'Podía' en la Biblia
Al llegar Jesús al otro lado, a la tierra de los Gadarenos, fueron a Su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, violentos en extremo, de manera que nadie podía pasar por aquel camino.
"Porque este {perfume} podía haberse vendido a gran precio, y {el dinero} habérselo dado a los pobres."
Pero él, en cuanto salió comenzó a proclamarlo abiertamente y a divulgar el hecho, a tal punto que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que se quedaba fuera en lugares despoblados; y venían a El de todas partes.
que tenía su morada entre los sepulcros; y nadie podía ya atarlo ni aun con cadenas;
Herodías le tenía rencor y deseaba matarlo, pero no podía,
"Porque este perfume podía haberse vendido por más de 300 denarios (salario de 300 días), y {el dinero} dado a los pobres." Y la reprendían.
Pero cuando salió, no podía hablarles, y se dieron cuenta de que había visto una visión en el templo. El les hablaba por señas y permanecía mudo.
y había {allí} una mujer que durante dieciocho años había tenido una enfermedad causada por un espíritu; estaba encorvada, y de ninguna manera se podía enderezar.
trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, ya que Zaqueo era de pequeña estatura.
Pero algunos de ellos dijeron: `` ¿No podía Este, que abrió los ojos del ciego, haber evitado también que {Lázaro} muriera?"
Cristo, en los días de Su carne, habiendo ofrecido oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que Lo podía librar de la muerte, fue oído a causa de Su temor reverente.
Y nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro ni mirar su contenido.
Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos, y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos.
Y cantaban un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender el cántico, sino los 144,000 que habían sido rescatados (comprados) de la tierra.
El templo se llenó del humo de la gloria de Dios y de Su poder. Nadie podía entrar al templo hasta que se terminaran las siete plagas de los siete ángeles.