Efesios 2:18

porque por medio de Él ambos tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.

Juan 14:6

Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Romanos 5:2

por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

1 Corintios 12:13

Porque por un solo Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, ya ­sean judíos o gentiles, ya sean siervos o libres; y todos hemos bebido de un mismo Espíritu.

Efesios 3:12

en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe de Él.

Juan 10:7

Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.

Juan 10:9

Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.

Romanos 8:15

Porque no habéis recibido el espíritu de servidumbre para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: Abba Padre.

Efesios 4:4

Un cuerpo, y un Espíritu, como sois también llamados en una misma esperanza de vuestro llamamiento.

1 Corintios 8:6

mas para nosotros sólo hay un Dios, el Padre, de quien son todas las cosas, y nosotros en Él; y un Señor, Jesucristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros por Él.

Gálatas 4:6

Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo a vuestros corazones, el cual clama: Abba, Padre.

Colosenses 1:12

dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;

Hebreos 4:15-16

Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas; sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

Hebreos 7:19

Porque la ley nada perfeccionó; mas lo hizo la introducción de mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.

Hebreos 10:19-20

Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el lugar santísimo por la sangre de Jesús,

Zacarías 12:10

Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, el espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y harán llanto sobre Él, como llanto sobre unigénito, afligiéndose sobre Él como quien se aflige sobre primogénito.

Mateo 28:19

Por tanto, id, y enseñad a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

Juan 4:21-23

Jesús le dijo: Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.

Romanos 8:26-27

Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

Efesios 3:14

Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,

Efesios 6:18

orando en todo tiempo, con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

Santiago 3:9

Con ella bendecimos al Dios y Padre; y con ella maldecimos a los hombres, que son hechos a la semejanza de Dios.

1 Pedro 1:17

Y si invocáis al Padre, que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;

1 Pedro 1:21

quienes por Él creéis en Dios, el cual le resucitó de los muertos, y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.

1 Pedro 3:18

Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado por el Espíritu;

1 Juan 2:1-2

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.

Judas 1:20

Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)