidos de Saúl , y probó a andar, porque nunca lo había experimentado. Y dijo David a Saúl: Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo experimenté. Y echando de sí David aquellas cosas,
Así venció David al filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David cuchillo en su mano.
Entonces corrió David y se puso sobre el filisteo, y tomando el cuchillo de él, sacándola de su vaina, lo mató, y le cortó con él la cabeza. Y cuando los filisteos vieron su gigante muerto, huyeron.
Vive tu alma, oh rey, que no lo sé. Y el rey dijo: Pregunta pues de quién es hijo aquel joven.
Y cuando David volvía de matar al filisteo, Abner lo tomó, y lo llevó delante de Saúl, teniendo la cabeza del filisteo en su mano.
Y así que él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán fue ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a su propia alma.
Y salía David a dondequiera que Saúl le enviaba, y se portaba prudentemente. Y Saúl lo hizo capitán de gente de guerra, y era acepto en los ojos de todo el pueblo, y en los ojos de los criados de Saúl.
Lo apartó, pues, Saúl de sí, y le hizo capitán de mil; y salía y entraba delante del pueblo.
Y David se conducía prudentemente en todo lo que hacía, y el SEÑOR era con él.
Mas Mical la otra hija de Saúl amaba a David; y fue dicho a Saúl, lo cual agradó en sus ojos.
Pero Saúl, viendo y considerando que el SEÑOR era con David, y que su hija Mical lo amaba,
Y yo saldré y estaré junto a mi padre en el campo donde estuvieres; y hablaré de ti a mi padre, y te haré saber lo que viere.
porque él puso su alma en su palma, e hirió al filisteo, y el SEÑOR hizo una gran salud a todo Israel. Tú lo viste, y te alegraste; ¿por qué, pues, pecarás contra la sangre inocente, matando a David sin causa?
Saúl envió luego mensajeros a casa de David para que lo guardasen, y lo matasen a la mañana. Mas Mical su mujer lo descubrió a David, diciendo: Si no salvares tu vida esta noche, mañana serás muerto.
Y volvió Saúl a enviar mensajeros para que viesen a David, diciendo: Traédmelo en la cama para que lo mate.
Huyó, pues, David, y se escapó, y vino a Samuel en Ramá, y le dijo todo lo que Saúl había hecho con él. Y se fueron él y Samuel, y moraron en Naiot.
Y Jonatán dijo a David: ¿Qué dice tu alma, y lo haré por ti?
Si tu padre hiciere mención de mí, dirás: Me rogó mucho que lo dejase ir presto a Belén su ciudad, porque todos los de su linaje tienen allá sacrificio aniversario.
Entonces dijo Jonatán a David: Oh SEÑOR Dios de Israel, cuando habré yo preguntado a mi padre mañana a esta hora, o después de mañana, y si él me hablare bien de David, si entonces no enviare a ti, y te lo descubriere,
el SEÑOR haga así a Jonatán, y esto añada. Mas si a mi padre pareciere bien hacerte mal, también te lo descubriré, y te enviaré, y te irás en paz; y sea el SEÑOR contigo, como fue con mi padre.
Y dijo: Te ruego que me dejes ir, porque tenemos sacrificio los de nuestro linaje en la ciudad, y mi hermano mismo me lo ha mandado; por tanto, si he hallado gracia en tus ojos, haré una escapada ahora, y visitaré a mis hermanos. Por esto, pues , no ha venido a la mesa del rey.
Ahora, pues, ¿qué tienes a mano? Dame cinco panes en mi mano, o lo que se hallare.
Y el sacerdote respondió a David, y dijo: No tengo pan común a la mano; solamente tengo pan sagrado; mas lo daré si los criados se han guardado a lo menos de mujeres.
Y dijo Aquis a sus siervos: He aquí, estáis viendo un hombre demente; ¿por qué lo habéis traído a mí?
Y yéndose David de allí se escapó a la cueva de Adulam (justicia o rectitud del pueblo ); lo cual cuando oyeron sus hermanos y toda la casa de su padre, vinieron allí a él.
Y se fue David de allí a Mizpa de Moab, y dijo al rey de Moab: Yo te ruego que mi padre y mi madre estén con vosotros, hasta que sepa lo que Dios hará de mí.
Y le dijo Saúl: ¿Por qué habéis conspirado contra mí, tú y el hijo de Isaí, cuando tú le diste pan y cuchillo, y consultaste por él a Dios, para que se levantase contra mí y me acechase, como lo hace hoy día?
Entonces Ahimelec respondió al rey, y dijo: ¿Y quién hay fiel entre todos sus siervos como lo es David, yerno del rey, y que va por tu mandado, y es ilustre en tu casa?
Entonces dijo el rey a la gente de su guardia que estaba alrededor de él: Cercad y matad a los sacerdotes del SEÑOR; porque también la mano de ellos es también con David, pues sabiendo ellos que huía, no me lo descubrieron. Mas los siervos del rey no quisieron extender sus manos para matar a los sacerdotes del SEÑOR.
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- 1.Gé 1:9-Gé 37:10
- 2.Gé 37:14-Éx 9:4
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- 4.Éx 29:36-Levítico 8:12
- 5.Levítico 8:13-Levítico 25:27
- 6.Levítico 25:28-Números 24:9
- 7.Números 24:12-Deuteronomio 17:3
- 8.Deuteronomio 17:10-Josué 10:30
- 9.Josué 10:32-Rut 2:11
- 10.Rut 2:17-1 Samuel 22:17
- 11.1 Samuel 22:22-2 Samuel 17:5
- 12.2 Samuel 17:9-1 Reyes 13:11
- 13.1 Reyes 13:25-2 Reyes 7:2
- 14.2 Reyes 7:8-2 Reyes 21:17
- 15.2 Reyes 21:20-2 Crónicas 18:2
- 16.2 Crónicas 18:13-Esdras 7:18
- 17.Esdras 7:20-Job 15:21
- 18.Job 15:26-Salmos 38:20
- 19.Salmos 39:2-Proverbios 4:25
- 20.Proverbios 7:13-Cantares 3:1
- 21.Cantares 3:2-Isaías 44:19
- 22.Isaías 44:23-Jeremías 18:4
- 23.Jeremías 18:10-Lamentaciones 3:20
- 24.Lamentaciones 3:28-Ezequiel 44:23
- 25.Ezequiel 44:24-Miqueas 2:12
- 26.Miqueas 3:2-Mateo 20:4
- 27.Mateo 20:5-Marcos 14:3
- 28.Marcos 14:8-Lucas 18:26
- 29.Lucas 18:27-Juan 13:33
- 30.Juan 14:2-Hechos 21:40
- 31.Hechos 22:10-1 Corintios 8:7
- 32.1 Corintios 8:10-Gálatas 3:17
- 33.Gálatas 5:17-2 Timoteo 3:9
- 34.2 Timoteo 3:14-1 Juan 3:23
- 35.1 Juan 4:19-Apocalipsis 22:9