'Oirá' en la Biblia
Y el Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, por grandes juicios.
Y el SEÑOR dijo a Moisés: El Faraón no os oirá, para que mis maravillas se multipliquen en la tierra de Egipto.
Y en todo lo que os he dicho seréis avisados. Y nombre de otros dioses no mentaréis, ni se oirá en vuestra boca.
Y estará sobre Aarón cuando ministrare; y se oirá su sonido cuando él entrare en el santuario delante del SEÑOR y cuando saliere; para que no muera.
Y todo el pueblo oirá, y temerá, y no serán soberbios más.
Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán con piedras, y morirá; así quitarás el mal de tu tierra; y todo Israel oirá, y temerá.
Y Josué mandó al pueblo, diciendo: Vosotros no daréis grita, ni se oirá vuestra voz, ni saldrá palabra de vuestra boca, hasta el día que yo os diga: Gritad; entonces daréis grita.
Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, mas el SEÑOR no os oirá en aquel día.
Pues el rey oirá, para librar a su sierva de mano del hombre que me quiere raer a mí, y a mi hijo juntamente, de la heredad de Dios.
Y Ahitofel dijo a Absalón: Entra a las concubinas de tu padre, que él dejó para guardar la casa; y todo el pueblo de Israel oirá que te has hecho aborrecible a tu padre, y así se esforzarán las manos de todos los que están contigo.
He aquí él estará ahora escondido en alguna cueva, o en algún otro lugar; y si al principio cayeren algunos de los tuyos , lo oirá quien lo oyere, y dirá: El pueblo que sigue a Absalón ha sido muerto.
Por ventura oirá el SEÑOR tu Dios todas las palabras de Rabsaces, al cual el rey de los Asirios su señor ha enviado para injuriar al Dios vivo, y reprenderá las palabras, las cuales el SEÑOR tu Dios ha oído; por tanto, eleva oración por las reliquias que aun se hallan.
He aquí yo pongo en él un espíritu, y oirá rumor, y volverá a su tierra; y yo haré que en su tierra caiga a cuchillo.
Orarás a él, y él te oirá; y tú pagarás tus promesas.
Allí clamarán, y él no oirá, por la soberbia de los malos.
Ciertamente Dios no oirá la vanidad, ni la mirará el Omnipotente.
Sabed pues, que el SEÑOR hizo apartar al pío para sí; el SEÑOR oirá cuando yo a él clamare.
Ahora he conocido que el SEÑOR ha guardado a su ungido; lo oirá desde los cielos de su santidad con las valentías de la salud de su diestra.
Tarde y mañana y a mediodía hablo y bramo; y él oirá mi voz.
Dios oirá, y los quebrantará, y el que permanece desde la antigüedad (Selah); por cuanto no se mudan, ni temen a Dios.
El que plantó el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá?
Resh Cumplirá el deseo de los que le temen; y su clamor oirá, y los salvará.
El cómplice del ladrón aborrece su vida; oirá maldiciones, y no lo denunciará.
Hesbón y Eleale gritarán, hasta Jahaza se oirá su voz; por lo que aullarán los armados de Moab, se lamentará el alma de cada uno de por sí.
Quizá oirá el SEÑOR tu Dios las palabras de Rabsaces, al cual envió el rey de Asiria su señor a blasfemar al Dios vivo, y a reprender con las palabras, que oyó el SEÑOR tu Dios; alza pues, oración tú por el remanente que aún ha quedado.
He aquí, que yo doy en él un espíritu, y oirá un rumor, y se volverá a su tierra; y yo haré, que en su tierra caiga a espada.
¿Quién de vosotros oirá esto? ¿Advertirá y considerará respecto al porvenir?
Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción y quebrantamiento en tus términos; mas a tus muros llamarás Salud, y a tus puertas Alabanza.
¡Voz del grito de los pastores, y aullido de los mayorales del hato se oirá ! Porque el SEÑOR asoló sus majadas.
Y para que no desmaye vuestro corazón, y temáis a causa de la noticia que se oirá por la tierra, en un año vendrá la noticia, y después en otro año el rumor, y luego vendrá la violencia en la tierra, y el enseñoreador sobre el que enseñorea.
Y haré cesar el estrépito de tus canciones, y no se oirá más el son de tus vihuelas.
Yo empero al SEÑOR esperaré, esperaré al Dios de mi salud; el Dios mío me oirá.
He aquí, Yo hablo a ti, dice el SEÑOR de los ejércitos. Encenderé y reduciré a humo tus carros, y espada devorará tus leoncillos; y raeré de la tierra tu robo, y nunca más se oirá voz de tus embajadores.
Sonido de látigo, y estruendo de movimiento de ruedas; y caballo atropellador, y carro saltador se oirá en ti ;
No contenderá, ni voceará; ni nadie oirá en las calles su voz.