Proverbios 4:23
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.
Proverbios 4:7
Sabiduría primero que todo; adquiere sabiduría; y ante toda tu posesión adquiere inteligencia.
Mateo 12:34-35
Generación de víboras, ¿cómo podéis hablar bien, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Lucas 6:45
El buen hombre del buen tesoro de su corazón saca bien; y el mal hombre del mal tesoro de su corazón saca mal; porque de la abundancia del corazón habla su boca.
Jeremías 17:9
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Mateo 15:19
Porque del corazón salen los malos pensamientos: muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, maledicencias.
Deuteronomio 4:9
Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; y las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
Salmos 139:23-24
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos;
Proverbios 3:21
Hijo mío, no se aparten de tus ojos; guarda la sabiduría y el consejo;
Proverbios 11:16
La mujer graciosa tendrá honra; y los fuertes tendrán riquezas.
Proverbios 13:3
El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
Proverbios 22:5
Espinas y lazos hay en el camino del perverso; el que guarda su alma se alejará de ellos.
Proverbios 23:19
Oye tú, hijo mío, y sé sabio, y endereza tu corazón al camino.
Proverbios 28:26
El que confía en su corazón es loco; mas el que camina en sabiduría, será salvo.
Eclesiastés 5:13
Hay otra enfermedad maligna que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal;
Marcos 7:21-23
Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,
Marcos 14:38
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad es presto, mas la carne enferma.
Hebreos 12:15
Mirando bien que ninguno se aparte de la gracia de Dios; que ninguna raíz de amargura brotando os impida, y por ella muchos sean contaminados.
Santiago 1:14-15
pero cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y cebado.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido