'Seguía' en la Biblia
Y sucedía que cuando Moisés salía a la tienda, todo el pueblo se levantaba y permanecía de pie, cada uno a la entrada de su tienda, y seguía con la vista a Moisés hasta que él entraba en la tienda.
y lo que hizo a Datán y Abiram, los hijos de Eliab, hijo de Rubén, cuando la tierra abrió su boca y los tragó a ellos, a sus familias, a sus tiendas y a todo ser viviente que los seguía, en medio de todo Israel.
Y sucedió que después que Josué había hablado al pueblo, los siete sacerdotes que llevaban las siete trompetas de cuerno de carnero delante del SEÑOR, se adelantaron y tocaron las trompetas; y el arca del pacto del SEÑOR los seguía.
y seguía por el sur hacia la subida de Acrabim y continuaba hasta Zin; entonces subía por el lado sur de Cades-barnea hasta Hezrón, y subía hasta Adar y volvía a Carca.
Y pasaba por Asmón y seguía hasta el torrente de Egipto; y el límite terminaba en el mar. Este será vuestro límite meridional.
Entonces el límite subía hasta Bet-hogla y seguía al norte de Bet-arabá y subía hasta la piedra de Bohán, hijo de Rubén.
Y el límite subía hasta Debir desde el valle de Acor, y volvía hacia el norte, hacia Gilgal que está frente a la subida de Adumín, al sur del valle, y seguía hasta las aguas de En-semes y terminaba en En-rogel.
Y desde la cumbre del monte el límite doblaba hacia la fuente de las aguas de Neftoa, y seguía hasta las ciudades del monte Efrón, girando hacia Baala, es decir, Quiriat-jearim.
Y hacia el norte el límite seguía por el lado de Ecrón, girando hacia Sicrón, y continuaba hasta el monte Baala, seguía hasta Jabneel y terminaba en el mar.
Seguía desde Betel a Luz, y continuaba hasta la frontera de los arquitas en Atarot.
De allí el límite seguía hasta Luz, por el lado sur de Luz, es decir, Betel; y el límite bajaba hasta Atarot-adar, cerca del monte que está al sur de Bet-horón de abajo.
Y por el lado sur, desde el extremo de Quiriat-jearim, el límite seguía hacia el occidente e iba hasta la fuente de las aguas de Neftoa.
El límite seguía por el lado de Bet-hogla hacia el norte, y terminaba en la bahía norte del mar Salado, en el extremo sur del Jordán. Este {era} el límite sur.
Luego doblaba desde Sarid al oriente hacia la salida del sol hasta el límite de Quislot-tabor, seguía hasta Daberat y subía hasta Jafía.
Y desde allí continuaba al oriente hacia la salida del sol hasta Gat-hefer a Ita-cazín, y seguía hasta Rimón rodeando a Nea.
Entonces el límite doblaba al occidente hacia Aznot-tabor, y de allí seguía a Hucoc; alcanzaba a Zabulón en el sur, tocaba a Aser en el occidente y a Judá en el Jordán hacia el oriente.
También {algunos de} los hebreos pasaron el Jordán a la tierra de Gad y de Galaad. Pero Saúl {estaba} todavía en Gilgal, y todo el pueblo le seguía tembloroso.
Y Absalón envió por Ahitofel gilonita, consejero de David, desde Gilo su ciudad, cuando ofrecía los sacrificios. Y la conspiración se hacía fuerte porque constantemente aumentaba la gente que seguía a Absalón.
Salieron, pues, aquéllos de la ciudad, los jóvenes de los jefes de las provincias y el ejército que los seguía.
E hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, conforme a todo lo que su padre Uzías había hecho; pero no entró en el templo del SEÑOR. Y el pueblo seguía corrompiéndose.
Los hombres se pusieron a remar {con afán} para volver a tierra firme, pero no pudieron, porque el mar seguía embraveciéndose contra ellos.
{Jesús} fue con él; y una gran multitud le seguía y le oprimía.
Juan le dijo: Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no nos seguía.
Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha sanado. Y al instante recobró la vista, y le seguía por el camino.
Cierto joven le seguía, vestido {sólo} con una sábana sobre {su cuerpo} desnudo; y lo prendieron*;
Y él, dejándolo todo, se levantó y le seguía.
Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la multitud que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado una fe tan grande.
Y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios; cuando toda la gente vio {aquello,} dieron gloria a Dios.
Habiéndole arrestado, se lo llevaron y le condujeron a la casa del sumo sacerdote; mas Pedro {le} seguía de lejos.
Y le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres que lloraban y se lamentaban por El.
Y le seguía una gran multitud, pues veían las señales que realizaba en los enfermos.
Y Simón Pedro seguía a Jesús, y {también} otro discípulo. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote,
Pedro, volviéndose, vio* que {les} seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el que en la cena se había recostado sobre el pecho {de Jesús} y había dicho: Señor, ¿quién es el que te va a entregar?
Pero Saulo seguía fortaleciéndose y confundiendo a los judíos que habitaban en Damasco, demostrando que este {Jesús} es el Cristo.
Entretanto la iglesia gozaba de paz por toda Judea, Galilea y Samaria, y era edificada; y andando en el temor del Señor y en la fortaleza del Espíritu Santo, seguía creciendo.
Y saliendo, {lo} seguía, y no sabía que lo que hacía el ángel era de verdad, sino que creía ver una visión.
porque la multitud del pueblo {lo} seguía, gritando: ¡Muera!
Y castigándolos con frecuencia en todas las sinagogas, procuraba obligarlos a blasfemar; y enfurecido en gran manera contra ellos, seguía persiguiéndolos aun hasta en las ciudades extranjeras.
y todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de una roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo.
Y miré, y he aquí, un caballo amarillento; y el que estaba montado en él se llamaba Muerte; y el Hades lo seguía. Y se les dio autoridad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con pestilencia y con las fieras de la tierra.
Y {vi} una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada. Y la tierra entera se maravilló y {seguía} tras la bestia;