'Te' en la Biblia
- 1.Gé 3:10-Gé 31:16
- 2.Gé 31:27-Éx 20:4
- 3.Éx 20:5-Números 22:29
- 4.Números 22:33-Deuteronomio 12:28
- 5.Deuteronomio 12:32-Deuteronomio 26:3
- 6.Deuteronomio 26:10-Jueces 9:36
- 7.Jueces 10:15-1 Samuel 16:15
- 8.1 Samuel 16:16-2 Samuel 16:21
- 9.2 Samuel 17:1-1 Reyes 20:35
- 10.1 Reyes 20:36-1 Crónicas 29:19
- 11.2 Crónicas 1:7-Job 22:22
- 12.Job 22:23-Salmos 51:16
- 13.Salmos 51:19-Salmos 119:164
- 14.Salmos 119:175-Eclesiastés 9:10
- 15.Eclesiastés 11:9-Isaías 49:7
- 16.Isaías 49:8-Jeremías 15:11
- 17.Jeremías 15:14-Ezequiel 2:4
- 18.Ezequiel 2:6-Ezequiel 26:21
- 19.Ezequiel 27:4-Abdías 1:13
- 20.Abdías 1:14-Mateo 25:24
- 21.Mateo 25:27-Lucas 18:42
- 22.Lucas 19:21-Hechos 24:25
- 23.Hechos 26:1-Apocalipsis 21:9
En el corazón de los mares están tus términos; los que te edificaron completaron tu belleza.
De hayas del monte Senir te fabricaron todas las tillas; tomaron cedros del Líbano para hacerte el mástil.
De fino lino bordado de Egipto fue tu cortina, para que te sirviera de vela; \'
Persas y lidios, y africanos, fueron en tu ejército tus hombres de guerra; escudos y capacetes colgaron en ti; ellos te alabaron tu hermosura.
Los hijos de Dedán eran tus negociantes; muchas islas tomaban mercadería de tu mano; cuernos de marfil y pavos reales te dieron en presente.
En muchas aguas te engolfaron tus remeros; viento solano te quebrantó en medio de los mares.
``Los mercaderes entre los pueblos te silban; te has convertido en terrores, y ya no serás más."'"
he aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que ellos te puedan ocultar;
con tu sabiduría y con tu inteligencia te has juntado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros;
A la huesa te harán descender, y morirás de la muerte de los que mueren en medio de los mares.
`` ¿Dirás aun: `Un dios soy', en presencia de tu verdugo, tú que eres un hombre y no Dios, en manos de los que te hieren?
Tú, querubín grande, cubierto, y yo te puse; en el santo monte de Dios estuviste; en medio de piedras de fuego anduviste.
A causa de la multitud de tu contratación fuiste lleno de violencia, y pecaste; y yo te eché del Monte de Dios, y te eché a mal de entre las piedras del fuego, oh querubín cubierto.
Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu resplandor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.
Con la multitud de tus iniquidades, y con la iniquidad de tu contratación ensuciaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.
Todos los que te conocieron de entre los pueblos, se maravillarán sobre ti; conturbado fuisteis, y nunca más serás para siempre.
Yo pues, pondré anzuelos en tus mejillas, y pegaré los peces de tus ríos a tus escamas, y te sacaré de en medio de tus ríos, y todos los peces de tus ríos saldrán pegados a tus escamas.
Y te dejaré en el desierto, a ti y a todos los peces de tus ríos; sobre la faz del campo caerás; no serás recogido, ni serás juntado; a las bestias de la tierra y a las aves del cielo te he dado por comida.
Cuando te tomaron con la mano, te quebraste, y les rompiste todo el hombro; y cuando se recostaron sobre ti, te quebraste, y los deslomaste enteramente.
En aquel tiempo haré reverdecer el cuerno a la Casa de Israel, y te daré apertura de boca en medio de ellos; y sabrán que yo soy el SEÑOR.
Hijo de hombre, di a Faraón rey de Egipto, y a su pueblo: ¿A quién te comparaste en tu grandeza?
Por tanto, así dijo el Señor DIOS: Por cuanto te encumbraste en altura, y puso su cumbre entre densas ramas, y su corazón se elevó con su altura,
¿A quién te has comparado así en gloria y en grandeza entre los árboles del Edén? Pues derribado serás con los árboles del Edén en la tierra baja; entre los incircuncisos yacerás, con los muertos a espada. Este es Faraón y todo su pueblo, dijo el Señor DIOS.
Así dijo el Señor DIOS: Yo extenderé sobre ti mi red con reunión de muchos pueblos, y te harán subir con mi red.
Y te dejaré en tierra, te echaré sobre la faz del campo, y haré que se asienten sobre ti todas las aves del cielo, y saciaré de ti las bestias de toda la tierra.
Y cuando te hubiere muerto, cubriré los cielos, y haré entenebrecer sus estrellas; el sol cubriré con nublado, y la luna no hará resplandecer su luz.
Tú, pues, hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la Casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los apercibirás de mi parte.
y dile: Así dijo el Señor DIOS: He aquí estoy contra ti, oh monte de Seir, y extenderé mi mano contra ti, y te pondré en asolamiento y en soledad.
por tanto, vivo yo, dijo el Señor DIOS, que a sangre te disputaré, y sangre te perseguirá; y si no aborrecieres la sangre, sangre te perseguirá.
Yo te pondré en asolamientos perpetuos, y tus ciudades nunca más se restaurarán; y sabréis que yo soy el SEÑOR.
por tanto, vivo yo, dijo el Señor DIOS, yo haré conforme a tu ira, y conforme a tu celo con que procediste, a causa de tus enemistades con ellos; y seré conocido en ellos, cuando te juzgare.
Así dijo el Señor DIOS: Así se alegrará toda la tierra, cuando yo te haré soledad.
Como te alegraste tú sobre la heredad de la Casa de Israel, porque fue asolada, así te haré a ti: asolado será el Monte de Seir, y toda Idumea, toda ella; y sabrán que yo soy el SEÑOR.
Y haré andar hombres sobre vosotros, a mi pueblo Israel; y te poseerán, y les serás por heredad, y nunca más les matarás los hijos.
``Así dice el Señor DIOS: `Porque te dicen: ``Eres devoradora de hombres y has privado de hijos a tu nación,"
Y nunca más te haré oír injuria de gentiles, ni más llevarás denuestos de pueblos, ni harás más morir los hijos a tus moradores, dice el Señor DIOS.
Y cuando te hablaren los hijos de tu pueblo, diciendo: ¿No nos enseñarás qué te significan estas cosas?
Y yo te quebrantaré, y pondré anzuelos en tus quijadas, y te sacaré a ti, y a todo tu ejército, caballos y caballeros, vestidos de todo todos ellos, gran multitud con paveses y escudos, teniendo todos ellos espadas;
Sabá, y Dedán, y los mercaderes de Tarsis, y todos sus leoncillos, te dirán: ¿Has venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu multitud para tomar presa, para quitar plata y oro, para tomar ganados y posesiones, para tomar grandes despojos?
y subirás contra mi pueblo Israel como nublado para cubrir la tierra; será al cabo de los días; y yo te traeré sobre mi tierra, para que los gentiles me conozcan, cuando fuere santificado en ti, oh Gog, delante de sus ojos.
Así dijo el Señor DIOS: ¿No eres tú aquel de quien hablé yo en los días pasados por mis siervos los profetas de Israel, los cuales profetizaron en aquellos tiempos que yo te había de traer sobre ellos?
y te quebrantaré, y te sextaré, y te haré subir de las partes del norte, y te traeré sobre los montes de Israel;
Sobre los montes de Israel caerás tú, y todas tus compañías, y los pueblos que fueron contigo; a toda ave y a toda cosa que vuela, y a las bestias del campo, te he dado por comida.
Y me habló aquel varón, diciendo: Hijo de hombre, mira con tus ojos, y oye con tus oídos, y pon tu corazón a todas las cosas que te muestro; porque para que yo te las mostrara eres traído aquí. Cuenta todo lo que ves a la Casa de Israel.
Y el SEÑOR me dijo: Hijo de hombre, pon atención, mira con tus ojos y oye con tus oídos todo lo que te digo acerca de todos los estatutos de la casa del SEÑOR y acerca de todas sus leyes; y fíjate bien en cuanto a la entrada del templo {y} a todas las salidas del santuario.
Prueba, te ruego, tus siervos diez días, y dennos legumbres á comer, y agua á beber.
Y hablaron los caldeos al rey en arameo: ¡Oh rey, vive para siempre! Cuenta el sueño a tus siervos, y nosotros te declararemos la interpretación.
A ti, oh Dios de mis padres, confieso y te alabo, que me diste sabiduría y fortaleza, y ahora me enseñaste lo que te pedimos; pues nos has enseñado el negocio del rey.
Tú, oh rey, en tu cama, te subieron tus pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser.
Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado el reino, la potencia, la fortaleza, y la majestad.
Y todo lo que habitan hijos de hombres, bestias del campo, y aves del cielo, él ha entregado en tu mano, y te ha hecho enseñorear sobre todo ello; tú eres aquella cabeza de oro.
{Pero} hay algunos judíos a quienes has puesto sobre la administración de la provincia de Babilonia, {es decir,} Sadrac, Mesac y Abed-nego, {y} estos hombres, oh rey, no te hacen caso; no sirven a tus dioses ni adoran la estatua de oro que has levantado.
Beltasar, príncipe de los sabios, ya que he entendido que hay en ti espíritu del santo Dios, y que ningún misterio se te esconde, dime las visiones de mi sueño que he visto, y su declaración.
Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltasar, estuvo callando casi una hora, y sus pensamientos lo espantaban. El rey entonces habló, y dijo: Beltasar, el sueño ni su declaración te espanten. Respondió Beltasar, y dijo: Señor mío, el sueño sea para tus enemigos, y su declaración para los que mal te quieren.
tú mismo eres, oh rey, que creciste, y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza, y ha llegado hasta el cielo, y tu señorío hasta el cabo de la tierra.
que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que entiendas que el Altísimo se enseñorea del reino de los hombres, y que a quien él quisiere lo dará.
Y lo que dijeron, que dejaran en la tierra el tronco de las raíces del mismo árbol; tu reino se te quedará firme, para que entiendas que el señorío es en los cielos.
``Por tanto, oh rey, que mi consejo te sea grato: pon fin a tus pecados {haciendo} justicia, y a tus iniquidades mostrando misericordia a los pobres; quizás sea prolongada tu prosperidad."
Aún {estaba} la palabra en la boca del rey, cuando una voz vino del cielo: ``Rey Nabucodonosor, a ti se te declara: El reino te ha sido quitado,
y de entre los hombres te echan, y con las bestias del campo será tu morada, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo se enseñorea en el reino de los hombres, y a quien él quisiere lo dará.
La reina, por las palabras del rey y de sus príncipes, entró a la sala del banquete. Habló la reina, y dijo: Rey, para siempre vive, no te asombren tus pensamientos, ni tus colores se demuden;
por cuanto fue hallado en él mayor espíritu, conocimiento, y entendimiento, declarando sueños, desatando preguntas, y soltando dudas, es a saber, en Daniel; al cual el rey puso por nombre Beltasar. Llámese, pues, ahora a Daniel, y él te mostrará la declaración.
y contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su Casa, y tú y tus príncipes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos: además de esto, a dioses de plata, de oro, de bronce, de hierro, de madera, y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben, diste alabanza; y al Dios en cuya mano está tu alma, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste.
Entonces ellos respondieron y dijeron al rey: Daniel, que es uno de los deportados de Judá, no te hace caso, oh rey, ni del mandato que firmaste, sino que tres veces al día hace su oración.
Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y hablando el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre.
Y acercándose cerca del foso llamó a voces a Daniel con voz triste; y hablando el rey dijo a Daniel: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves ¿te ha podido librar de los leones?
Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir en el fin de la ira, porque al tiempo señalado se cumplirá.
Y oré al SEÑOR mi Dios, y confesé, y dije: Ahora Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos;
Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y te hiciste nombre cual en este día; hemos pecado, impíamente hemos hecho.
Y me dijo: Daniel, varón de deseos, está atento a las palabras que yo te hablaré, y levántate sobre tus pies; porque yo soy enviado ahora a ti. Y estando hablando conmigo esto, yo estaba temblando.
Entonces me dijo: No temas, Daniel, porque desde el primer día en que te propusiste en tu corazón entender y humillarte delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras, y a causa de tus palabras he venido.
Pero yo te declararé lo que está escrito en la escritura de verdad; y ninguno hay que se esfuerce conmigo en estos asuntos, sino Miguel vuestro príncipe.
Y ahora yo te mostraré la verdad. He aquí que aún habrá tres reyes en Persia, y el cuarto se hará de grandes riquezas más que todos; y fortificándose con sus riquezas, despertará a todos contra el reino de Grecia.
Y tú irás al fin, y reposarás, y te levantarás en tu suerte (o en tu herencia) al fin de los días.
Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, misericordia, y miseraciones.
Y te desposaré conmigo en fe, y conocerás al SEÑOR.
Y le dije: Te quedarás conmigo por muchos días. No te prostituirás, ni serás de {otro} hombre, y yo también seré para ti.
Mi pueblo fue talado, porque le faltó sabiduría. Porque tú desechaste la sabiduría, yo te echaré del sacerdocio; y pues que olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
Aunque tú, Israel, te prostituyas, que no se haga culpable Judá; tampoco vayáis a Gilgal, ni subáis a Bet-avén, ni juréis: ¿Vive el SEÑOR!
Yo conozco a Efraín, e Israel no se me oculta; porque ahora te has prostituido, Efraín, se ha contaminado Israel.
A mí clamará Israel: Dios mío, te hemos conocido.
Tu becerro, oh Samaria, te hizo alejar; se encendió mi enojo contra ellos, hasta que no pudieron ser absueltos.
No te alegres, oh Israel, gozando como los pueblos, pues has fornicado apartándote de tu Dios; amaste salario de ramera por todas las eras de trigo.
Pero yo soy el SEÑOR tu Dios desde la tierra de Egipto; aún te haré morar en tiendas, como en los días de la fiesta.
Yo te conocí en el desierto, en tierra seca.
Te perdiste, oh Israel, mas en mí está tu ayuda.
¿Dónde está tu rey, para que te guarde con todas tus ciudades? ¿y tus jueces? De los cuales dijiste: Dame rey y príncipes.
Te di rey en mi furor, y lo quité en mi ira.
Efraín, ¿qué tengo yo que ver ya con los ídolos? Yo respondo y te cuido. Yo soy como un frondoso ciprés; de mí procede tu fruto.
Por tanto, de esta manera haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, aparéjate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel.
Y sucedió que cuando habían terminado de devorar la hierba de la tierra, yo dije: Señor DIOS, perdona, te ruego. ¿Cómo podrá resistir Jacob si es tan pequeño?
Entonces dije: Señor DIOS, cesa, te ruego. ¿Cómo podrá resistir Jacob si es tan pequeño?
He aquí, pequeño te he hecho entre los gentiles; abatido serás tú en gran manera.
La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?
Si te encaramares como águila, y si entre las estrellas pusieres tu nido, de ahí te derribaré, dijo el SEÑOR.
Hasta el término te hicieron llegar todos tus aliados; te han engañado los varones de tu paz, prevalecieron contra ti; los que comían tu pan, pusieron la llaga debajo de ti; no hay en ello inteligencia.
Por tu violencia en contra de tu hermano Jacob te cubrirá vergüenza, y serás talado para siempre.
El día que te pusiste a un lado, el día en que extraños se llevaban su riqueza, y extranjeros entraban por su puerta y sobre Jerusalén echaban suertes, tú también eras como uno de ellos.
Pues no debiste tú estar mirando en el día de tu hermano, el día en que fue extrañado; no te habías de alegrar de los hijos de Judá en el día que se perdieron, ni habías de ensanchar tu boca en el día de la angustia;
No entres por la puerta de mi pueblo en el día de su ruina. Sí, no te alegres tú de su desgracia en el día de su ruina; no te apoderes de sus riquezas en el día de su ruina.
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- 23.Hechos 26:1-Apocalipsis 21:9
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