Porque he aquí ha pasado el invierno, Hase mudado, la lluvia se fué;

Tiempo de llorar, y tiempo de reir; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;

Todo lo hizo hermoso en su tiempo: y aun el mundo dió en su corazón, de tal manera que no alcance el hombre la obra de Dios desde el principio hasta el cabo.

Y DIRAS en aquel día: Cantaré á ti, oh Jehová: pues aunque te enojaste contra mí, tu furor se apartó, y me has consolado.

Hablad al corazón de Jerusalem: decidle á voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados.

Porque como á mujer dejada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como á mujer moza que es repudiada, dijo el Dios tuyo.

LEVANTATE, resplandece; que ha venido tu lumbre, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.

Bienaventurados los que lloran: porque ellos recibirán consolación.

Porque en otro tiempo erais tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor: andad como hijos de luz,

El segundo ­Ay! es pasado: he aquí, el tercer ­Ay! vendrá presto.

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