Jeremías 17:16
Mas yo no me entrometí á ser pastor en pos de ti, ni deseé día de calamidad, tú lo sabes. Lo que de mi boca ha salido, fué en tu presencia.
Jeremías 1:4-10
Fué pues palabra de Jehová á mí, diciendo:
Jeremías 4:19-20
Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las telas de mi corazón: mi corazón ruge dentro de mí; no callaré; porque voz de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra.
Jeremías 9:1
OH si mi cabeza se tornase aguas, y mis ojos fuentes de aguas, para que llore día y noche los muertos de la hija de mi pueblo!
Jeremías 13:17
Mas si no oyereis esto, en secreto llorará mi alma á causa de vuestra soberbia; y llorando amargamente, se desharán mis ojos en lágrimas, porque el rebaño de Jehová fué cautivo.
Jeremías 14:17-21
Decirles has, pues, esta palabra: Córranse mis ojos en lágrimas noche y día, y no cesen; porque de gran quebrantamiento es quebrantada la virgen hija de mi pueblo, de plaga muy recia.
Jeremías 18:20
¿Dase mal por bien para que hayan cavado hoyo á mi alma? Acuérdate que me puse delante de ti para hablar bien por ellos, para apartar de ellos tu ira.
Jeremías 20:9
Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre: empero fué en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos, trabajé por sufrirlo, y no pude.
Ezequiel 3:14-19
Levantóme pues el espíritu, y me tomó; y fuí en amargura, en la indignación de mi espíritu: mas la mano de Jehová era fuerte sobre mí.
Ezequiel 33:7-9
Tú pues, hijo del hombre, yo te he puesto por atalaya á la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los apercibirás de mi parte.
Amós 7:14-15
Entonces respondió Amós, y dijo á Amasías: No soy profeta, ni soy hijo de profeta, sino que soy boyero, y cogedor de cabrahigos:
Hechos 20:20
Cómo nada que fuese útil he rehuído de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas,
Hechos 20:27
Porque no he rehuído de anunciaros todo el consejo de Dios.
Romanos 9:1-3
VERDAD digo en Cristo, no miento, dándome testimonio mi conciencia en el Espíritu Santo,
2 Corintios 1:12
Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, mas con la gracia de Dios, hemos conversado en el mundo, y muy más con vosotros.
2 Corintios 2:17
Porque no somos como muchos, mercaderes falsos de la palabra de Dios: antes con sinceridad, como de Dios, delante de Dios, hablamos en Cristo.
Santiago 1:19
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oir, tardío para hablar, tardío para airarse:
Santiago 3:1
HERMANOS míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido