Isaías 25:6

Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de grosuras, banquete de vinos añejos, de gruesos tuétanos, y de vinos añejos bien refinados.

Isaías 2:2-3

Y acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová por cabeza de los montes, y será ensalzado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.

Salmos 63:5

Como de meollo y de grosura será saciada mi alma; y con labios de júbilo te alabará mi boca,

Mateo 8:11

Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos.

Salmos 72:14-16

De engaño y de violencia redimirá sus almas; y la sangre de ellos será preciosa en sus ojos.

Salmos 78:68

Sino que escogió la tribu de Judá, el monte de Sión, al cual amó.

Proverbios 9:1-5

La sabiduría edificó su casa, labró sus siete columnas;

Cantares 1:2

¡Oh si él me besara con ósculos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino.

Cantares 1:4

Atráeme; en pos de ti correremos. Me metió el rey en sus cámaras; nos gozaremos y alegraremos en ti; nos acordaremos de tus amores más que del vino; los rectos te aman.

Cantares 2:3-5

Como el manzano entre los árboles silvestres, así es mi amado entre los jóvenes: Con gran deleite me senté bajo su sombra, y su fruto fue dulce a mi paladar.

Cantares 5:1

Yo vine a mi huerto, oh hermana mía, esposa mía: He recogido mi mirra y mis aromas; he comido mi panal y mi miel, mi vino y mi leche he bebido. Comed, amigos; bebed en abundancia, oh amados.

Isaías 1:19

Si quisiereis y obedeciereis, comeréis el bien de la tierra.

Isaías 25:10

Porque la mano de Jehová reposará en este monte, y Moab será hollado debajo de Él, como es hollada la paja en el muladar.

Isaías 49:6-10

Y dijo: Poco es que tú me seas siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures los asolamientos de Israel: también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.

Isaías 55:1-2

A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed. Venid, comprad, sin dinero y sin precio, vino y leche.

Jeremías 31:12-13

Y vendrán, y cantarán en lo alto de Sión, y correrán al bien de Jehová, y al pan, y al vino, y al aceite, y a las crías de las ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto de riego, y nunca más tendrán dolor.

Jeremías 48:11

Quieto estuvo Moab desde su juventud, y sobre sus rescoldos ha estado él reposado, y no fue trasegado de vaso en vaso, ni nunca fue en cautiverio; por tanto quedó su sabor en él, y su olor no se ha cambiado.

Daniel 7:14

Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que no pasará, y su reino uno que no será destruido.

Miqueas 4:1-2

Y acontecerá en los postreros días que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y será exaltado más que los collados, y los pueblos correrán a él.

Zacarías 8:3

Así dice Jehová: Yo he retornado a Sión, y moraré en medio de Jerusalén: y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad, y el monte de Jehová de los ejércitos, Monte de Santidad.

Zacarías 9:16-17

Y los salvará en aquel día Jehová su Dios como rebaño de su pueblo; porque ellos serán como piedras de corona, enaltecidos como una insignia en su tierra.

Mateo 22:1-10

Y respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo:

Mateo 26:29

Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

Marcos 16:15

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

Lucas 5:39

Y ninguno que bebiere el añejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El añejo es mejor.

Lucas 14:16-23

Él entonces le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos.

Lucas 22:30

para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis sobre tronos juzgando a las doce tribus de Israel.

Hebreos 12:22

sino que os habéis acercado al monte de Sión, y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a una compañía innumerable de ángeles,

Apocalipsis 19:9

Y él me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena del Cordero. Y me dijo: Éstas son palabras verdaderas de Dios.

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Reina Valera Gómez (© 2010)