49 Versículo de la Biblia sobre perder a un amigo
Versículos Más Relevantes
El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo: Y amigo hay más conjunto que el hermano.
El que hallare su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí, la hallará.
El justo hace ventaja á su prójimo: Mas el camino de los impíos les hace errar.
El que cubre la prevaricación, busca amistad: Mas el que reitera la palabra, aparta al amigo.
Estimada es en los ojos de Jehová La muerte de sus santos.
Hermanos, si alguno de entre vosotros ha errado de la verdad, y alguno le convirtiere,
Mas os digo, amigos míos: No temáis de los que matan el cuerpo, y después no tienen más que hacer.
Has alejado de mí el enemigo y el compañero; Y mis conocidos se esconden en la tiniebla.
El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte: Y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.
Con ansiedad será afligido el que fiare al extraño: Mas el que aborreciere las fianzas vivirá confiado.
Díjoles también: ¿Quién de vosotros tendrá un amigo, é irá á él á media noche, y le dirá: Amigo, préstame tres panes,
Y mudó Jehová la aflicción de Job, orando él por sus amigos: y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.
Y viniendo á casa, junta á los amigos y á los vecinos, diciéndoles: Dadme el parabién, porque he hallado mi oveja que se había perdido.
Y muchos entonces serán escandalizados; y se entregarán unos á otros, y unos á otros se aborrecerán.
Yo buscaré la perdida, y tornaré la amontada, y ligaré la perniquebrada, y corroboraré la enferma: mas á la gruesa y á la fuerte destruiré. Yo las apacentaré en juicio.
Y tres amigos de Job, Eliphaz Temanita, y Bildad Suhita, y Sophar Naamathita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían concertado de venir juntos á condolecerse de él, y á consolarle.
Tal es el hombre que daña á su amigo, Y dice: Ciertamente me chanceaba.
¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si perdiere una dracma, no enciende el candil, y barre la casa, y busca con diligencia hasta hallarla?
La muerte y la vida están en poder de la lengua; Y el que la ama comerá de sus frutos.
Dícele Jesús: Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Porque ¿qué aprovechará al hombre, si granjeare todo el mundo, y pierde su alma?
Y como lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle: porque decían: Está fuera de sí.
Y Amasías dijo al varón de Dios: ¿Qué pues se hará de cien talentos que he dado al ejército de Israel? Y el varón de Dios respondió: De Jehová es darte mucho más que esto.
Por lo cual, consolaos los unos á los otros, y edificaos los unos á los otros, así como lo hacéis.
Si fueres flojo en el día de trabajo, Tu fuerza será reducida.
Y cuando la hubiere hallado, junta las amigas y las vecinas, diciendo: Dadme el parabién, porque he hallado la dracma que había perdido.
Y oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, mas por gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.
Y todo esto es de Dios, el cual nos reconcilió á sí por Cristo; y nos dió el ministerio de la reconciliación.
Yo sé lo que haré para que cuando fuere quitado de la mayordomía, me reciban en sus casas.
El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
Así que vosotros, oh amados, pues estáis amonestados, guardaos que por el error de los abominables no seáis juntamente extraviados, y caigáis de vuestra firmeza.
Y él les dijo: De cierto os digo, que nadie hay que haya dejado casa, padres, ó hermanos, ó mujer, ó hijos, por el reino de Dios,
Hizo él lo recto en los ojos de Jehová aunque no de perfecto corazón.
Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, Alzó contra mí el calcañar.
Y habíanse perdido las asnas de Cis, padre de Saúl; por lo que dijo Cis á Saúl su hijo: Toma ahora contigo alguno de los criados, y levántate, y ve á buscar las asnas.
Angustia tengo por ti, hermano mío Jonathán, Que me fuiste muy dulce: Más maravilloso me fué tu amor, Que el amor de las mujeres.
Mi corazón está acongojado, hame dejado mi vigor; Y aun la misma luz de mis ojos no está conmigo.
Enviaron, pues, sus hermanas á él, diciendo: Señor, he aquí, el que amas está enfermo.
Porque si el extrañamiento de ellos es la reconciliación del mundo, ¿qué será el recibimiento de ellos, sino vida de los muertos?
Pero si tú vas, si lo haces, y te esfuerzas para pelear, Dios te hará caer delante de los enemigos; porque en Dios está la fortaleza, ó para ayudar, ó para derribar.
Cercano está Jehová á los quebrantados de corazón; Y salvará á los contritos de espíritu.
Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Y cualquiera que dejare casas, ó hermanos, ó hermanas, ó padre, ó madre, ó mujer, ó hijos, ó tierras, por mi nombre, recibirá cien veces tanto, y heredará la vida eterna.
Porque el Hijo del hombre vino á buscar y á salvar lo que se había perdido.
Y respondiendo Jesús, dijo: De cierto os digo, que no hay ninguno que haya dejado casa, ó hermanos, ó hermanas, ó padre, ó madre, ó mujer, ó hijos, ó heredades, por causa de mí y del evangelio,
Y PROPUSOLES también una parábola sobre que es necesario orar siempre, y no desmayar,
Artículos Relacionados
- Buenos amigos
- Encontrar cosas
- Ser amigo
- Darse ánimo unos a otros
- Dejar a los padres por un cónyuge
- El amor de los hermanos
- El daño y la traición
- El poder de las palabras
- Estar perdido