1 Timoteo 4:14

No descuides el don que está en ti, que te es dado por profecía con la imposición de las manos del presbiterio.

Por lo cual te aconsejo que despiertes el don de Dios, que está en ti por la imposición de mis manos.

A estos presentaron delante de los apóstoles, los cuales orando les pusieron las manos encima.

Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que, conforme á las profecías pasadas de ti, milites por ellas buena milicia;

No apaguéis el Espíritu.

No impongas de ligero las manos á ninguno, ni comuniques en pecados ajenos: consérvate en limpieza.

Porque el reino de los cielos es como un hombre que partiéndose lejos llamó á sus siervos, y les entregó sus bienes.

Dijo pues: Un hombre noble partió á una provincia lejos, para tomar para sí un reino, y volver.

Entonces les impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo.

Entonces habiendo ayunado y orado, y puesto las manos encima de ellos, despidiéronlos.

Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.

De manera que, teniendo diferentes dones según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme á la medida de la fe;

Hospedaos los unos á los otros sin murmuraciones.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido