Eclesiastés 4:1

Y me volví yo, y vi todas las violencias que se hacen debajo del sol; y he aquí las lágrimas de los oprimidos, sin tener quien los consuele; y la fuerza estaba en la mano de sus opresores, y para ellos no había consolador.

Eclesiastés 3:16

Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí la impiedad; y en lugar de la justicia, allí la iniquidad.

Eclesiastés 5:8

Si opresión de pobres, y extorsión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto está mirando otro más alto, y uno más alto está sobre ellos.

Isaías 5:7

Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá su planta deliciosa. Esperaba juicio, y he aquí vileza; justicia, y he aquí clamor.

Lamentaciones 1:2

Amargamente llora en la noche, y sus lágrimas están en sus mejillas; no tiene quien la consuele de entre todos sus amantes; todos sus amigos la traicionaron, se le volvieron enemigos.

Lamentaciones 1:9

Su inmundicia está en sus faldas; no se acordó de su postrimería: Por tanto ella ha caído asombrosamente, no tiene consolador. Mira, oh Jehová, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido.

Éxodo 1:13-14

Y los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza;

Éxodo 1:16

Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y las mirareis sobre sus asientos, si fuere hijo, matadlo; y si fuere hija, entonces viva.

Éxodo 1:22

Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad en el río a todo hijo que naciere, y a toda hija preservad la vida.

Éxodo 2:23-24

Y aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre.

Éxodo 5:16-19

No se da paja a tus siervos, y con todo nos dicen: Haced el ladrillo. Y he aquí tus siervos son azotados, pero la culpa la tiene tu pueblo.

Deuteronomio 28:33

El fruto de tu tierra y todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y sólo serás oprimido y quebrantado todos los días.

Deuteronomio 28:48

por tanto, servirás a tus enemigos que Jehová enviará contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con escasez de todas las cosas; y Él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte.

Jueces 4:3

Y los hijos de Israel clamaron a Jehová, porque aquél tenía novecientos carros herrados; y había afligido en gran manera a los hijos de Israel por veinte años.

Jueces 10:7-8

Y Jehová se airó contra Israel, y los entregó en mano de los filisteos, y en mano de los hijos de Amón:

Nehemías 5:1-5

Entonces fue grande el clamor del pueblo y de sus esposas contra los judíos sus hermanos.

Job 6:29

Tornad ahora, y no haya iniquidad; volved aún a considerar mi justicia en esto.

Job 16:4

También yo hablaría como vosotros. Si vuestra alma estuviera en lugar de la mía, yo podría hilvanar palabras contra vosotros, y sobre vosotros movería mi cabeza.

Job 19:21-22

Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí, porque la mano de Dios me ha tocado.

Job 24:7-12

Al desnudo hacen dormir sin ropa, y que en el frío no tenga cobertura.

Job 35:9

A causa de la multitud de las violencias clamarán, y se lamentarán por el poderío de los grandes.

Salmos 10:9-10

Acecha en oculto, como el león desde su cueva; acecha para arrebatar al pobre; arrebata al pobre trayéndolo a su red.

Salmos 12:5

Por la opresión de los pobres, por el gemido de los necesitados, ahora me levantaré, dice Jehová; los pondré a salvo del que contra ellos se engríe.

Salmos 42:3

Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?

Salmos 42:9

Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo,

Salmos 69:20

La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado; y esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo; y consoladores, y ninguno hallé.

Salmos 80:5

Les diste a comer pan de lágrimas, y les diste a beber lágrimas en gran abundancia.

Salmos 102:8-9

Cada día me afrentan mis enemigos; los que contra mí se enfurecen se han conjurado contra mí.

Salmos 142:4

Miré a mi mano derecha, y observé; mas no había quien me conociese; no tuve refugio, nadie se preocupó por mi alma.

Proverbios 19:7

Todos los hermanos del pobre le aborrecen: ¡Cuánto más sus amigos se alejarán de él! Buscará la palabra, y no la hallará.

Proverbios 28:3

El hombre pobre que oprime al pobre, es como lluvia torrencial que no deja pan.

Proverbios 28:15-16

León rugiente y oso hambriento, es el príncipe impío sobre el pueblo pobre.

Eclesiastés 7:7

Ciertamente la opresión hace enloquecer al sabio; y el soborno corrompe el corazón.

Isaías 51:23

Y lo pondré en la mano de tus angustiadores que dijeron a tu alma: Póstrate para que pasemos. Y tú pusiste tu cuerpo como tierra, y como calle a los que pasaban.

Isaías 59:7

Sus pies corren al mal, y se apresuran para derramar la sangre inocente; sus pensamientos, son pensamientos de iniquidad, destrucción y quebrantamiento hay en sus caminos.

Isaías 59:13-15

el prevaricar y mentir contra Jehová, y apartarse de en pos de nuestro Dios; el hablar calumnia y rebelión, concebir y proferir de corazón palabras de mentira.

Malaquías 2:13

Y esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor; así que no miraré más a la ofrenda, para aceptarla con gusto de vuestra mano.

Malaquías 3:5

Y vendré a vosotros a juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros; y contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y contra los que privan de su derecho al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.

Malaquías 3:18

Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el impío, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.

Mateo 26:56

Pero todo esto es hecho, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.

2 Timoteo 4:16-17

En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, antes todos me desampararon; ruego a Dios que no les sea imputado.

Santiago 5:4

He aquí, clama el jornal de los obreros que han segado vuestros campos, el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros; y los clamores de los que habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)