Salmos 119:16

Recrearéme en tus estatutos: No me olvidaré de tus palabras.

Pues tus testimonios son mis deleites, Y mis consejeros.

Guíame por la senda de tus mandamientos; Porque en ella tengo mi voluntad.

Y deleitaréme en tus mandamientos, Que he amado.

Engrasóse el corazón de ellos como sebo; Mas yo en tu ley me he deleitado.

Vengan á mí tus misericordias, y viva; Porque tu ley es mi deleite.

Si tu ley no hubiese sido mis delicias, Ya en mi aflicción hubiera perecido.

Antes en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.

El hacer tu voluntad, Dios mío, hame agradado; Y tu ley está en medio de mis entrañas.

En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.

Heme gozado en el camino de tus testimonios, Como sobre toda riqueza.

Porque estoy como el odre al humo; Mas no he olvidado tus estatutos.

De continuo está mi alma en mi mano: Mas no me he olvidado de tu ley.

Pequeño soy yo y desechado; Mas no me he olvidado de tus mandamientos.

Yo anduve errante como oveja extraviada; busca á tu siervo; Porque no me he olvidado de tus mandamientos.

HIJO mío, no te olvides de mi ley; Y tu corazón guarde mis mandamientos:

Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios:

Y este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en sus corazones, Y en sus almas las escribiré:

Porque si alguno oye la palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido