Proverbios 27:8

Cual ave que se va de su nido, tal es el hombre que se va de su lugar.

Isaías 16:2

Y será que cual ave espantada que huye de su nido, así serán las hijas de Moab en los vados de Arnón.

Génesis 4:16

Y Caín se fue de la presencia de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén.

Génesis 16:6-8

Y respondió Abram a Sarai: He ahí tu sierva en tu mano, haz con ella lo que bien te pareciere. Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia.

1 Samuel 22:5

Y el profeta Gad dijo a David: No te quedes en la fortaleza, vete, y entra en tierra de Judá. Y David se fue, y vino al bosque de Haret.

1 Samuel 27:1-12

Y dijo David en su corazón: Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl; por tanto, nada me será mejor que fugarme a la tierra de los filisteos, para que Saúl se deje de mí, y no me ande buscando más por todos los términos de Israel, y así me escaparé de sus manos.

1 Reyes 19:9

Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y he aquí vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?

Nehemías 6:11-13

Entonces dije: ¿Un hombre como yo ha de huir? ¿Y quién, que fuera como yo, entraría al templo para salvar su vida? ¡No entraré!

Job 39:14-16

El cual desampara en la tierra sus huevos, y sobre el polvo los calienta,

Proverbios 21:16

El hombre que se extravía del camino de la sabiduría, vendrá a parar en la compañía de los muertos.

Proverbios 26:2

Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, así la maldición nunca vendrá sin causa.

Jonás 1:3

Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope; y halló un navío que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en él para irse con ellos a Tarsis de delante de Jehová.

Jonás 1:10-17

Y aquellos hombres temieron sobremanera, y le dijeron: ¿Por qué has hecho esto? Porque ellos entendieron que huía de delante de Jehová, porque él se los había declarado.

1 Corintios 7:20

Cada uno quédese en el llamamiento en que fue llamado.

Judas 1:13

fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas erráticas, a las cuales está reservada la oscuridad de las tinieblas para siempre.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)