'Ves' en la Biblia
pues toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia para siempre.
Respondió Labán y dijo a Jacob: Las hijas son mis hijas, y los hijos mis hijos, y los rebaños mis rebaños, y todo lo que ves es mío. ¿Pero qué puedo yo hacer hoy a estas mis hijas, o a sus hijos que ellas dieron a luz?
Entonces Judá dijo: Que se quede con las prendas, para que no seamos causa de burla. Ya ves que envié este cabrito, y tú no la has encontrado.
Si ves caído debajo de su carga el asno de uno que te aborrece, no se lo dejarás a él {solo,} ciertamente lo ayudarás a levantar{lo}.
Y el rey le dijo: No temas; pero, ¿qué ves? Y la mujer respondió a Saúl: Veo a un ser divino subiendo de la tierra.
¿Ves como Acab se ha humillado delante de mí? Porque se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días; pero en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa.
Y él dijo: Has pedido una cosa difícil. {Sin embargo,} si me ves cuando sea llevado de ti, así te sucederá; pero si no, no será {así.}
`` ¿Acaso tienes tú ojos de carne, o ves como el hombre ve?
Cuando ves a un ladrón, te complaces con él, y con adúlteros te asocias.
¿Ves a un hombre precipitado en sus palabras? Más esperanza hay para el necio que para él.
Si ves la opresión del pobre y la negación del derecho y de la justicia en la provincia, no te sorprendas del hecho, porque un oficial vigila sobre {otro} oficial, y {hay oficiales} superiores sobre ellos.
{Dicen:} `` ¿Por qué hemos ayunado, y tú no {lo} ves? ¿{Por qué} nos hemos humillado, y tú no haces caso?" He aquí, en el día de vuestro ayuno buscáis {vuestra} conveniencia y oprimís a todos vuestros trabajadores.
Vino entonces a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y yo respondí: Veo una vara de almendro.
Por segunda vez vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: ¿Qué ves tú? Y respondí: Veo una olla hirviendo que se vuelca desde el norte.
¿No ves lo que ellos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?
Pero tú me conoces, oh SEÑOR, tú me ves, y compruebas {la actitud de} mi corazón para contigo. Arrástralos como ovejas para el matadero y sepáralos para el día de la matanza.
Oh SEÑOR de los ejércitos, que pruebas al justo, que ves las entrañas y el corazón, vea yo tu venganza sobre ellos, pues a ti he encomendado mi causa.
Entonces el SEÑOR me dijo: ¿Qué ves, Jeremías? Y dije: Higos; los higos buenos son muy buenos, y los malos, muy malos, que de podridos no se pueden comer.
Entonces me dijo: Hijo de hombre, ¿ves lo que hacen éstos, las grandes abominaciones que comete aquí la casa de Israel para que me aleje de mi santuario? Pero aún verás mayores abominaciones.
Y el hombre me dijo: Hijo de hombre, mira con tus ojos, oye con tus oídos y presta atención a todo lo que te voy a mostrar; porque para mostrárte{lo} has sido traído aquí. Declara todo lo que ves a la casa de Israel.
Y el SEÑOR me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y respondí: Una plomada. Entonces el Señor dijo: He aquí, pondré una plomada en medio de mi pueblo Israel. Ya no volveré a dejarlos sin castigo.
y El dijo: ¿Qué ves, Amós? Y respondí: Una canasta de fruta de verano. Entonces el SEÑOR me dijo: Ha llegado el fin para mi pueblo Israel. Ya no volveré a dejarlos sin castigo.
Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He aquí, veo un candelabro todo de oro con su depósito en la parte superior, y sus siete lámparas encima de él con siete tubos para cada una de las lámparas que tiene encima;
Y me dijo {el ángel:} ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela; su longitud es de veinte codos y su anchura de diez codos.
Y sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te oprime, y dices: `` ¿Quién me ha tocado?"
Tomando de la mano al ciego, lo sacó fuera de la aldea; y después de escupir en sus ojos y de poner las manos sobre él, le preguntó: ¿Ves algo?
Y Jesús le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra que no sea derribada.
¿O cómo puedes decir a tu hermano: ``Hermano, déjame sacarte la mota que está en tu ojo", cuando tú mismo no ves la viga que está en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo y entonces verás con claridad para sacar la mota que está en el ojo de tu hermano.
Y volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Yo entré a tu casa {y} no me diste agua para los pies, pero ella ha regado mis pies con sus lágrimas y {los} ha secado con sus cabellos.
Y ellos, cuando {lo} oyeron, glorificaban a Dios y le dijeron: Hermano, ya ves cuántos miles hay entre los judíos que han creído, y todos son celosos de la ley;
Ya ves que la fe actuaba juntamente con sus obras, y como resultado de las obras, la fe fue perfeccionada;
que decía: Escribe en un libro lo que ves, y envía{lo} a las siete iglesias: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.