Y entrando, les dice: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La muchacha no está muerta, sino duerme.

Entonces descendió Pablo, y se derribó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alborotéis, que aún su alma está en él.

Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.

Dicho esto, les dice después: Lázaro nuestro amigo duerme; mas voy a despertarle del sueño.

Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros; y muchos duermen.

Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen. Que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.

el cual murió por nosotros, para que sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)

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