'Orando' en la Biblia
"No tenga a su sierva por mujer indigna. Hasta ahora he estado orando a causa de mi gran congoja y aflicción."
`` ¡Oh señor mío!" dijo Ana. ``Vive su alma, señor mío. Yo soy la mujer que estuvo aquí junto a usted orando al SEÑOR.
Cuando oí estas palabras, me senté y lloré; hice duelo {algunos} días, y estuve ayunando y orando delante del Dios del cielo.
Cuando Daniel supo que había sido firmado el documento, entró en su casa (en su aposento superior tenía ventanas abiertas en dirección a Jerusalén), y como solía hacerlo antes, continuó arrodillándose tres veces al día, orando y dando gracias delante de su Dios.
Entonces estos hombres, de común acuerdo, fueron y encontraron a Daniel orando y suplicando delante de su Dios;
Aún estaba yo hablando, orando y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y presentando mi súplica delante del Señor mi Dios por el santo monte de mi Dios,
Y adelantándose un poco, cayó sobre Su rostro, orando y diciendo: ``Padre Mío, si es posible, que pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú {quieras}."
"Y cuando estén orando, perdonen si tienen algo contra alguien, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus transgresiones.
Toda la multitud del pueblo estaba afuera orando a la hora de la ofrenda de incienso.
Estando Jesús orando a solas, estaban con El los discípulos, y les preguntó: `` ¿Quién dicen las multitudes que soy Yo?"
Aconteció que estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, Le dijo uno de Sus discípulos: ``Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó también a sus discípulos."
"Pero velen en todo tiempo, orando para que tengan fuerza para escapar de todas estas cosas que están por suceder, y puedan estar en pie delante del Hijo del Hombre."
El Señor le {dijo: ``}Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso llamado Saulo, porque él está orando,
Y Cornelio respondió: ``Hace cuatro días, a esta misma hora, estaba yo orando en mi casa a la hora novena (3 p.m.); y un hombre con vestiduras resplandecientes, se puso delante de mí,
``Estaba yo en la ciudad de Jope orando, y vi en éxtasis una visión: un objeto semejante a un gran lienzo que descendía, bajado del cielo por las cuatro puntas, y vino hasta mí.
``Cuando regresé a Jerusalén y me hallaba orando en el templo, caí en un éxtasis,
Damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, orando siempre por ustedes,
Pero ustedes, amados, edificándose en su santísima fe, orando en el Espíritu Santo,