Nahúm 1:5

Los montes tiemblan de él, y los collados se deslíen; y la tierra se abrasa á su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan.

Miqueas 1:4

Y debajo de él se derretirán los montes, y los valles se hendirán como la cera delante del fuego, como las aguas que corren por un precipicio.

2 Samuel 22:8

La tierra se removió, y tembló; Los fundamentos de los cielos fueron movidos, Y se estremecieron, porque él se airó.

Jeremías 4:24

Miré los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruídos.

Éxodo 19:18

Y todo el monte de Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego: y el humo de él subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera.

Jueces 5:5

Los montes se derritieron delante de Jehová, Aqueste Sinaí, delante de Jehová Dios de Israel.

Salmos 29:5-6

Voz de Jehová que quebranta los cedros; Y quebrantó Jehová los cedros del Líbano.

Salmos 46:6

Bramaron las gentes, titubearon los reinos; Dió él su voz, derritióse la tierra.

Salmos 68:8

La tierra tembló; También destilaron los cielos á la presencia de Dios: Aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel.

Salmos 97:4-5

Sus relámpagos alumbraron el mundo: La tierra vió, y estremecióse.

Salmos 98:7

Brame la mar y su plenitud; El mundo y los que en él habitan;

Salmos 114:4

Los montes saltaron como carneros: Los collados como corderitos.

Salmos 114:6

Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros, Y vosotros, collados, como corderitos?

Isaías 2:12-14

Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, y sobre todo ensalzado; y será abatido:

Isaías 64:1-2

OH si rompiese los cielos, y descendieras, y á tu presencia se escurriesen los montes,

Habacuc 3:10

Viéronte, y tuvieron temor los montes: Pasó la inundación de las aguas: El abismo dió su voz, La hondura alzó sus manos.

Mateo 27:51

Y he aquí, el velo del templo se rompió en dos, de alto á bajo: y la tierra tembló, y las piedras se hendieron;

Mateo 28:2

Y he aquí, fué hecho un gran terremoto: porque el ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, había revuelto la piedra, y estaba sentado sobre ella.

2 Pedro 3:7-12

Mas los cielos que son ahora, y la tierra, son conservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio, y de la perdición de los hombres impíos.

Apocalipsis 20:11

Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyó la tierra y el cielo; y no fué hallado el lugar de ellos.

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