Jeremías 49:23

Acerca de Damasco. Se confundió Hamat, y Arfad, porque oyeron malas nuevas: se derritieron en aguas de desmayo, no pueden sosegarse.

2 Reyes 18:34

¿Dónde están los dioses de Hamat, y de Arfad? ¿Dónde están los dioses de Sefarvaim, de Hena, y de Iva? ¿Pudieron éstos librar a Samaria de mi mano?

Isaías 10:9

¿No es Calno como Carquemis, Hamat como Arfad, y Samaria como Damasco?

Génesis 14:15

Y se esparció contra ellos de noche, él y sus siervos, y los hirió, y los fue siguiendo hasta Hobah, que está a la izquierda de Damasco.

Isaías 57:20

Mas los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo.

Génesis 15:2

Y respondió Abram: Señor Jehová ¿qué me has de dar, siendo así que ando sin hijos, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?

Números 13:21

Y ellos subieron, y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, entrando en Hamat.

2 Reyes 19:13

¿Dónde está el rey de Hamat, el rey de Arfad, el rey de la ciudad de Sefarvaim, de Hena, y de Iva?

Nahúm 2:10

Vacía, y agotada, y despedazada está, y el corazón derretido; temblor de rodillas, y dolor en todos los lomos, y los rostros de todos tomarán negrura.

Deuteronomio 20:8

Y los oficiales hablarán otra vez al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y apocado de corazón? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo.

Josué 2:11

Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más ánimo en hombre alguno por causa de vosotros: porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.

Josué 14:8

Mas mis hermanos, los que habían subido conmigo, menguaron el corazón del pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios.

2 Samuel 8:9

Entonces oyendo Toi, rey de Hamat, que David había herido todo el ejército de Hadad-ezer,

2 Samuel 17:10

Y aun el hombre valiente, cuyo corazón es como corazón de león, sin duda desmayará; porque todo Israel sabe que tu padre es hombre valiente, y que los que están con él son hombres valientes.

1 Reyes 11:24

Y había juntado gente contra él, y se había hecho capitán de una compañía, cuando David deshizo a los de Soba. Después se fueron a Damasco, y habitaron allí y le hicieron rey en Damasco.

2 Reyes 17:24

Y el rey de Asiria trajo gente de Babilonia, y de Cuta, y de Iva, y de Hamat, y de Sefarvaim, y los puso en las ciudades de Samaria, en lugar de los hijos de Israel; y poseyeron a Samaria, y habitaron en sus ciudades.

2 Crónicas 16:2

Entonces sacó Asa la plata y el oro de los tesoros de la casa de Jehová y de la casa real, y envió a Benadad rey de Siria, que estaba en Damasco, diciendo:

Salmos 107:26-27

Suben a los cielos, descienden a los abismos; sus almas se derriten con el mal.

Isaías 11:11

Y acontecerá en aquel tiempo, que Jehová volverá a extender su mano, por segunda vez, para recobrar el remanente de su pueblo que haya quedado de Asiria, de Egipto, de Patros, de Etiopía, de Elam, de Sinar, de Hamat y de las islas del mar.

Isaías 13:7

Por tanto, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre;

Isaías 17:1-3

Carga de Damasco. He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y será un montón de ruinas.

Isaías 37:13

¿Dónde está el rey de Hamat, y el rey de Arfad, el rey de la ciudad de Sefarvaim, de Hena, y de Iva?

Amós 1:3-5

Así dice Jehová: Por tres pecados de Damasco, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque trillaron a Galaad con trillos de hierro.

Amós 6:2

Pasad a Calne, y mirad; y de allí id a la gran Hamat; descended luego a Gat de los filisteos; ved si son aquellos reinos mejores que estos reinos, si su término es mayor que vuestro término.

Zacarías 9:1-2

Carga de la palabra de Jehová contra la tierra de Hadrac, y de Damasco, su reposo; cuando los ojos de los hombres y de todas las tribus de Israel se vuelvan a Jehová.

Lucas 8:23-24

Pero mientras navegaban, Él se durmió. Y sobrevino una tempestad de viento en el lago; y se anegaban, y peligraban.

Lucas 21:25-26

Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de naciones en confusión; bramando el mar y las olas;

Hechos 9:2

y pidió de él cartas para las sinagogas de Damasco, para que si hallase algunos de este Camino, ya fuesen hombres o mujeres, los trajese presos a Jerusalén.

Hechos 27:20

Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, siendo azotados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos.

2 Corintios 11:32

En Damasco, el gobernador bajo el rey Aretas guardaba la ciudad de los damascenos para prenderme;

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)