1 Juan 2:16

Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo.

Romanos 13:14

Mas vestíos del Señor Jesucristo, y no hagáis caso de la carne en sus deseos.

Efesios 2:3

Entre los cuales todos nosotros también vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de ira, también como los demás.

Génesis 3:6

Y vió la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable á los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dió también á su marido, el cual comió así como ella.

Job 31:1

HICE pacto con mis ojos: ¿Cómo pues había yo de pensar en virgen?

Mateo 5:28

Mas yo os digo, que cualquiera que mira á una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

1 Pedro 2:11

Amados, yo os ruego como á extranjeros y peregrinos, os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,

2 Pedro 2:18

Porque hablando arrogantes palabras de vanidad, ceban con las concupiscencias de la carne en disoluciones á los que verdaderamente habían huído de los que conversan en error;

Números 11:4

Y el vulgo que había en medio tuvo un vivo deseo, y volvieron, y aun lloraron los hijos de Israel, y dijeron: ­Quién nos diera á comer carne!

Números 11:34

Y llamó el nombre de aquel lugar Kibroth-hattaavah, por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso.

Josué 7:21

Que vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un changote de oro de peso de cincuenta siclos; lo cual codicié, y tomé: y he aquí que está escondido debajo de tierra en el medio de mi tienda, y el dinero debajo de

Ester 1:3-7

En el tercer año de su reinado hizo banquete á todos sus príncipes y siervos, teniendo delante de él la fuerza de Persia y de Media, gobernadores y príncipes de provincias,

Salmos 73:6

Por tanto soberbia los corona: Cúbrense de vestido de violencia.

Salmos 78:18

Pues tentaron á Dios en su corazón, Pidiendo comida á su gusto.

Salmos 78:30

No habían quitado de sí su deseo, Aun estaba su vianda en su boca,

Salmos 119:36-37

Inclina mi corazón á tus testimonios, Y no á la avaricia.

Proverbios 6:25

No codicies su hermosura en tu corazón, Ni ella te prenda con sus ojos:

Proverbios 27:20

El sepulcro y la perdición nunca se hartan: Así los ojos del hombre nunca están satisfechos.

Eclesiastés 5:10-11

El que ama el dinero, no se hartará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.

Daniel 4:30

Habló el rey, y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia, que yo edifiqué para casa del reino, con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi grandeza?

Mateo 4:8

Otra vez le pasa el diablo á un monte muy alto, y le muestra todos los reinos del mundo, y su gloria,

Lucas 4:5

Y le llevó el diablo á un alto monte, y le mostró en un momento de tiempo todos los reinos de la tierra.

1 Corintios 10:6

Empero estas cosas fueron en figura de nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron.

Gálatas 5:17

Porque la carne codicia contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne: y estas cosas se oponen la una á la otra, para que no hagáis lo que quisieres.

Gálatas 5:24

Porque los que son de Cristo, han crucificado la carne con los afectos y concupiscencias.

Tito 2:12

Enseñándonos que, renunciando á la impiedad y á los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, y justa, y píamente,

Tito 3:3

Porque también éramos nosotros necios en otro tiempo, rebeldes, extraviados, sirviendo á concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y en envidia, aborrecibles, aborreciendo los unos á los otros.

Santiago 3:15

Que esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrena, animal, diabólica.

1 Pedro 1:14

Como hijos obedientes, no conformándoos con los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;

1 Pedro 4:2-3

Para que ya el tiempo que queda en carne, viva, no á las concupiscencias de los hombres, sino á la voluntad de Dios.

2 Pedro 2:10

Y principalmente á aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia é inmundicia, y desprecian la potestad; atrevidos, contumaces, que no temen decir mal de las potestades superiores:

Judas 1:16-18

Estos son murmuradores, querellosos, andando según sus deseos; y su boca habla cosas soberbias, teniendo en admiración las personas por causa del provecho.

Apocalipsis 18:11-17

Y los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías:

Génesis 6:2

Viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomáronse mujeres, escogiendo entre todas.

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