2 Samuel 22:7
cuando tuve angustia, invoqué al SEÑOR, y clamé a mi Dios; y desde su santo templo él oyó mi voz; cuando mi clamor llegó a sus oídos.
Salmos 116:4
Entonces invoqué el Nombre del SEÑOR, diciendo : Libra ahora, oh SEÑOR, mi alma.
Salmos 120:1
Canción de las gradas. Al SEÑOR llamé estando en angustia, y él me respondió.
Salmos 18:6
En mi angustia llamé al SEÑOR, y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.
Salmos 34:6
Vau Este pobre llamó, y le oyó el SEÑOR, y lo libró de todas sus angustias.
Éxodo 3:7
Y dijo el SEÑOR: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; por lo cual yo he entendido sus dolores.
1 Reyes 8:28-30
Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh SEÑOR Dios mío, oyendo el clamor y oración que tu siervo hace hoy delante de ti;
Salmos 27:4
Una cosa he demandado al SEÑOR, ésta buscaré; que esté yo en la Casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para inquirir en su templo.
Salmos 34:15-17
Sámec Los ojos del SEÑOR están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos.
Jonás 2:4
Y yo dije: Echado soy de delante de tus ojos; Mas aún veré el santo templo tuyo.
Jonás 2:7
Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé del Señor; Y mi oración entró hasta ti en tu santo Templo.
Habacuc 2:20
Mas el SEÑOR está en su santo Templo: calle delante de él toda la tierra.
Mateo 26:38-39
Entonces Jesús les dice: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
Lucas 22:44
Y estando en agonía, oraba más intensamente; y fue su sudor como gotas de sangre que caían hasta la tierra.
Hebreos 5:7
El cual en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído por su temor reverente.
Santiago 5:4
He aquí, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras (el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros) clama, y los clamores de los que habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido