1 Samuel 24:16

Y aconteció que, como David acabó de decir estas palabras á Saúl, Saúl dijo: ¿No es esta la voz tuya, hijo mío David? Y alzando Saúl su voz lloró.

Y conociendo Saúl la voz de David, dijo: ¿No es esta tu voz, hijo mío David? Y David respondió: Mi voz es, rey señor mío.

Y Esaú corrió á su encuentro, y abrazóle, y echóse sobre su cuello, y le besó; y lloraron.

Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros?

LA blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor.

Manzana de oro con figuras de plata Es la palabra dicha como conviene.

Porque yo os daré boca y sabiduría, á la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se os opondrán.

Mas no podían resistir á la sabiduría y al Espíritu con que hablaba.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido