'Todos' en la Biblia
Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida: como yo fuí con Moisés, seré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.
Vuestras mujeres y vuestros niños y vuestras bestias, quedarán en la tierra que Moisés os ha dado de esta parte del Jordán; mas vosotros, todos los valientes y fuertes, pasaréis armados delante de vuestros hermanos, y les ayudaréis;
Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país están desmayados por causa de vosotros;
Y dijeron á Josué: Jehová ha entregado toda la tierra en nuestras manos; y también todos los moradores del país están desmayados delante de nosotros.
Y LEVANTOSE Josué de mañana, y partieron de Sittim, y vinieron hasta el Jordán, él y todos los hijos de Israel, y reposaron allí antes que pasasen.
Cuando los que llevaban el arca entraron en el Jordán, así como los pies de los sacerdotes que llevaban el arca fueron mojados á la orilla del agua, (porque el Jordán suele reverter sobre todos sus bordes todo el tiempo de la siega,)
En aquel día Jehová engrandeció á Josué en ojos de todo Israel: y temiéronle, como habían temido á Moisés, todos los días de su vida.
Para que todos los pueblos de la tierra conozcan la mano de Jehová, que es fuerte; para que temáis á Jehová vuestro Dios todos los días.
Y CUANDO todos los reyes de los Amorrheos, que estaban de la otra parte del Jordán al occidente, y todos los reyes de los Cananeos, que estaban cerca de la mar, oyeron como Jehová había secado las aguas del Jordán delante de los hijos de Israel hasta que
Esta es la causa por la cual Josué los circuncidó: todo el pueblo que había salido de Egipto, los varones, todos los hombres de guerra, habían muerto en el desierto por el camino, después que salieron de Egipto.
Porque todos los del pueblo que habían salido, estaban circuncidados: mas todo el pueblo que había nacido en el desierto por el camino, después que salieron de Egipto, no estaban circuncidados.
Cercaréis pues la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez: y esto haréis seis días.
Mas la ciudad será anatema á Jehová, ella con todas las cosas que están en ella: solamente Rahab la ramera vivirá, con todos los que estuvieren en casa con ella, por cuanto escondió los mensajeros que enviamos.
Porque los Cananeos y todos los moradores de la tierra oirán, y nos cercarán, y raerán nuestro nombre de sobre la tierra: entonces ¿qué harás tú á tu grande nombre?
Y tomándolo de en medio de la tienda, trajéronlo á Josué y á todos los hijos de Israel, y pusiéronlo delante de Jehová.
Y dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? Túrbete Jehová en este día. Y todos los Israelitas los apedrearon, y los quemaron á fuego, después de apedrearlos con piedras;
Y mandóles, diciendo: Mirad, pondréis emboscada á la ciudad detrás de ella: no os alejaréis mucho de la ciudad, y estaréis todos apercibidos.
Y cuando los Israelitas acabaron de matar á todos los moradores de Hai en el campo, en el desierto, donde ellos los habían perseguido, y que todos habían caído á filo de espada hasta ser consumidos, todos los Israelitas se tornaron á Hai, y también la pus
Y el número de los que cayeron aquel día, hombres y mujeres, fué doce mil, todos los de Hai.
Y Josué no retrajo su mano que había extendido con la lanza, hasta que hubo destruído á todos los moradores de Hai.
Y ACONTECIO que como oyeron estas cosas todos los reyes que estaban de esta parte del Jordán, así en las montañas como en los llanos, y en toda la costa de la gran mar delante del Líbano, los Hetheos, Amorrheos, Cananeos, Pherezeos, Heveos, y Jebuseos;
Por lo cual nuestros ancianos y todos los moradores de nuestra tierra nos dijeron: Tomad en vuestras manos provisión para el camino, é id al encuentro de ellos, y decidles: Nosotros somos vuestros siervos, y haced ahora con nosotros alianza.
Mas todos los príncipes respondieron á toda la congregación: Nosotros les hemos jurado por Jehová Dios de Israel; por tanto, ahora no les podemos tocar.
Y ellos respondieron á Josué, y dijeron: Como fué dado á entender á tus siervos, que Jehová tu Dios había mandado á Moisés su siervo que os había de dar toda la tierra, y que había de destruir todos los moradores de la tierra delante de vosotros, por esto
Tuvieron muy gran temor; porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y mayor que Hai, y todos sus hombres fuertes.
Y cinco reyes de los Amorrheos, el rey de Jerusalem, el rey de Hebrón, el rey de Jerimoth, el rey de Lachîs, el rey de Eglón, se juntaron y subieron, ellos con todos sus ejércitos, y asentaron campo sobre Gabaón, y pelearon contra ella.
Y los moradores de Gabaón enviaron á decir á Josué al campo en Gilgal: No encojas tus manos de tus siervos; sube prestamente á nosotros para guardarnos y ayudarnos: porque todos los reyes de los Amorrheos que habitan en las montañas, se han juntado contra
Y subió Josué de Gilgal, él y todo el pueblo de guerra con él, y todos los hombres valientes.
Y cuando hubieron sacado estos reyes á Josué, llamó Josué á todos los varones de Israel, y dijo á los principales de la gente de guerra que habían venido con él: Llegad y poned vuestros pies sobre los pescuezos de aquestos reyes. Y ellos se llegaron, y pu
Y Josué les dijo: No temáis, ni os atemoricéis; sed fuertes y valientes: porque así hará Jehová á todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis.
Hirió pues Josué toda la región de las montañas, y del mediodía, y de los llanos, y de las cuestas, y á todos sus reyes, sin quedar nada; todo lo que tenía vida mató, al modo que Jehová Dios de Israel lo había mandado.
Todos estos reyes y sus tierras tomó Josué de una vez; porque Jehová el Dios de Israel peleaba por Israel.
Estos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, pueblo mucho en gran manera, como la arena que está á la orilla del mar, con gran muchedumbre de caballos y carros.
Todos estos reyes se juntaron, y viniendo reunieron los campos junto á las aguas de Merom, para pelear contra Israel.
Mas Jehová dijo á Josué: No tengas temor de ellos, que mañana á esta hora yo entregaré á todos éstos, muertos delante de Israel: á sus caballos desjarretarás, y sus carros quemarás al fuego.
Y tornándose Josué, tomó en el mismo tiempo á Hasor, é hirió á cuchillo á su rey: la cual Hasor había sido antes cabeza de todos estos reinos.
Asimismo tomó Josué todas las ciudades de aquestos reyes, y á todos los reyes de ellas, y los metió á cuchillo, y los destruyó, como Moisés siervo de Jehová lo había mandado.
Y los hijos de Israel tomaron para sí todos los despojos y bestias de aquestas ciudades: pero á todos los hombres metieron á cuchillo hasta destruirlos, sin dejar alguno con vida.
Desde el monte de Halac, que sube hasta Seir, hasta Baal-gad en la llanura del Líbano, á las raíces del monte Hermón: tomó asimismo todos sus reyes, los cuales hirió y mató.
También en el mismo tiempo vino Josué y destruyó los Anaceos de los montes, de Hebrón, de Debir, y de Anab, y de todos los montes de Judá, y de todos los montes de Israel: Josué los destruyó á ellos y á sus ciudades.
Esta es la tierra que queda; todos los términos de los Philisteos, y toda Gessuri;
Todos los que habitan en las montañas desde el Líbano hasta las aguas calientes, todos los Sidonios; yo los desarraigaré delante de lo hijos de Israel: solamente repartirás tú por suerte el país á los Israelitas por heredad, como te he mandado.
Y los hijos de José dijeron: No nos bastará á nosotros este monte: y todos los Cananeos que habitan la tierra de la campiña, tienen carros herrados; los que están en Beth-san y en sus aldeas, y los que están en el valle de Jezreel.
Estas fueron las ciudades señaladas para todos los hijos de Israel, y para el extranjero que morase entre ellos, para que se acogiese á ellas cualquiera que hiriese hombre por yerro, y no muriese por mano del cercano del muerto, hasta que compareciese del
Y Jehová les dió reposo alrededor, conforme á todo lo que había jurado á sus padres: y ninguno de todos los enemigos les paró delante, sino que Jehová entregó en sus manos á todos sus enemigos.
Solamente que con diligencia cuidéis de poner por obra el mandamiento y la ley, que Moisés siervo de Jehová os intimó: que améis á Jehová vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y os alleguéis á él, y le sirváis de todo
Y ACONTECIO, pasados muchos días después que Jehová dió reposo á Israel de todos sus enemigos al contorno, que Josué, siendo viejo, y entrado en días,
Y Jehová echó de delante de nosotros á todos los pueblos, y al Amorrheo que habitaba en la tierra: nosotros, pues, también serviremos á Jehová, porque él es nuestro Dios.
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