'Siguieron' en la Biblia
Entonces ellos, dejando al instante las redes, Lo siguieron.
Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, Lo siguieron.
Y Lo siguieron grandes multitudes de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y {del} otro lado del Jordán.
Cuando entró Jesús en la barca, Sus discípulos Lo siguieron.
Al irse Jesús de allí, dos ciegos Lo siguieron, gritando: `` ¡Hijo de David, ten misericordia de nosotros!"
Pero Jesús, sabiéndo{lo,} se retiró de allí. Y muchos Lo siguieron, y los sanó a todos.
Al oír esto, Jesús se fue de allí en una barca, solo, a un lugar desierto; y cuando las multitudes {lo} supieron, Lo siguieron a pie desde las ciudades.
y grandes multitudes siguieron a Jesús, y los sanó allí.
Entonces Jesús, movido a compasión, tocó los ojos de ellos, y al instante recobraron la vista, y Lo siguieron.
Dejando al instante las redes, ellos Lo siguieron.
Jesús se marchó de allí y llegó a Su pueblo, y Sus discípulos Lo siguieron.
Y después de traer las barcas a tierra, dejándolo todo, siguieron a Jesús.
Saliendo Jesús, se encaminó, como de costumbre, hacia el Monte de los Olivos; y los discípulos también Lo siguieron.
Y las mujeres que habían venido con Jesús desde Galilea siguieron detrás, y vieron el sepulcro y cómo fue colocado Su cuerpo.
Y los dos discípulos le oyeron hablar, y siguieron a Jesús.
Uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús, era Andrés, hermano de Simón Pedro.
Entonces los Judíos que estaban con ella en la casa consolándola, cuando vieron que María se levantó de prisa y salió, la siguieron, suponiendo que iba al sepulcro a llorar allí.
Cuando habían pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que conduce a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma. Entonces salieron y siguieron por una calle, y de repente el ángel se apartó de él.
Terminada {la reunión de} la sinagoga, muchos de los Judíos y de los prosélitos (Gentiles convertidos al Judaísmo) temerosos de Dios siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes, hablándoles, les instaban a perseverar en la gracia de Dios.
Así {también} Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, a semejanza de aquéllos, puesto que ellas se corrompieron (se entregaron a gran inmoralidad) y siguieron carne extraña, son exhibidas como ejemplo al sufrir el castigo del fuego eterno.