Marcos 7:21
Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,
Jeremías 17:9
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Génesis 6:5
Y vio el SEÑOR que la malicia de los hombres era mucha sobre la tierra, y que todo el intento de los pensamientos del corazón de ellos ciertamente era malo todo el tiempo.
Génesis 8:21
Y olió el SEÑOR olor de reposo; y dijo el SEÑOR en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su niñez; ni volveré más a herir toda cosa viva, como he hecho.
Job 14:4
¿Quién hará limpio de inmundo? Nadie.
Job 15:14-16
¿Qué cosa es el hombre para que sea limpio, y que se justifique el nacido de mujer?
Job 25:4
¿Cómo pues se justificará el hombre con Dios? ¿Y cómo será limpio el que nace de mujer?
Salmos 14:1
Dijo el loco en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron, hicieron obras abominables; no hay quien haga bien.
Salmos 14:3
Todos declinaron, juntamente, se han corrompido; no hay quien haga bien, no hay ni siquiera uno.
Salmos 53:1
Dijo el loco en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron e hicieron abominable maldad; no hay quien haga bien.
Salmos 53:3
Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían dañado; no hay quien haga bien, no hay ni aun uno.
Salmos 58:2-3
Antes, de corazón obráis iniquidades en la tierra; hacéis pesar la violencia de vuestras manos.
Proverbios 4:23
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.
Proverbios 15:25
El SEÑOR asolará la casa de los soberbios; mas él afirmará la heredad de la viuda.
Isaías 59:7
Sus pies corren al mal, y se apresuran para derramar sangre inocente; sus pensamientos, pensamientos de iniquidad; destrucción y quebrantamiento son sus caminos.
Jeremías 4:14
Lava tu corazón de la malicia, oh Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo dejarás estar en medio de ti los pensamientos de tu iniquidad?
Ezequiel 38:10
Así dijo el Señor DIOS: Y será en aquel día, que subirán palabras en tu corazón, y concebirás mal pensamiento;
Mateo 9:4
Y viendo Jesús sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis malas cosas en vuestros corazones?
Mateo 15:19
Porque del corazón salen los malos pensamientos: muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, maledicencias.
Mateo 23:25-28
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpiáis lo que está de fuera del vaso o del plato; mas por dentro están llenos de robo y de incontinencia.
Lucas 16:15
Y les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.
Hechos 5:4
Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? Y vendida, ¿no estaba en tu potestad? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
Hechos 8:22
Arrepiéntete pues de ésta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te será perdonado este pensamiento de tu corazón.
Romanos 7:5
Porque mientras vivíamos en la carne, los afectos de los pecados que eran por la ley, obraban en nuestros miembros fructificando a muerte.
Romanos 7:8
Entonces el pecado, cuando hubo ocasión, obró en mí por el mandamiento toda concupiscencia. Porque sin la ley el pecado estaba como adormecido.
Romanos 8:7-8
por cuanto la prudencia de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede.
Gálatas 5:19-21
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, disolución,
Tito 3:3
Porque también éramos nosotros locos en otro tiempo, rebeldes, errados, sirviendo a las concupiscencias y los deleites diversos, viviendo en malicia y en envidia, aborrecibles, aborreciéndonos los unos a los otros.
Santiago 1:14-15
pero cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y cebado.
Santiago 2:4
¿vosotros no juzgáis en vosotros mismos, y sois hechos jueces de pensamientos malos?
Santiago 4:1-3
¿De dónde vienen las guerras, y los pleitos entre vosotros? De aquí, es decir de vuestras concupiscencias, las cuales batallan en vuestros miembros.
1 Pedro 4:2-3
para que ya el tiempo que queda en la carne, viva, no a las concupiscencias de los hombres, sino a la voluntad de Dios.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido