'Tuya' en la Biblia
Ahora pues, di que eres mi hermana, para que yo halle bien por causa tuya, y viva mi alma por amor de ti.
Y tomarás el pecho del carnero de las consagraciones, el cual es de Aarón, y lo mecerás por ofrenda mecida delante del SEÑOR; y será porción tuya.
Y sazonarás toda ofrenda de tu presente con sal; y no harás que falte jamás de tu presente la sal de la alianza de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.
La desnudez de la hija de tu hijo, o de la hija de tu hija, su desnudez no descubrirás, porque es la desnudez tuya.
Y la carne de ellos será tuya; como el pecho de la mecedura y como la espaldilla derecha, será tuya.
Entonces Saúl se enardeció contra Jonatán, y le dijo: Hijo de la perversa y rebelde, ¿no sé yo que tú has elegido al hijo de Isaí para confusión tuya, y para confusión de la vergüenza de tu madre?
Quédate conmigo, no temas; quien buscare mi vida, buscará también la tuya; bien que tú estarás conmigo guardado.
Y aconteció que, cuando David acabó de decir estas palabras a Saúl, Saúl dijo: ¿No es esta la voz tuya, hijo mío David? Y alzando Saúl su voz lloró.
Y Urías respondió a David: El arca, e Israel y Judá, están debajo de tiendas; y mi señor Joab, y los siervos de mi señor sobre la faz del campo; ¿y había yo de entrar en mi casa para comer y beber, y dormir con mi mujer? Por vida tuya, y por vida de tu alma, que yo no haré tal cosa.
Y le hablarás, diciendo: Así dijo el SEÑOR: ¿No cometiste homicidio y también has despojado? Y tornarás a hablarle, diciendo: Así dijo el SEÑOR: En el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, la tuya misma.
Tuya es, oh SEÑOR, la magnificencia, y el poder, y la gloria, la victoria, y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh SEÑOR, es el reino, y la altura sobre todos los que están por cabeza.
Hacemos saber al rey, que si esta ciudad fuere edificada, y los muros fundados, la parte más allá del río no será tuya.
Pídeme, y te daré por heredad los gentiles, y por posesión tuya los términos de la tierra.
Y tuya Señor, es la misericordia; porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.
Iré en la valentía del Señor DIOS; haré memoria de tu justicia, de la tuya solamente.
Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol.
mira en mí, y ten misericordia de mí; da fortaleza tuya a tu siervo, y guarda al hijo de tu sierva.
Tuyos son los cielos, tuya también la tierra; el mundo y su plenitud, tú lo fundaste.
Ve, y habla a Ebed-melec etíope, diciendo: Así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo traigo mis palabras sobre esta ciudad para mal, y no para bien; y vendrán a ser en aquel día en presencia tuya.
Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro, como el día de hoy es a todo hombre de Judá, y a los moradores de Jerusalén, y a todo Israel, a los de cerca y a los de lejos, en todas las tierras adonde los has echado a causa de su rebelión con que contra ti se rebelaron.